miércoles, 3 de mayo de 2023

Laurent Petitmangin: Lo que falta de noche


Idioma original: francés
Título original: Ce qu'il faut de nuit
Año de publicación: 2021
Traducción: Lydia Vázquez
Valoración: se deja leer

Los estudiantes franceses dijeron de éste que era el mejor libro del año. A veces tiemblo cuando veo, normalmente en algún autobús, que una película ha sido la comedia del año en Francia. Tampoco voy a insistir mucho, que creo que ya lo he hecho alguna vez aquí, en el enorme escepticismo que me provoca la llamada literatura juvenil. Pero vamos a ser buenistas, unos segundos: lo que importa es que lean.

¿Han pasado ya los segundos?

Lo que falta de noche es, ante todo, literatura sesgada. O sea, y creo que los ejemplos se amontonan no solo en literatura sino en muchos productos audiovisuales, su argumento se basa en la deriva ideológica de un chaval normal (deportista, algo introvertido, querido por sus padres aunque la madre falleció) que es captado por una oscura organización de extrema derecha, captado como esas organizaciones captan a los jóvenes. Aunque yo diría que en Francia los votantes de Le Pen puede que sean algo más maduritos, pero en fin, vamos a validar el planteamiento. El muchacho empieza a distanciarse de padre y hermano y a justificar las amistades que frecuenta como afirmación de su personalidad. Todo, perdonad que os diga, bastante convencional. Perfectamente adecuado para frases lapidarias como no reconozco a mi hijo o siempre saludaba que justifican el proceso de alienación. Y la historia de Fus traza un ejemplo canónico y lo lleva al extremo: el padre contempla como su hijo se aleja progresivamente de él, y deja de tener cosas en común y disfrutar de momentos de complicidad. Seguir más adelante con la sinopsis entrañaría estropear la evolución de la novela.
Me pregunto, y creo que en ninguna reseña he mostrado simpatía alguna por las opciones políticas de derechas: ¿todos los libros sobre derivas políticas no deseadas en hijos han de criticar la escora hacia las posiciones derechistas? A lo mejor ya nos ponemos pesados advirtiendo de lo sibilino del advenimiento del fascismo, el racismo, la xenofobia, de cómo arraigan entre una juventud desencantada y sin opciones... 
Nadie, entre todos los escritores de derechas, se ha mojado escribiendo una parábola en el sentido contrario. Curioso. A lo mejor temen las réplicas aceradas de la intelligentsia progresista si se lo ponen demasiado fácil. Como si Stalin no hubiera existido, como si los movimientos de izquierda radical se limitaran a quedarse alguna tarde en el sofá disertando sobre sus autores de cabecera, como si no tuviesen devaneos con la violencia o su radicalización fuese un estadio intermedio entre la rebeldía juvenil y el acomodamiento de la media edad. No es que quiera leer un libro así. Pero, considerando útil usar una novela para advertir de esos riesgos, el planteamiento de Lo que falta de noche es previsible y reiterativo, casi casi diría que tan ingenuo que, si su destino era el público juvenil, parece advertirles de situaciones que se ven llegar a la legua, quizás no de forma tan trágica y tajante, pero quizás a fuerza de incidir en la situación, nos olvidamos de que las prohibiciones y las limitaciones suelen actuar como poderosos estímulos de la curiosidad. 
Opinión de boomer.


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