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lunes, 25 de febrero de 2019

Malditas cubiertas: «Lolita» de Vladimir Nabokov

Sesenta años después de su publicación, Lolita sigue generando controversia. Si a eso le sumamos que en 2.018 (el año del #MeToo) Anagrama reeditó su «biblioteca Nabokov» y puso en crisis sus propias cubiertas de este clásico indiscutible, el resultado es que las redes están on fire y que no se puede añadir nada que no se haya dicho ya. Pero en ULAD somos como somos, el próximo 1 de marzo celebramos nuestro décimo aniversario y además, siempre intentamos darles a nuestros lectores una visión genuina sobre cualquier cuestión relacionada con libros o literatura. Por lo que aquí va otra entrega de nuestra serie MALDITAS CUBIERTAS.

Así como la profusión de cubiertas fallidas de Marianela estaba propiciada por haber faltado a la condición necesaria de leer la novela, las cubiertas de Lolita nos ponen frente al dilema de dilucidar qué es más grave: si el hecho de no leer (por ignorancia o por desidia) o el hecho de sí leer pero no enterarse de un carajo. Por ello, las cubiertas de Lolita recopiladas a continuación se agrupan según lo que cada editorial debió entender en su momento sobre la historia y su protagonista.

1. PELIGRO: FINCA VIGILADA POR NÍNFULAS
Todavía hay quien tiene serias dudas a día de hoy de que Humbert Humbert fuera realmente un puto pederasta de mierda (en adelante, PPM) y no un pobre hombre con una digamos— alta sensibilidad hacia la belleza femenina en fase infantil, enamorado sin remedio de una nínfula lúbrica y manipuladora. Y tal vez por eso, el mercado está saturado de ediciones de Lolita que muestran todo el abanico de actitudes que, efectivamente, adoptan las niñas cuando se encuentran a solas con un hombre adulto al que apenas conocen.

a) Las que sonríen complacidas al sentirse observadas o sostienen la mirada con coquetería.
b) Las que se exhiben abiertamente.
c) Las que adoptan la actitud de una mujer adulta que ha pasado demasiado rato sentada junto al brasero.
Viendo esto, podría pensarse que, de ser más explícitos, Lolita acabaría en los estantes de «revistas para adultos», sin embargo…

d) …la industria editorial no pudo resistirse ante semejante nicho de mercado y además ¿Quién dice que el gremio del transporte pesado por carretera no lee? 

2. CUANDO UN DEDO APUNTA AL CIELO... 
Como algunas voces argumentaron que las Lolitas lúbricas no reflejaban en absoluto el verdadero conflicto de la protagonista, las editoriales pusieron a trabajar a sus departamentos de I+D. Estos concluyeron que el conflicto de Lolita no era otro que el de una pobre niña víctima de sus propias hormonas de crecimiento. Porque, como todo el mundo sabe, cuando una se halla en esa frontera incierta donde la niñez da sus últimos coletazos, el cuerpo cambia a tal velocidad que obliga a enfrentar auténticas situaciones límite.:

a) Creces tan rápido que te ves obligada a hidratarte los labios constantemente para que no se te queden como una mandarina pelada.
b) Creces tan rápido que tu ropa encoje, ya no sabes ni el pie que calzas y a veces hasta tienes que recurrir al armario (y las pelucas) de tu vecina, la artista de variedades. 
c) Creces tan rápido que necesitas ingerir grandes cantidades de azúcar (desnuda) para que no te dé una hipoglucemia. 

Por incomprensible que parezca, muchas de estas ediciones fueron igualmente a parar a los estantes de «revistas para adultos».

3. PELIGRO: FINCA VIGILADA POR METÁFORAS 
En vista de los problemas suscitados con la representación del personaje de Lolita, algunos equipos creativos optaron por evitarla valiéndose de metáforas visuales: 
Por lo que se puede observar, Lolita es una bella mariposa que vuela (ejem) libremente y para la que la vida está pintada de color (ejem) rosa. Un día se va a Pachá y toma algo que no le sienta demasiado bien y empieza a tener visiones de fresones —unos enteros y otros partidos— que revolotean a su alrededor por lo que decide comprarse un refresco en una máquina de autovending pero, sin saber muy bien cómo, acaba (desnuda) dentro de la máquina. Enigma resuelto.

4. LO-LI-TA 
Tras la crisis de las Lolitas lúbricas y de las metáforas visuales, la desesperación llevó a alguien a utilizar una ouija para pedirle a Nabokov su sabio consejo. La respuesta resultó reveladora: «Leed la primera página, zánganos».

