miércoles, 13 de octubre de 2021

Macedonio Fernández: Una novela que comienza

Idioma original: Español
Año de publicación: 1941
Valoración: ¡La concha de tu madre, Macedonio!

Dice Gastón Segura en el epílogo de este "Una novela que comienza" que "Ante el actual panorama literario, publicar a Macedonio es una absoluta provocación (...) o un esnobismo casi pedantesco". Yo diría, además de lo citado por Segura, que publicar a Macedonio es una decisión arriesgada que se justifica mucho más en criterios "artístico - culturales" que "económicos". Por suerte, aún quedan lugares en los que no siempre priman estos últimos.

¿Y por qué todo lo anterior? Pues porque se trata de un texto, al igual que el resto de la obra macedoniana, alejado de los estándares habituales, un texto mucho más recomendable para un "lector-cómplice" que para un "lector-hembra" (que diría Cortázar), ya que como dice el propio Macedonio no son páginas estas para convencionalismos.

Así, "Una novela que comienza" forma parte de una obra en constante revisión / reelaboración / reescritura que tiene su principal valor en su capacidad  para suscitar experiencia artística y en su "corpus teórico" en cuanto a Estética macedoniana de la Novela. En sus páginas, siempre impregnadas de ironía y juego, encontraremos algo parecido a esbozos de tramas con posibles personajes (Una novela que comienza), a relatos (Tantalia. El mundo es de inspiración tantálica), pero cuando todo parece "normal", irrumpe Macedonio con sus teorías y digresiones contra la novela psicológica y/o realista, contra la solemnidad o el pedestal del Arte, sobre el papel del Lector y del Autor, sobre la función del propio texto, etc.

Estas teorías y digresiones ligan a Macedonio con corrientes literarias que tuvieron  su punto álgido en los 60. Borges lo admiraba, al parecer, pero a mi me recuerda mucho a Cortázar y a la parte morelliana de Rayuela, a 62 Modelo para armar o a sus Historias de Cronopios y Famas (sobre todo en ese final "Poema de trabajos de estudio de las Estéticas de la Siesta"). Y si nos vamos a la actualidad, Katchadjian o Chejfec son dos los autores en los que la influencia macedoniana está más presente (o eso me parece).

Creo que esa influencia en generaciones posteriores es el principal motivo de su publicación y el principal punto a favor de un texto irregular pero ligeramente más accesible y humorístico que el más "crítptico" Museo de la Novela y de un autor genial e incomprensible a partes iguales. Todo un personaje. 

También de Macedonio Fernández en ULAD: Museo de la Novela de la Eterna

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