Título original: The Big Nowhere
Año de publicación: 1986
Traducción: Carlos Gardini d'Angelo
Valoración: Muy recomendable
«Todos los policías honestos se parecen unos a otros, pero cada policía corrupto lo es a su manera». Alain Ríos
La recomendación más concreta que puedo hacer sobre el segundo libro de El Cuarteto de Los Ángeles es la siguiente: si les gustó La dalia negra, El gran desierto les va a encantar.
Asesinatos, policías corruptos, mafiosos, judíos, femme fatales, comunistas, gais, jazz… No se puede pedir más. Una novela que lo tiene todo.
El epígrafe de esta reseña hace referencia a los tres protagonistas de esta historia: Danny Upshaw, un policía corrupto que investiga una serie de asesinatos grotescos; Malcolm "Mal" Considine, un policía aún más corrupto, encargado de infiltrar el movimiento comunista que ha impregnado Hollywood, mientras lidia con la batalla legal contra su esposa europea (a quien rescató de los nazis, detalle que da cuenta de la densidad de la novela) por la custodia de su hijo; y Turner "Buzz" Meeks, un expolicía convertido en esbirro de la mafia judía de Los Ángeles, quizá el más corrupto de todos. Como era de esperarse, las tres líneas narrativas se entrelazan de manera magistral.
Cuando leí el libro, era completamente ignorante de los hechos históricos que retrata la novela. En la mayoría de los casos, lo real aporta verosimilitud y crudeza a la ficción, algo que en ocasiones me parece una pequeña trampa por parte del escritor. En mi caso, incluso desconociendo la situación de los Estados Unidos de posguerra (sin saber siquiera que estaba basado en sucesos reales), los personajes y situaciones narrados por Ellroy me impresionaron por su autenticidad y complejidad.
Figuras como Mickey Cohen, el célebre gánster judío que controlaba el negocio del juego y la extorsión en Los Ángeles, o Jack Dragna, su contraparte ítalo-estadounidense, aparecen retratados con la crudeza característica de Ellroy: violentos, paranoicos y siempre al borde de la traición.
Además, la novela se sumerge en las tensiones políticas de la época, en particular la cacería anticomunista que impregnó Hollywood durante los años cuarenta y cincuenta. Los comités de investigación, las listas negras y la paranoia generalizada forman parte del día a día de los protagonistas. Ellroy incorpora de manera orgánica episodios concretos como el caso de Sleepy Lagoon, donde un grupo de jóvenes méxico-americanos fue injustamente acusado de asesinato en un clima cargado de racismo, y los posteriores disturbios de los zoot suits. Estos hechos históricos revelan el ambiente de miedo, discriminación y persecución ideológica que convirtió a Los Ángeles en un hervidero de tensiones sociales y políticas, terreno fértil para la corrupción policial y la violencia que dominan la novela.
Si en La dalia negra nos enfrentábamos al mito del crimen irresuelto, aquí el horror es colectivo: en Los Ángeles todos conspiran, todos traicionan y nadie queda limpio.
Otras obras de James Elroy en ULAD: La dalia negra, Perfidia, Esta tormenta, Mis rincones oscuros
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