Recuerdo que picueto me quedé cuando me enteré de que el Inmortal Bardo de Stratford-Upon-Avon, antes de convertirse en el Inmortal Bardo, pero todavía viviendo en Stratford-Upon-Avon, había tenido un hijo llamado Hamnet que había perdido siendo pequeño, para luego, unos años más tarde, escribir un drama titulado Hamlet -parece que eran el mismo nombre, en aquella época-, sobre un hijo que pierde a su padre... bueno, digamos que "se lo pierden", en este caso... "¡Oyes, casualidad, también!", que diría Koldo (no el nuestro, sino el de la pelíc... bah, dejémoslo. Y casualidad, ninguna, claro). El caso es, entonces, no pude evitar la curiosidad por esta novela de Maggie O'Farrell al ver que había sido publicada en español, más aún cuando parece que se ha convertido en uno de los "libros del año" o, al menos, una acertada campaña de promoción así nos lo ha hecho ver. Y basta ya de rollo autorreferencial, que sé que no os gusta, y vayamos al lío:
La novela trata, como cabe suponer, de las circunstancias alrededor de la muerte del hijo de Shakespeare a la temprana edad de once años; de cómo afecta a toda la familia del Inmortal Bardo etc., con especial atención a su esposa y madre del pequeño, Anne Hathaway, en el libro llamada Agnes, la verdadera protagonista de la novela, y que es presentada como una mujer fuera de lo común, conocedora de los secretos de la Naturaleza, curandera y con cierta capacidad premonitoria (no sé hasta qué punto esta semblanza corresponde con la realidad). Pero todos los miembros de la familia tienen su momento en la novela, incluyendo, claro está, al propio Bardo etc. La historia está ambientada, por tanto en el Stratford de finales del siglo XVI, cuando muere el chiquillo, aunque en su primera parte se alterna con analepsis que nos cuentan cómo, unos años antes, sus padres se conocieron, se casaron, acabó yendo Shakespeare a Londres... En todo caso, todo no es sino un marco alrededor del cuadro principal, del núcleo central que supone el fallecimiento de Hamnet.
Para despejar cuanto antes posibles dudas, lo diré sin ambages: esta novela está magníficamente escrita; cada uno de sus párrafos, páginas o pasajes -no se puede hablar de capítulos, propiamente dichos- muestran una excelencia literaria difícil de mejorar y una ambientación histórica de lo más eficaz y sugerente, basada sobre todo en la evocación sensorial, no en una retahíla enciclopédica (o wikipédica) de datos sobre el s. XVI inglés, y en una estupenda recreación -y tal vez reivindicación- del espacio doméstico como escenario en el que transcurren este tipo de novelas. Sin olvidar, además de la profundidad psicológica y la empatía con que se retrata a los personajes, la desgarradora exposición que nos ofrece de la enfermedad y la muerte, la pérdida y el duelo. Por resumir: una novela sobresaliente en todos los sentidos.
Ahora bien (y, en este caso, debo pedir perdón por poner un "pero"), he de confesar que, pese a sus muchas cualidades, a mí me ha costado un poco centrarme en su lectura, meterme en la historia que nos cuenta, al menos hasta que había transcurrido una buena parte de la misma... Sin embargo, partir de un cierto momento, ya no; de hecho, todo lo contrario. Con toda probabilidad esta dispersión lectora se debe más a mi incapacidad que a la posible incompetencia narrativa de la autora (que ya digo que no), dificultad de su estilo o algo similar. Aunque tal vez sí que en los primeros compases de la historia cueste un poco cogerle el tranquillo a una narración con continuos flashbacks o no se perciba con claridad adónde se dirige, no sé... En todo caso, debo pediros que, si os pasa lo mismo que a mí, no dejéis en el empeño de su lectura, porque al final os encontraréis con una gran novela, quizás (o sin quizás) una de las mejores de los últimos años.
Otros títulos de esta escritora reseñados en Un Libro Al Día: Tiene que ser aquí, La primera mano que sostuvo la mía, El retrato de casada
5 comentarios:
El manejo de los tiempos en esta obra es espectacular.
Sabe hilar los personajes en las escenas y tiempo con una sencillez que una dice pero cómo pasó eso.
Es de mis escritoras favoritas, porque describe, pensamientos, sensaciones y sentimientos en una forma que se percibe el drama por un momento intensamente pero al correr de la lectura se olvida por lo que escribe de otra situación. Mucho talento de la escritora.
Hola a todos, acabo de leerlo, terminé el viernes. Muy buen libro. No sabía la desgracia del hijo, ni la obra que escribió para él. Maneja bien los tiempos, flasbasck, con el atractivo de hablar de Shakespeare, de la época. Aunque la principal protagonista es Agnes, muestra muy bien su dolor, sus sentimientos. Muy buena reseña, Juan.
Lo bueno de una novela, y que realmente es lo imprescindible, es que el autor tenga un relato tan vivido e intenso, que te lance como lector dentro de esa historia. Que te deje pegado al relato, y no puedas despegarte de esas páginas, y desees siempre leer y leer, hasta saber cómo se desarrolla y finaliza la historia. Si en este caso, la autora Maggie O'Farrell lo ha conseguido, fantástico, pues por lo que parece es un libro recomendable.
Pues yo me estoy acabando la novela y desde luego la historia atrapa, describe maravillosamente sentimientos y emociones y se lee muy bien pero hay algunas cosas que me gustaría comentar. Una es que el perfil de Agnes me recuerda un poco al de Claudette, la protagonista de su novela "Tiene que ser aquí": una mujer un tanto excéntrica, muy libre, segura de sí misma, independiente, sensible... A mí personalmente no me resulta del todo creíble, la encuentro un poco fantasiosa. Por otra parte, he buscado información sobre la peste negra y resulta que terminó en el año 1353, por tanto Hamnet no pudo morir por esa causa. Un saludo.
A ver, Cristina: la peste negra es el nombre de una pandemia del siglo XIV; la peste (bubónica) es el nombre de la enfermedad, de la que todavía se siguen reportando casos en la actualidad.
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