5. DOS PIERNAS
La vida editorial de las cubiertas «LOLITA» fue bastante corta porque, como dijo algún editor: la gente no se compra una novela para que esté toda llena de letras. Y se decidió que la mejor manera de mostrar a Lolita sin asumir riesgos era mostrando únicamente sus dos piernas. Porque, como todo el mundo sabe, la vida de una niña no da un vuelco atroz porque su madre se case con un PPM, si no por la maldita desgracia de haber nacido con dos piernas y de insistir constantemente en llamar la atención con ellas. 
Es por eso que Spiderman no se cansa de advertirles a todas las niñas con dos piernas que tener dos piernas implica una gran responsabilidad.

6. QUE ALGUIEN LLAME A LA IMPRENTA 
Ya hemos comentado este fenómeno en otra ocasión, y si una editorial puede cometer el despiste de publicar una porquería de novela y dejar en el cajón una potencial joya de la literatura, ¿por qué no puede publicar una novela con la portada de cualquier otra obra? 
1. Los chicos del maíz (Stephen King) 
2. Desayuno con diamantes (Truman Capote) 
3. Descalzos por el parque (Neil Simon) 
4. 50 sombras… 1, 2 y 3 (E.L. James) 
5. ¿Mujer raruna en atmósfera onírica? Algo de Murakami. 
6. Cualquier novedad chick-lit que te hará recobrar tu fe en el amor. 

7. DE PASTA DE BONIATO ME DEJAS, NABOKOV 
Porque Nabokov siempre sostuvo que Lolita era una pobre niña inocente que actúa sin imaginar que está siendo acechada por un PPM. Pero la opinión de Nabokov resultó ser tan poco relevante que llegó un momento (coincidente con el de su muerte) en que él mismo dejó de insistir en el asunto. Aún así llegaron al mercado algunas ediciones con cubiertas de niñas abstraídas en sus cosas de niña:
Sin embargo, estas estampas de infancia anodina no contentaban a aquellos que insistían en ver algo «feo» en la historia de la dulce Lolita, así que la industria editorial puso en el mercado unas cubiertas algo más incisivas, con la esperanza de congraciarse con dicho colectivo de titiriteros alborotadores: 
1. La ninfa mitológica que toca la flauta sin saber que en cualquier momento aparecerá Zeus disfrazado de toro o de cisne o de pizza-pepperoni con el objetivo de «raptarla».
2. La muñeca sin voluntad ni albedrío.
3. El rostro de una niña que apela al lector con su mirada triste. 
4. Una flor deshojada. Reconozco que es una metáfora muy manida pero hay que ver lo bien que se ajusta al caso. 
5. El encierro en una habitación rosa / Unas braguitas y dos piernas.

Y, ya para terminar, están esas cubiertas que no se andan con sutilezas y que no hace falta que nadie explique: 

La conclusión final no puede ser otra que la de culpar a Nabokov de tanta confusión. Nabokov y esa manía de escritor por seguir a rajatabla la norma narrativa que afirma: no lo digas, muéstralo. Porque si Nabokov hubiera dicho textualmente en sus páginas que Humbert Humbert era un PPM, nadie se habría quedado con la duda. Eso sí, Lolita tampoco sería un clásico indiscutible de la literatura tal como hoy la conocemos.

(Nota 1) Aunque no lo parezca, no podría haber escrito tantas tonterías juntas sin haberme documentado antes y por eso he leído CASI TODO lo que se había publicado en la red. Para ello he contado con la gran ayuda de una amiga documentalista (A. Cornet) que se mueve por internet con una gracia y una eficiencia que quitan verdaderamente el «sentío»
(Nota 2) La mayoría de las cubiertas que aparecen en el post están recogidas en esta página web. En ella figura el país, la editorial y el año de edición de cada una. 

sábado, 25 de enero de 2025

Malditas cubiertas: lo mejor de 2024 (Dante's Peak)

Hola a todo el mundo. Un año más, me han dejado salir de la mazmorra para poder ofreceros mi opinión sobre las mejores y peores cubiertas de libros publicados el año 2024. Evidentemente, es una selección personal y limitada a las que he podido ver (para más explicaciones, consúltese la entrada similar del año pasado). Con una diferencia. No sé si debido a mi madurez intelectual o a que empiezo a notar los síntomas de la demencia senil, esta vez he incluido unas cuantas cubiertas cuya valoración me resulta difícil de establecer; no sé si son buenas o malas, adecuadas o improcedentes, hermosas u horrendas... Así que, como homenaje al padre de las letras italianas, el inmortal Dante Alighieri (de ahí la chorrada alusión en el título), y debido también a un guiño personal, puesto que el año pasado tuve la oportunidad de visitar la tumba de tan insigne poeta (no es que me dedique a pasear por cementerios, en plan Mariana Enriquez, es que está en el centro de Rávena), me voy a permitir agrupar estas cubiertas en tres grupos: las que merecen ir al Paraíso, al Purgatorio o directamente al Infierno. 

