domingo, 2 de diciembre de 2012

Ramiro Pinilla: Huesos

Idioma original: español
Año de publicación: 1997
Valoración: está bien

A pesar de su brevedad, Huesos es una muestra representativa de la escritura de este autor bilbaíno afincado en Getxo que tanto se ha esforzado por reconstruir la historia rota que transpiran los valles verdes y las colinas rojas del País Vasco.

En esta novela breve que se lee de una tirada, Asier Altube, apenas un adolescente, se ve forzado a vivir con la responsabilidad de un secreto que no le correspondería conocer: Ismael Jáuregui, del caserío Jáuregui, vive encerrado en su casa centenaria con su madre y su hermana desde que lo dieron por muerto en la guerra. Movido quizá por el morbo, Asier entrará en relaciones con Nerea, la hermana de Ismael, cuyas palabras jamás delatarán que lleva años conviviendo con un muerto en vida. Todo el artificio familiar se verá puesto en peligro cuando las dos mujeres entren un día en la iglesia portando una caja en la que, dicen, están los huesos de Ismael, que habrían ido a recoger en la peña donde lo enterraron durante la guerra, y a los que hay que dar cristiana sepultura. Las de Jáuregui no se han dado cuenta de que un muerto pesa más que un saco de huesos.

A partir de este argumento, Ramiro Pinilla nos habla, sobre todo, del miedo. Los silencios y los secretos son protagonistas inclementes que ayudan a construir el ambiente opresivo de Jáuregui: como afirmará uno de los personajes, las personas nos definimos por lo que los demás no conocen de nosotros. Así es como Pinilla va hilvanando la intriga del relato: con pulso firme, avanzando hacia adelante y hacia atrás para irnos proporcionando detalles nuevos de este drama secreto. En general, es una novela corta sutil y sugerente, escrita con finura, cuya lectura se disfruta. Si algo me ha chirriado ha sido la forma de reflejar los pensamientos de los personajes, un poco anquilosada en el estilo directo, que, a mi modo de verdad, confiere un aire pueril a la narración. Además, he echado en falta más puntos de vista: ¿qué piensa Ismael Jáuregui, el muerto en vida? ¿Y su hermana Nerea, condenada a vivir anclada a esa casa y a los secretos que alberga?

Ramiro Pinilla es otro de esos escritores que nos gustan en el blog y para el que no nos cansamos de reclamar un reconocimiento mayor del que goza en la actualidad. Una sus mayores virtudes radica en haber sabido tejer todo un universo literario poblado por una red de personajes que nos resultan familiares al saltar de una novela a otra. El foco va cambiando, y los personajes principales de Huesos han aparecido ya, tanto en Las ciegas hormigas como en la trilogía, aunque sin el protagonismo que el autor les concede en esta novela. Pinilla ha conseguido analizar la naturaleza humana poniendo la lupa en el pequeño pueblo costero de Getxo.

La obra casi completa de Ramiro Pinilla en ULADSenoLa higueraVerdes valles, colinas rojas 1,Verdes valles, colinas rojas 2 y 3Aquella edad inolvidableSolo un muerto másCadáveres en la playaEl cementerio vacíoLas ciegas hormigasLos cuentos

2 comentarios:

Santi dijo...

Pues tengo curiosidad, porque la historia de Asier Altube y Nerea está contada con bastante detalle en Verdes valles, colinas rojas, y sería curioso ver si la novela corta añade algo a la novela larga, o si se repite el tratamiento del tema. A lo mejor Ramiro Pinilla hizo un corta-y-pega de sí mismo...

Paula dijo...

En algún sitio -la solapa de algún otro libro- he leído que sus cuentos y novelas cortas están recogidos en la trilogía. Desde luego, todo está interrelacionado: como comentaba, en Huesos hay referencias a episodios narrados en otras de sus novelas.

Yo no diría tanto como "corta-y-pega". Por lo que parece, este señor ha ido creando su propio universo de ficción a lo largo de los años y supongo que las tramas y personajes que estaban desperdigadas en diferentes obras terminan adquiriendo una forma más compacta en la trilogía, el culmen de su producción.

Pero bueno, esto es un poco intuición, porque mucho digo y no he leído ni Las ciegas hormigas ni Verdes valles… :-P (solo los he hojeado).