Título original: I Married a Communist
Año de publicación: 1998
Traducción: Jordi Fibla
Valoración: Muy recomendable
Hace once años me hice con la Trilogía americana de Philip Roth, en el volumen de Galaxia Gutenberg para el desaparecido Círculo de Lectores, con la ilusión de leer por primera vez a uno de los mejores novelistas de Occidente (el mejor, según algunos). Y empecé por Pastoral Americana, que me pareció una novela de calidad desigual, lenta y anodina. De modo que, decepcionado con la obra y con el escritor, dejé el volumen en el estante por años y años. Pero un libro en la biblioteca de un lector, virgen en 2/3 de su lectura completa ¿no es a la vez un reto y un pequeño deshonor? Roth merecía una segunda oportunidad.
Por medio del anciano Murray Ringold, años atrás brillante profesor de lengua y literatura inglesas del joven Nathan Zuckerman -supuesto alter ego de Roth- se nos narra en retrospectiva la historia de Iron Rinn - Ira Ringold, un mocetón de más de 1,90 m, hermano del primero y, como él, criado en un barrio duro de Newark, Nueva Jersey: obrero y cavador de zanjas, seductor, soldado, un tanto violento, polemista a veces un tanto inoportuno y apóstol ferviente de la religión de Lenin en la América de finales de los 40 y los 50, allá cuando la persecución ideológica y las listas negras. Ira se convierte en la popular estrella improbable de series radiofónicas y llega a codearse con los más florido del mundo artístico de los EEUU, sin perder por ello ni sus ideas ni, en gran parte, su desastrado estilo.
Roth no deja de ser Roth, de modo que la lectura de esta obra puede no ser del todo recomendable para quienes prefieran un discurso más ligero o un relato en el que los diálogos agilicen con frecuencia la trama. Incluso visualmente, las páginas se llenan de renglones de extremo a extremo. Hay pocos puntos y aparte, pocos diálogos en un trabajo que, si bien se extiende algo más de lo deseable -a entender de quien escribe esta reseña- es sólido, está bien estructurado y retrata, de forma verosímil y convincente, a hombres y mujeres de toda laya y estilo en un país y en un momento histórico concretos. Las piezas de la historia encajan mejor que las de Pastoral. Y es que, según avanzan las páginas, no te cabe duda de que estás leyendo a un novelista de raza.
Eso sí, prepárense para una sobredosis de EE.UU. de América –salpimentada de la cuestión identitaria judía.- Quizás este exceso sea el fruto o la consecuencia de un conjunto heterogéneo y sin embargo compacto, del gran retrato de una nación en esplendor, poco porosa a influencias externas. No en vano, estamos en el corazón de la trilogía americana.
Pero la historia de Ringold trasciende la creación y el arte y sin ser, digamos, una novela-protesta, refleja con maestría las tensiones expresas y ocultas de una sociedad fragmentada, las diversas circunstancias de las personas y, en suma, sus distintos modos de afrontar el mundo, con personajes sólidos y psicológicamente bien definidos.
Una obra de factura al alcance de pocos, pero de las que no suelen contentar a todo el público. En mi opinión y en esta ocasión, Roth deja clara su madera de gran novelista, de constructor de retratos completos y creíbles, en un trabajo estético e inteligente.
Firmado: Francisco Marín
6 comentarios:
Queridos amigos del blog, el traductor al castellano de esta novela es Jordi Fibla, además parece ser el único hasta hoy según la base de la BNE.
La reseña en cuestión excelente como de costumbre así como el detalle de rememorar al genial Philip Roth.
Saludos
Así es. Corregido queda
Uf, no sé... Mi marido se leyó la Pastoral y no le gustó nada, pero nada, nada.Eso sí, se la terminó, porque sufre lo que llaman "investment bias", o sea, que como ya llevaba más de 100 páginas cuando decidió que madre mía, pues no tuvo la fuerza de dejarlo. En fin, que me da como miedito ponerme con un libro de Philip Roth después de oír las quejas de mi marido, quien todavía las regurgita con fuerza si se le presenta la ocasión.
Yo también terminé algunos libros de Philip Roth por compromiso, como "Pastoral americana" o "El teatro de Sabbath" (recuerdo que alguna vez tildaron a Roth de "inflado" cuando le dieron el Princesa de Asturias), pero hubo algunos libros como "Me casé con un comunista", "La conjura contra America" u "Operación Shylock" que sí valieron darle otra oportunidad a Roth.
No es de mis escritores favoritos, pero sí trato de leerlo de vez en cuando.
Por qué nadie quiere a Pastoral Americana? A mi me parece una maravilla.
A mí también me gustó mucho "Pastoral americana", más que "Me casé con un comunista" o que "La mancha humana"
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