No obstante, permitidme antes comentar alguna tendencia que me ha parecido advertir en la edición de libros en España y que no sé si han  venido para quedarse o son moda pasajera (en general, casi mejor si se trata de esto último): 

-En primer lugar, el lettering sigue ocupando una plaza importante en las estanterías y mesas de las librerías, pero sobre todo reina en la sección de novela romántica y, más aún, en la de "novela romántica juvenil". Sin embargo, la caligrafía excesivamente informal (también conocida como "letrajas"), tan habitual en las ediciones anglosajonas, parece que está en retroceso, por fortuna:

               

-Otra tendencia más reciente es la de cubiertas "lujosas", con ilustraciones y letras en relieve, sobredoradas, cantos de las páginas pintados, fileteados y demás pijaditas suntuosidades (aunque se trate de un simple cartoncillo), entroncada sin duda con la moda de otorgar a ciertos libros físicos la condición de objetos bellos y "únicos"-o al menos con ediciones limitadas o para coleccionistas-, por más que sepamos que son producto de un proceso industrial, igual que cualquier paperback baratillo. Esta tendencia, sin embargo, puede dar resultados interesantes incluso en tiradas masivas, como la edición por el 50º aniversario de Carrie o las de la exitosa saga Blackwater:

-Una tendencia no sé si reciente, al menos entre las novelas dramatico-románticas de clara vocación comercial (de hecho, se suelen encontrar incluso en los supermercados), es la de incluir en la ilustración una figura de espaldas, generalmente femenina, que se aleja en lontananza, quién sabe por qué (quizás le estén sugiriendo al posible lector o lectora que huyan de ese libro...). Os pongo aquí sólo unos pocos ejemplos, pero os aseguro que hay muchos más:


                     


                                  

-Por último, el inevitable uso de la eufemísticamente llamada Inteligencia Artificial en ilustraciones de diversos estilos (incluso, como se puede ver, el estilo Lowbrow de andar por casa) y resultados. Esto último da lo mismo, en realidad, lo importante es ahorrarse unas perras, que los artistillas ésos encima pretenden cobrar por sus garabatos... (*)
 
                

Y bueno, sí, ya voy con lo que os interesa a vosotres que es hacer sangre... (pero tened en cuenta que si no pongo antes mis elucubraciones no las leeríais). Ahora bien, vamos a comenzar por las cubiertas de 2024 que merecen ir al Paraíso, a jugar con los angelitos. Quizás percibáis un cierto patrón en ellas... ya digo que corresponden a mis gustos personales y quien tenga otros que se jo que nos lo diga en los comentarios, por favor:
 
-La verdad es que aún no tengo claro si Chamanes eléctricos en la fiesta del sol me convenció o no, pero sí que me encanta su magnífica cubierta, llena de un color vibrante y que ser ajusta como un guante al argumento de la novela. Sin duda, una cubierta que hace que te sientas atraído por el libro y lo compres (de hecho, yo lo hice) aunque luego, quizás te arrepientas de ello...








-Exquisitez absoluta para la reedición de Kalpa imperial de Angélica Gorodischer, muy de agradecer, teniendo en cuenta que alguna de sus anteriores ediciones no habían sido ilustradas con tanto acierto, pese a manejar una idea similar. Mis dieces, en este caso.











-Igualmente exquisita la cubierta del libro Todos los ojos, de Isobel English (¿tal vez inspirada por los billetes de dólar?), que no sé si tiene que ver con el contenido del mismo, pero tanto da; me gusta una jartá...

-Con un concepto parecido al de la cubierta del libro de Mónica Ojeda, pero con colores mucho más sobrios y, si se quiere (porque este es un término discutible), elegantes, encontramos la de La mujer de arena, que remite, además a la muy célebre estampa de La gran ola de Kanagawa de Hokusai. Acierto pleno por parte de quien decidiera poner esta cubierta.







