
Año de publicación: 1960
Valoración: Bastante recomendable
Ramiro Pinilla reconoció abiertamente en varias entrevistas la admiración que sentía por Faulkner y la influencia que éste tuvo en su obra. El mayor ejemplo de esta influencia lo encontramos en "Las ciegas hormigas", que bebe directamente de las fuentes de "Mientras agonizo" (carreta con cadáver incluido).
Es "Las ciegas hormigas" un libro oscuro, duro, de un pesimismo brutal, en el que nos hallamos con una familia, los Jaúregui (podrían ser los Bundren), en una situación límite, entre los sentimientos y el puro instinto de supervivencia, en una situación de quiebra.
Ambientado en una época oscura (no se menciona pero se intuyen los años más negros del franquismo, valga la redundancia), la acción se desarrolla, fundamentalmente, en una noche de terrible galerna, con la lluvia y el viento azotando a los protagonistas. Esa noche un barco cargado de carbón encalla junto a los acantilados de la Galea, el temporal hunde el barco y su carga de desparrama entre las rocas y peñas. Todo Getxo, y entre ellos los Jaúregui, se lanza a recoger el carbón de la playa, pero múltiples desgracias se cebarán con ellos.
Es, por tanto, la historia / tragedia de los Jaúregui en esos días. Pero, sobre todo, es la historia de Sabas Jaúregui, el cabeza de familia. Sabas es el protagonista (sin voz) casi absoluto de este libro. Trabajador infatigable, hombre de voluntad inquebrantable, se verá inmerso en una lucha sin tregua contra los elementos, contra las circunstancias adversas, contra las leyes hechas no en favor de pueblo sino en su contra, en una lucha en la que no importa ganar o perder, sino seguir adelante.
Las similitudes con "Mientras agonizo" son patentes, sobre todo, en la forma elegida por Pinilla para narrar la historia / tragedia de los Jaúregui.
Una figura, Ismael (cuarto hijo de Sabas), asume el papel de narrador que cuenta los hechos desde un futuro indeterminado. En el momento del naufragio, Ismael es un adolescente que, a sus catorce años, idolatra al padre - héroe, aunque la perspectiva que da el tiempo le hace matizar esa opinión. Es Ismael el hijo predilecto de Sabas y el más cercano a él. Es, por tanto, quien tiene una visión más global del conjunto, por lo que su elección como conductor de la historia es de lo más acertada, sobre todo teniendo en cuenta que Sabas, en el libro, no tiene voz. Lo que podemos saber de él, lo sabemos gracias a Ismael.
El resto del libro son monólogos interiores de los diferentes protagonistas del drama, narrados en presente, con algún pequeño flash-back. Cada uno de los personajes nos ofrece una visión parcial de la historia ("su visión") y desempeña un papel simbólico en la misma.
Fermín, el hijo mayor y desafortunado protagonista de la tragedia que precipitará los hechos, está marcado por un sentimiento de inferioridad enfermizo ante el padre. Este sentimiento, acentuado por traumas sexuales, le llevarán a aislarse del resto de la familia hasta el fatídico día del naufragio, en el que buscará una redención mediante el trabajo. Un deslavazado monólogo explicando los motivos de su aislamiento será lo único que oigamos de sus labios.
Cosme, segundo hijo de Sabas, se enfrenta al padre y a lo que este representa mediante su ruptura con la tradición. La violencia en su relación con el padre está latente en todo momento, aunque no puede ceder al "poder" casi mítico de Sabas.
Bruno, tercer hijo, es, al igual que su padre, otro "macho" dotado de todas las virtudes de la especie, pero sin la voluntad de Sabas. Introduce un elemento desestabilizador en la trama al escaparse del servicio militar el mismo día del naufragio.
Nerea, la hija pequeña, representa una mezcla de inocencia y crueldad, ajena en parte al mundo de los adultos.
Josefa, esposa de Sabas, aparece, al igual que el resto de personajes, subordinada a la voluntad de su marido, pero no por imposición directa de éste, sino por la fuerza que de él mana. Es el personaje que más evoluciona en el libro, hasta el punto de sufrir una revelación de corte existencial.
Por último, Pedro, hermano de Josefa, es la antítesis de Sabas. Todo lo que son virtudes en Sabas son defectos en Pedro. Es un personaje muy importante en el libro ya que estos defectos desencadenan gran parte de los acontecimientos.
