sábado, 3 de agosto de 2019

Santo Piazzese: Asesinato en el Jardín Botánico


Idioma original: italiano
Título original: I delitti di Via Medina-Sidonia
Año de publicación: 1996
Traducción: Pepa Linares
Valoración: Se deja leer

Si, en principio, de algo podemos estar seguros con respecto a esta novela es que su título no miente: comienza, en efecto, con un asesinato en un jardín botánico, el de Palermo. pero vaya, ya digo que eso, en principio, puesto que su título en italiano hace referencia a varios delitos y al nombre de la calle donde se encuentra dicho jardín; además, el asesinato parece ser un suicidio. Descubierto, por cierto durante un siroco -que es algo que siempre da color local- colgando de un ficus centenario, el finado resulta ser Raffaellle Montalbani (nada que ver con el policía de Camilleri, aunque tal vez sí con Manuel Vázquez Montalbán, de quien se hace alguna referencia en la novela, al igual que de Malaussène, el personaje de Daniel Pennac), hijo de Ruggero Montalbani, el anterior director y de hecho, fundador del departamento universitario anexo al jardín botánico y donde trabaja quien descubre el cadáver: Lorenzo la Marca, biólogo amigo del fiamb... fallecido y además, de Vittorio Spotorno, el comisario encargado de la investigación. Es más, ¡oh, bendita casualidad! La marca es también un antiguo novio de Michelle Laurent, la forense que se ocupa de la autopsia.

Pero, aunque este Lorenzo La Marca se erija, además del nodo central de todos los personajes, como peculiar "detective" del caso y el narrador de la historia, no penséis por un instante que es el protagonista de la historia; ¡de eso nada! De hecho, lo dice él mismo al comienzo de la novela... Total, qué importancia tiene que el 80%, tirando por lo bajo, del libro esté ocupado por sus pensamientos, circunstancias, rutinas, gustos sobre todo tipo de cosas: comida, bebida, ropa, música, libros, películas... No es el protagonista, en absoluto, pero sabemos que es un cuarentón, soltero "sesentayochista", según dice él -la novela está escrita y ambientada en los años 90 del siglo XX, así que haced cálculos-, miope, en apariencia bastante atractivo para las mujeres, al que le gusta el jazz, la novela negra y las películas clásicas de Hollywood -y además no duda en hacernos partícipe de sus conocimientos al respecto, lo que unido a la jerga científica que utiliza con frecuencia, consigue un cóctel de pedantería casi insoportable-; vaya, que el tipo parece ser un alter ego (supongo que mejorado) del propio autor, que comparte con él, ¡oh, nueva casualidad!, al menos edad, procedencia y profesión.

Ciertamente, cuarentones guayotas como éste los había a patadas, en aquellos antidiluvianos tiempos predigitales (y como los habrá ahora, supongo) apalancados en los departamentos universitarios. Porque, aunque la trama de la novela se desarrolle en la capital de la muy noble y pintoresca isla de Sicilia -y al parecer está muy bien reflejada, aunque yo no la conozco, por desgracia-, en realidad podría trascurrir en cualquier universidad de cualquier país del mundo; olvidaos de la Mafia , en este caso (de la que pega tiros y esas cosa, me refiero...).

En fin, el crimen que se pone a investigar este inefable personaje tiene cierto intríngulis, sin que tampoco resulte tener una intriga apasionante... pero, caramba, a alguien le puede llegar a interesar, siempre que consiga superar al insufrible Lorenzo La Marca. personaje que, también hay que decirlo, en algunos momentos se hace perdonar e incluso cae simpático gracias a ciertos golpes de humor autoirónico que, para alivio del lector, nos suministra el señor Piazzese. Ahora que lo pienso... ¿a ver si va a ser todo una parodia, en plan Gran Lebobsky, de la típica novela de detectives, urdida con intenciones satíricas por este autor? Claro, que me temo que aún hay al menosotra novela, que yo sepa, protagonizada por el biólogo-detective la Marca, así que no, me temo que va a ser que no...

2 comentarios:

libros para niños de 11 años dijo...

Parece ser un libro muy interesante, aunque para mi gusto tiene la pinta de ser el típico libro de misterio.
Gracias por vuestra aportación.

Juan G. B. dijo...

Sí, tiene toda la pinta.
De nada.