-No puede faltar en cualquier selección de las mejores cubiertas del año alguna de las generalmente acertadas y muchas veces bellas que suelen llevar los libros de Impedimenta. En esta ocasión he dudado entre la de Theodoros y otra bien distinta que también me gusta mucho, la de El percherón mortal. Pero como el libro de Cărtărescu es bastante reciente y, además, tiene muchos fans en este blog, me he decidido por la suya.


-Preciosa cubierta de nítidas líneas ésta de El último libro de fútbol de Enrique Ballester; sobran las explicaciones de por qué. Que además cumple perfectamente la función de llamar la atención en el batiburrillo que suelen ser las mesas de novedades. El color amarillo, de todos modos, se debe a seguir la línea de los anteriores libros de este autor en Libros del K.O., que se me pasaron en su momento pero también están muy bien.






-Para finalizar el apartado de mejores cubiertas, me encuentro con una duda, pues no quiero extenderme demasiado, pero tampoco consigo elegir alguna de éstas, todas con dibujos de precioso trazado, así que os pongo las tres y me quedo más ancho que largo... Ustedes mismos/as decidirán...

            

Y, con permiso (pues sé que me estoy extendiendo más de la cuenta) tampoco me resisto a poner aquí algunas cubiertas de libros estadounidenses, en la misma línea gráfica "primorosa" (bueno... ejem, por decirlo así) y que espero se mantengan cuando se publiquen en español:



Lo dejo por hoy, que no quiero ponerme pesado (en realidad, me da lo mismo, pero tampoco me pagan por horas. Bueno, ni por horas ni por nada los malditos tacañ). Domani, juanto a Dante, visitaremos a las almas del Purgatorio y, sobre todo, a las que pasarán la Eternidad penando en alguno de los círculos del Infierno. A éstas no las salva ni John Constantine... 

(*) Nota: tal vez merezca la pena hacer un Malditas cubiertas dedicado al uso y, sobre todo, abuso de la IA, que aquí hay mucha tela que cortar... Por si acaso, permanezcan atentos a sus pantallas (de los móviles u ordenadores, se entiende).

sábado, 15 de enero de 2022

Malditas cubiertas: Las mejores de 2021

Los seres humanos somos superficiales por naturaleza  (al menos,  yo) y nuestras elecciones ha menudo están determinadas  más por motivos estéticos que por razones más profundas. Bien que  han sabido siempre los artistas,  diseñadores y publicistas lo mucho que nos cuesta resistirnos a lo que nos entra por los ojillos,  ya se trate de comida, automóviles o modelos de Victoria's Secret libros... En este último caso, ¿ quién no se ha sentido  atraído  alguna vez por la cubierta de un libro que luego ha resultado ser un auténtico tru... más bien mediocre? O viceversa: nos hemos resistido a leer otros excelentes porque su envoltorio nos tiraba para atrás...

Atendiendo a estas premisas, se me ha ocurrido hacer algunas consideraciones  sobre cubiertas de libros publicados en el estado español el recién finiquitado año. He de decir, antes que nada, que, en mi opinión, el nivel del diseño gráfico en España y Europa, en general, es bastante notable (mejor, por ejemplo, que en EEUU, donde los diseñadores muchas veces echan mano al recurso facilón y sobado de los colores llamativos y el lettering que imita un trazo informal); de hecho, para el apartado de las mejores cubiertas del año he tenido que dejar fuera muchas que me gustan, para no alargar en exceso este post. De las que no me gustan, en cambio, he tenido que buscar ex profeso unas cuantas.

Un par de cositas más: esta clasificación  no pretende ser un ranking de mejores o peores libros, sino que se refiere en exclusiva a la estética e idoneidad de sus cubiertas (aparte de que yo no los he leído todos y muchos ni siquiera tienen entrada en este benemérito blog). Por otra parte, los gustos y criterios expresados en esta entrada me pertenecen solamente a mí; no los he consultado con mis compañeros (a quienes he pillado a traición, de hecho), aunque, sin duda, cada uno y una tendrán las suyas propias. Ahora bien, los míos son mucho mejores, claro...; )

De lo güeno, lo mejor:

- La ciudad de la euforia, de Rodrigo Terrassa (Libros del K.O.) tiene, para mí, la mejor cubierta del 2021, pues sintetiza en una imagen divertida y comprensible al primer vistazo el tema del que trata el libro: los años de la burbuja económica, la corrupción política y el caloret en Valencia. En la mejor tradición de las míticas cubiertas de Daniel Gil para Alianza.

