jueves, 25 de mayo de 2023

Eider Rodríguez: Material de construcción

 


Idioma original: euskera

Título original: Eraikuntzarako materiala

Traducción: Lander Garro y Eider Rodríguez

Año de publicación: 2023

Valoración: muy recomendable alto

Las comparaciones son odiosas. 

Solamente voy a decir eso. La historia de la literatura dispone de muchos ejemplos de textos sobre muertes de padres o madres. Una situación humana que puede disponer de muchos enfoques, y el tono de esos enfoques, mucha vez, define a un escritor. Porque ante la muerte de un progenitor uno puede oponer un cúmulo de sentimientos que incluirán miedo, rabia, desesperación, nostalgia, por supuesto tristeza. Uno también puede  mostrarse ridículo y expresar su rendida e incontestable admiración por encima de toda lógica, porque ningún padre puede ser perfecto aunque uno pueda verlo así. Todas las reacciones son legítimas, pero no siempre canalizarlas a través de la creación literaria tiene porqué dar lugar a una obra inapelable.

Pero yo decía que las comparaciones son odiosas. 

Material de construcción no es una elegía ni una postración rendida, ni una colección de frases inconexas de admiración pueril. Es una novela (así se define en su contratapa) que parece contener mucho material autobiográfico. Pero ante todo es una narración magnífica y madura de cómo uno asiste al declive inexorable de un ser querido. Sin lloriqueos y con una descomunal habilidad para trazar diálogos que calan en apenas un par de frases, en puras expresiones propias de personas de a pie, sin pretensión moralizante, sin humor negro gratuito, más bien con una dignísima abnegación, la mostrada por Eider, la hija, que contempla como su padre destruye a fuego lento su vida por el alcoholismo. Que asiste a sus infantiles pretextos para ausentarse y aparecer de vuelta en casa asolado por la borrachera. Con tres vértices, poderosos, pero desiguales, el padre como centro de gravedad, atendiendo el negocio familiar y aprovechando cada resquicio de su jornada laboral para ceder ante su vicio. La narradora, hija que se debate entre la disparidad de sentimientos que esa situación le provoca. La madre, cariacontecida ante la situación y protagonizando fulgurantes  destellos en esos chispazos que son los diálogos furtivos, una auténtica joya que aporta vitalidad, credibilidad, ritmo. 

Un retrato familiar que podría resultar trágico y cargado en otras manos, pero que en manos de la escritora vasca  resulta duro, con pocas concesiones, pero abrumadoramente honesto. Ni lagrimeo ni pornografía emocional a cambio de unos cuantos miles de ejemplares vendidos. Lo que decía de las comparaciones. En un mundo ideal Material de construcción sería un éxito desbordante, estaría alto en las listas, aunque fuera  para agradecer ese formidable diálogo interior de la narradora, sin aspavientos, sin desgarro ni necesidad de hurgar en el tuétano del lector, de apelar al sentimentalismo de bazar.

¿La lista de todos los  escritores que deberían aprender de este libro? Podéis añadirla en los comentarios.

Otras obras de Eider Rodríguez reseñadas en ULAD: Katu jendeaUn corazón demasiado grande


1 comentario:

EPS dijo...

Estupenda crítica Francesc.

Concuerdo totalmente con tu punto de vista sobre el tratamiento de temas luctuosos, muchas veces (como tú bien dices, las comparaciones son odiosas) hablando de otros autores mucho más afamados saco a relucir el tema de la pornografía sentimental; ahora te voy a copiar el de sentimentalismo de bazar, suena exactamente a como lo quiero expresar.

¿Alguna pista sobre el origen del título?

Un saludo compañero