Pero la utilización de esta técnica del monólogo interior implica la "desaparición" del autor y eso, en ciertos momentos, es algo que no se consigue. En algunos monólogos se introducen reflexiones en las que se percibe claramente que son más ideas del autor que de los propios personajes.
Por otro lado, los personajes, en teoría, apenas saben leer o escribir pero se expresan con conceptos casi filosóficos que no digo que sean desconocidos para ellos, pero suenan un tanto forzados en sus bocas.
Y, por último, las influencias de Faulkner son tan evidentes que uno tiende a comparar y, aunque Getxo pueda ser nuestro Yoknapatawpha, Faulkner es Faulkner y no hace falta añadir más.
A pesar de estos "peros", la trama es tan poderosa y tiene tanta intensidad que se eleva por encima de sus pequeños errores y convierte a "Las ciegas hormigas" en un libro absolutamente disfrutable y recomendable.
La obra casi completa de Ramiro Pinilla en ULAD: Seno, La higuera, Verdes valles, colinas rojas 1,Verdes valles, colinas rojas 2 y 3, Aquella edad inolvidable, Solo un muerto más, Huesos, Cadáveres en la playa, El cementerio vacío, Los cuentos
P.S.: Recuerdo cuando, de crío, nos llevaban en el colegio de excursión al molino de Aixerrota, a los acantilados de la Galea o a Arrigúnaga. Obviamente, con 10-12 años no conocía el libro pero, ahora, me puedo imaginar perfectamente los hechos, ver el barco entre las peñas, etc. Ya no es ese lugar semi-salvaje y semi-mítico que uno intuye en los libros de Pinilla, aunque gracias a haberse librado de la especulación urbanística conserva un aura especial. Y las vistas del Abra siguen siendo muy recomendables.
Nerea, la hija pequeña, representa una mezcla de inocencia y crueldad, ajena en parte al mundo de los adultos.
Josefa, esposa de Sabas, aparece, al igual que el resto de personajes, subordinada a la voluntad de su marido, pero no por imposición directa de éste, sino por la fuerza que de él mana. Es el personaje que más evoluciona en el libro, hasta el punto de sufrir una revelación de corte existencial.
Por último, Pedro, hermano de Josefa, es la antítesis de Sabas. Todo lo que son virtudes en Sabas son defectos en Pedro. Es un personaje muy importante en el libro ya que estos defectos desencadenan gran parte de los acontecimientos.
Pero la utilización de esta técnica del monólogo interior implica la "desaparición" del autor y eso, en ciertos momentos, es algo que no se consigue. En algunos monólogos se introducen reflexiones en las que se percibe claramente que son más ideas del autor que de los propios personajes.
Por otro lado, los personajes, en teoría, apenas saben leer o escribir pero se expresan con conceptos casi filosóficos que no digo que sean desconocidos para ellos, pero suenan un tanto forzados en sus bocas.
Y, por último, las influencias de Faulkner son tan evidentes que uno tiende a comparar y, aunque Getxo pueda ser nuestro Yoknapatawpha, Faulkner es Faulkner y no hace falta añadir más.
A pesar de estos "peros", la trama es tan poderosa y tiene tanta intensidad que se eleva por encima de sus pequeños errores y convierte a "Las ciegas hormigas" en un libro absolutamente disfrutable y recomendable.
La obra casi completa de Ramiro Pinilla en ULAD: Seno, La higuera, Verdes valles, colinas rojas 1,Verdes valles, colinas rojas 2 y 3, Aquella edad inolvidable, Solo un muerto más, Huesos, Cadáveres en la playa, El cementerio vacío, Los cuentos
P.S.: Recuerdo cuando, de crío, nos llevaban en el colegio de excursión al molino de Aixerrota, a los acantilados de la Galea o a Arrigúnaga. Obviamente, con 10-12 años no conocía el libro pero, ahora, me puedo imaginar perfectamente los hechos, ver el barco entre las peñas, etc. Ya no es ese lugar semi-salvaje y semi-mítico que uno intuye en los libros de Pinilla, aunque gracias a haberse librado de la especulación urbanística conserva un aura especial. Y las vistas del Abra siguen siendo muy recomendables.