lunes, 1 de mayo de 2023

Maggie o'Farrell: El retrato de casada

Idioma original: inglés
Título original: The marriage portrait
Año de publicación: 2023
Traducción: Concha Cardeñoso
Valoración: Muy (muy) recomendable

El retrato de casada es lo más parecido a una historia de princesas, pero de las de verdad. Un relato que desgrana todas y cada una de las violencias a las que tenían que enfrentarse estas niñas (supuestamente privilegiadas) desde el momento en el que nacían: discriminación respecto a sus hermanos varones en la educación y oferta de esparcimiento, encierro, represión de las emociones e incapacitación para tomar la menor decisión sobre su vida o su cuerpo. Vendidas como yeguas de cría por su propia familia.

Resumen resumido: Florencia, año 1560. Lucrezia, la hija menor de los duques de la Toscana se casa con el duque de Ferrara, Alfonso II d’Este. Sería un titular anodino de no ser porque (1) ella tiene quince años y él veintiocho, (2) es la novia de sustitución de su hermana mayor, María, que ha fallecido de una infección en los pulmones, (3) la casan contra su voluntad y (4) en menos de un año ella habrá muerto en extrañas circunstancias.

Es la primera novela que leo de Maggie O’Farrell y lo hice casi por rendición, por haber escuchado tantas veces y de tantas bocas las bondades de sus libros. Y elegí este por ser el último, tratando de no dejarme influir por las expectativas. Pero tanto hubiera dado porque lo que está bien, está bien. Desde el punto de vista técnico, poco hay que decir: trama, tono, tempo, voz narrativa, punto de vista… fluye como un todo, un poderoso torrente narrativo que arrastra al lector desde los primeros párrafos. La autora sabe perfectamente lo que tiene entre manos. Y luego están aspectos tan determinantes como la sensibilidad y el acierto a la hora de trazar a los personajes, plantear los conflictos, definir una atmósfera, elegir cada palabra con rigor y mimo. Aquí reside para mí la auténtica magia de la novela. Cuando un párrafo dice muchas cosas pero la mitad de ellas no están escritas:
«Ahí, enfrente de ella, hay una cosa que no ha visto en su vida. Una cosa que jamás habría creído posible. Una cosa tan emocionante e inesperada que se lleva las manos a la boca.
Las macizas puertas de madera de la villa, abiertas de par en par.
No hay guardianes en la entrada. No hay soldados armados ni hombres de librea (…). Nada, nadie. Solo el portal abierto de par en par, a la vista de todos. (…). He aquí un edificio que no necesita reafirmar su poder (…), un lugar conforme consigo mismo y con sus alrededores.»
El retrato de casada está plagado de elementos remarcables, de grandes aciertos bien ejecutados que hacen de su lectura una experiencia inolvidable. Podría llenar páginas y páginas comentando detalladamente y a riesgo de hacer algún que otro spoiler. Pero me limitaré a exponer los aspectos que me han resultado más interesantes:
  • La personalidad de Lucrezia: víctima y heroína, inteligente y con una sensibilidad por encima de la media. Ha sobrevivido dignamente a una familia incapaz de mostrarle el menor aprecio y con solo quince años se va a vivir a una corte desconocida y hostil, casada con un señor que tiene la empatía (y que solo fuera eso) regular. Todas sus vivencias, desde su nacimiento hasta el desenlace de la novela conforman un tránsito genuino por su mente y por su alma. Lucrezia enamora con su vulnerabilidad y su fortaleza, y en mi opinión, es uno de los personajes literarios femeninos más maravillosos que he tenido ocasión de conocer.
  • El acierto en la elección y desarrollo del punto de vista focalizado. No solo sirve para conocer mejor a la protagonista, si no que es un recurso poderosísimo a la hora de mostrarnos algunas escenas mil veces repetidas en otras novelas pero desde un ángulo cargado de intencionalidad. La descripción del día de la boda, desde que Lucrezia se levanta hasta que, ya de noche, se sube al carruaje con su marido, es un pasaje estremecedor sobre el risible papel que tenían las novias en su propia boda. Otro ejemplo es cómo el lector percibe el sentir de la protagonista a través de los diferentes aspectos de la vida cotidiana, como podrían ser las sensaciones al probarse un nuevo y lujoso vestido:
«Un cuello alto le tapa el suyo, casi no puede mover la cabeza: las puntillas se le clavan en la garganta. Los brazos no se ven, están enfundados en unas enormes mangas abullonadas que suben por encima de los hombros y terminan justo por debajo de las muñecas: las manos parecen patitas blancas de ratón, inútiles, que asoman por debajo de los rizados y adornados puños. Nunca se había puesto nada semejante: la cintura la corta por la mitad, las enormes mangas y las faldas recogidas la hacen parecer intrascendente y leve como un junco. No reconoce a la persona que es con ese traje.»
  • Violencia y belleza. Las descripciones, las escenas, incluso la propia atmósfera de la novela, basculan en un sutil equilibrio entre ambos conceptos. El arte renacentista con sus pinturas, edificios, vestimentas, melodías, cánticos… conviven con la violencia despiadada de los gobernantes hacia cualquiera que tenga el menor gesto que pueda interpretarse contrario a su autoridad.
  • El papel de los criados y el resto de sirvientes al servicio de los poderosos. La novela refleja muy bien esa realidad paralela a la de los protagonistas y obtiene de ella grandes personajes secundarios que juegan un papel indispensable hasta en el menor de los acontecimientos, como es el caso de Sofía, el aya de Lucrezia.
Me gustaría decir algo en contra por aquello de ganar algo de credibilidad después de tantos juegos florales, pero no voy a inventarme nada y voy a sostener mi Muy (muy) recomendable ya que, tal como he comprobado, la novela resiste frente a las expectativas altas.

Otras obras de Maggie o'Farrell reseñadas en ULAD: Tiene que ser aquí, Hamnet, La primera mano que sostuvo la mía

1 comentario:

Mar dijo...

Descubrí a Maggie O´Farrell cuando el librero del barrio me enseño uno de sus libros que se había publicado recientemente en español "Instrucciones para una ola de calor" allá por el 2013 y desde entonces soy fiel seguidora de esta escritora que consigue como pocos que te sientas identificado con todos y cada uno de sus protagonistas de una manera casi visceral. Logra envolverte con con esa complejidad fascinante y a la vez tan humana que les hace únicos.
Todos y cada uno de sus libros son muy recomendables y, como bien dices, resisten estupendamente las altas expectativas que podamos tener de ellos.