jueves, 7 de agosto de 2025

Eva María Medina: La historia sin fin

Idioma original: Español 

Año de publicación: 2025

Valoración: Entre romendable y está bien

El mundillo editorial y sus cosas. Sirva este libro como ejemplo: una apreciable novela, de una autora española, que resulta que es publicada por una editorial argentina. El mundo al revés (o al verrés, que diría Cortázar).

Sea como fuere, el caso es que La historia sin fin es una novela dostoyevskiana sobre la adicción al alcohol y sobre los efectos que la misma provocan en el propio protagonista y en todo lo que a este rodea. Vaya, un poco como la versión ficcionada de Vinagre, recientemente reseñada por estos lares!

Narrada en primera persona por Gerardo, el texto es una continua espiral autodestructiva en el que se combinan momentos de angustia y momentos de euforia, una tragicomedia delirante (en el sentido de relativo a persona que delira) pero firmemente anclada, por desgracia, en la realidad.

Entre los aspectos más destacados de la novela cabe citar:

  • Gerardo, su protagonista. Personaje bien construido y desarrollado, creíble y con el que la autora evita caer en maniqueísmos o hipérboles. En ese sentido, me gusta que la autora no juzgue, no acuse y no victimice a Gerardo.
  • El patetismo del submundo tabernario, con sus perdedores, cuñados, jetas y otros animales
  • Su posible lectura "social". Y es que... ¿por qué el alcohol sigue siendo socialmente aceptado (e incluso exaltado por alguna descerebrada de cuyo nombre no quiero acordarme)?
Peeeeeero, no todo va a ser de color de rosa. Uno es un poco tiquismiquis y esa primera persona elegida por la autora para llevar la voz de la narración no termina de convencerme del todo. Si bien su empleo en la parte final de la novela me parece una decisión acertada, su uso en la primera parte me resulta algo chocante. 

Entiendo su uso como un intento de lograr una mayor identificación, cercanía o implicación por parte del lector, pero no me termina de cuadrar tanto detalle en el recuerdo, tanta poesía o tanta lucidez en medio de borracheras tan descomunales.

Pese a esto, la sensación final que deja la lectura de La historia sin fin es favorable y me lleva, nuevamente, al inicio de la reseña, a esas dudas que a veces uno tiene sobre el funcionamiento del mundillo. En fin, doctores tiene la iglesia. O eso dicen...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Muchas gracias por la reseña, Koldo! Un honor que mi novela sea reseñada en este blog que sigo desde hace tanto…