lunes, 29 de septiembre de 2025

Pilar Fraile: Las leyes de la caza

Idioma original: Español 

Año de publicación: 2025

Valoración: Recomendable

No me extrañaría que, tarde o temprano, esta novela sea adaptada al cine o a la televisión. Elementos tiene para ello: un punto de partida interesante, buen ritmo en la narración, acertado desarrollo de sus personajes principales, tramas y temas secundarios a los que abrirse (y que en una serie darían para meter paja "a punta pala", que es lo que hacen el 99% de las putas series), etc. Pero retrocedamos y contemos, aunque sea un poco por encima, de qué va Las leyes de la caza.

Emparentada hasta cierto punto con la narrativa española reciente ambientada en zonas rurales (¿podríamos hablar de una "narrativa neorrural" española o de una revisión de aquello de civilización o barbarie?), Las leyes de la caza vendría a ser un thriller en el que el punto de partida es la desaparición de Oliver, niño de 8 años que vive con su madre (Jana) en La Comunidad, especie de secta que supuestamente huye de la ciudad, la acumulación y el consumismo desaforado de estos tiempos locos.

Hay, por tanto, una desaparición, un misterio que desentrañar, unos culpables que encontrar, etc y todo esto sitúa a Las leyes de la caza en el terreno del thriller. Pero Fraile no se queda ahí (sería todo demasiado fácil, demasiado trillado) y juega con los condicionantes o circunstancias que rodean a los personajes y abre la novela a otros territorios en los que se tratan temas como la soledad en un mundo hiperconectado, las relaciones de poder en la familia o en el trabajo, el abandono rural, el machismo, las fake news, etc. Todo ello, además, en un entorno geográfico perfectamente aprovechado para crear una atmósfera que encaja a las mil maravillas con la trama, hasta el punto de que ruidos, olores, paisajes, accidentes geográficos o fenómenos meteorológicos son más personaje que telón de fondo.

Además de esa atmósfera derivada de la utilización de la naturaleza como personaje, paso a desgranar alguna de las principales virtudes de la novela, ya apuntadas en el primer párrafo de la reseña:

  • un punto de partida interesante. ¡Ay la importancia de una primera página o un primer capítulo que te agarre de la solapa!. Aquí hay un niño desparecido, una madre que deja entrever sus problemas, una secta cuanto menos extraña y una naturaleza no sabemos si hostil o protectora. Diez páginas en las que se condensan buena parte de los ingredientes del libro y que te fuerzan a seguir leyendo. 
  • el ritmo. Fraile logra mantener la tensión de la trama, en buena medida gracias a la utilización de breves capítulos en los que se pone el foco en diferentes personajes. Ojo que no hablo aquí de cambios de puntos de vista o de monólogos interiores sino de cambio en el "foco". Algo aparentemente sencillo pero sumamente efectivo.
  • desarrollo de personajes principales, especialmente de Jana y Carmen, los dos personajes femeninos que ocupan el centro del relato. Son estos personajes complejos en los que la carga del pasado es fundamental.
  • la ambición por salirse de los "cánones" del género.
  • los paralelismos que se establecen a lo largo de la novela entre los distintos personajes y entre naturaleza y "humanidad".
Solamente un par de comentarios en el lado menos positivo: el primero es cierto desaprovechamiento de algunos secundarios (Román, especialmente) y de situaciones apuntadas (el abandono rural o las relaciones de poder en ese ámbito); el segundo son las excesivas erratas que salpican el texto. ¡Y mira que me jode, porque Candaya es una de mis editoriales de cabecera! Espero que la segunda edición tenga una mejor revisión.

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