domingo, 3 de agosto de 2025

Aldo Leopold: Un ética de la Tierra

Idioma originalInglés

Título original: A Sand County Almanac

Traducción: Jorge Riechmann

Año de publicación: 1949

Valoración: Imprescindible

"Hay épocas en que el progreso es reaccionario, y lo reaccionario es progresista." Arthur Schopenhauer 

Hace algunos años vi una entrevista a Ernesto Sábato en el programa "A fondo", realizada aún muchos años atrás, en blanco y negro. Además de ser uno de mis escritores favoritos, en esa entrevista Sábato dijo algo que me vuelve a la memoria cada vez que contemplo, desde la ventana de mi oficina, un paisaje saturado de edificios: 

Hoy, levantar edificios de treinta pisos para que vivan en esos cubículos de cemento armado y aire acondicionado niños que nunca verán el nacimiento de un perro, ni contemplarán la aparición del sol o de la luna; niños destinados a convertirse en futuros drogadictos, alienados y tristes, no es progreso. Lo revolucionario hoy sería proponer la abolición de los rascacielos.” 

Una frase del libro que aquí reseño me provocó el mismo sentimiento de urgencia que experimenté al escuchar a Sábato: 

Conocí a una señora con estudios, poseedora de la condecoración Phi Beta Kappa, quien me contó que nunca había visto ni oído a los gansos que, dos veces al año, anuncian el ciclo de las estaciones al pasar sobre su bien aislado tejado. ¿Acaso la educación no es más que un modo de cambiar una conciencia alerta por cosas de menor valor? El ganso que intente semejante trueque se convertirá pronto en un montón de plumas.” 

Estas dos afirmaciones, provenientes de dos “reaccionarios” de sus respectivas épocas, nos proporcionan la esencia de este libro, que, aunque publicado hace ya varias décadas, permanece sorprendentemente actual. Esto no se debe solo a la evidente oleada de irracionalidad que impregna a las sociedades desarrolladas (sin sugerir que otras naciones estén libres de esta tendencia, sino destacando que las primeras poseen el poder de infligir mayores daños), sino también por la urgente necesidad de reflexión individual en distintos planos: nuestro papel en la comunidad, nuestro estilo de vida, el devenir humano y la coexistencia con otras formas de vida. 

Considerado el padre de la ética ecológica, Aldo Leopold, ingeniero forestal de profesión, expone en este libro aspectos clave de su relación intelectual y emocional con el medio ambiente. A través de experiencias personales, reflexiones profundas derivadas de su contacto directo con la naturaleza, y una apreciación de la vida rural, Leopold nos introduce en las raíces del pensamiento conservacionista y proteccionista, culminando en un legado filosófico que sentaría las bases para los movimientos ambientalistas de la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. 

El libro está estructurado en tres partes claramente diferenciadas: 

1. Un almanaque del condado arenoso. Esta sección recoge los ensayos originalmente publicados bajo el título “A Sand County Almanac”. Está dividida en doce partes, una por cada mes del año, y ofrece una descripción casi poética del transcurrir de las estaciones en la vida semi-salvaje que Leopold llevaba en su granja de Wisconsin. Particularmente destacable es su narrativa sobre el tiempo visto a través de los anillos de crecimiento de un árbol a medida que la sierra pasa a través de ellos. Esta sección es sin duda la más lírica e impresionista, la más íntima y evocadora del libro. 

2. Bocetos de aquí y allá. Esta segunda sección presenta reflexiones nacidas de los viajes y observaciones del autor en diversas regiones de América del Norte. Leopold describe detalladamente diferentes ecosistemas, mostrando cómo el impacto humano altera el equilibrio natural. Podemos ver de primera mano los episodios que moldearon las ideas de Leopold. Los ensayos aquí contenidos no solo nos invitan a valorar la belleza de diversos paisajes, sino que nos confrontan con la fragilidad y vulnerabilidad de los entornos naturales ante la actividad humana. Es de destacar todas las veces que Leopold se cuestionó, arrepintió y condenó las acciones que hizo cuando joven.

3. Una ética de la tierra. En la última parte del libro, Leopold expone sus planteamientos más filosóficos e ideológicos, desarrollando claramente el concepto central de su obra: la "ética de la tierra". Aquí el autor sostiene que el ser humano debe abandonar su actitud dominante y explotadora frente a la naturaleza para adoptar una perspectiva de respeto y comunidad. Leopold argumenta de manera persuasiva la necesidad de establecer una ética que considere la tierra no solo como un recurso, sino como una comunidad a la que pertenecemos y de la cual dependemos. 

Una ética de la tierra es un libro imprescindible, no solo por su calidad literaria o su valor histórico, sino porque sus reflexiones trascienden el tiempo, convirtiéndose en un llamado urgente a replantear nuestra relación con el entorno. La vigencia de Leopold radica en haber anticipado los desafíos ecológicos y éticos que hoy enfrentamos con creciente urgencia. Por no decir que es una obra fundacional y de referencia para cualquiera que esté interesado en replantearse la repercusión de su paso por el mundo. 

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