- Lo mismo ocurre con Gordo de feria, de Esther García Llovet, que es otro estupendo ejemplo de síntexis conceptual, aunque en este caso un poco más hermética, pues es necesario haber leído la novela para entenderla bien. Pero resulta, además de un homenaje a ciertos tóxicos pero deliciosos pastelitos, un ejemplo de la discreta pero continua mejoría en los últimos tiempos en las cubiertas de Anagrama que, sin renunciar a los emblemáticos (aunque feos ) colores de sus colecciones más populares, parece haber dejado atrás, por fortuna, la época de colocar cualquier foto más o menos random y chimpún...





- También en Anagrama, aunque en edición conjunta con Acantilado, destacan sus elegantes cubiertas para algunas novelas de Georges Simenon. Preciosas y elegantes, sobre todo la de El fondo de la botella, en mi opinión.

- No menos divertidamente conceptual (o viceversa), también este Diccionario del mentiroso, de Eley Williams (Sexto Piso). Sencilla y ocurrente, un tanto surrealista, casi se diría que es uno de los poemas visuales de Joan Brossa.

- Por seguir en la misma línea, la cubierta para La Ola, de Todd Strasser (Blackie Books) resume también a la perfección los elementos que encontramos en esta historia, como cualquiera que haya leído el libro o visto la película del mismo título podrá reconocer. de las pocas cubiertas, además en las que aparece una esvástica sin dar demasiado cringe.






- En el mismo estilo conceptual (quizás un pelín obvio), una cubierta adecuada para un libro titulado No puedo más. Cómo se convirtieron los Millenials en la generación quemada, de Anne Helen Petersen (Capitán Swing). La cosa no puede quedar más clarinete, amigos y amigas de ULAD...

- En una entrada sobre las mejores cubiertas de cualquier año no puede faltar alguna de Impedimenta. Es posible que alguno de sus libros publicados el año pasado tenga una más primorosa, pero a mí me ha caído en gracia ésta de Una libertad luminosa, de T. C. Boyle, que resulta algo diferente al estilo habitual de esta editorial, pero sin perder el aire vintage.









- Las cubiertas ilustradas con dibujos o cuadros, por lo general dependen (no siempre) de la calidad de éstos para la excelencia o mediocridad de su resultado final. Cuando la ilustración elegida es tan exquisita, a la par que llamativa (aunque también inquietante) como ésta de Sola, de Carlota Gurt, en Edicions Proa, el resultado es igualmente extraordinario.









- En principio, no quería incluir en esta selección las cubiertas de novelas gráficas o libros ilustrados, porque en ese caso, posiblemente hubieran copado la lista, pero no me he podido resistir a dos: la colorida cubierta "mexicana" de Dr. Alderete para El año de la rata (Libros del zorro rojo), un libro escrito con Mariana Enriquez y que resulta en las antípodas de las que le suelen poner a los libros de esta autora, mucho más tétricas; en segundo lugar, como ya confesé mi debilidad por las ilustraciones de Sara Morante en la reseña de ésta su última novela, la bella cubierta en collage de Flor fané (Astiberri), igual de excelente:






- Dando un último giro de 180º, acabaré con dos cubiertas de Blackie Books completamente opuestas al estilo de las anteriores: la muy sobria de El evangelio, de Elisa Victoria, con una edición cuyo diseño recuerda, precisamente, el que suelen ostentar las biblias (otra cosa es que la novela tenga algo que ver, que no sé).

- Y siguiendo el mismo concepto minimalista, pero, en este caso, luciendo un color vibrante (aunque no menos elegante), encontramos Simon, de Miqui Otero. Dos distinguidos ejemplos de una editorial que suele acertar con sus cubiertas, aunque también tiene algún que otra más cuestionable, como ya veremos...

No me quiero extender más, pero sí aconsejar a quien esté interesado en el diseño de cubiertas de libros o simplemente quiera recrear un poco la mirada, que le eche un vistazo a los catálogos de éstas y otras editoriales que también publican libros de un aspecto atractivo y original, como Ático de los Libros, La Felguera, La Navaja Suiza, Errata Naturae... entre otras muchas. Por lo general, se trata de editoriales independientes, cuya labor de edición, al menos en el caso español, alcanza frecuentemente niveles de excelencia.

Mañana, vamos con las peores... No os lo perdáis.