Título original: Vingt mille lieues sous les mers
Traducción: Íñigo Jauregui
Año de publicación: 1869
Valoración: Recomendable
Traducción: Íñigo Jauregui
Año de publicación: 1869
Valoración: Recomendable
Sobran las presentaciones. ¿Quién no ha leído Veinte mil leguas de viaje submarino (o alguna de sus múltiples adaptaciones) en su infancia / adolescencia? ¿Quién no ha visto a Kirk Douglas en el papel del Capitán Nemo? ¿Hay algún otro autor del siglo XIX que sea tan relevante en la cultura popular?
Como creo que la inmensa mayoría de los lectores conoceréis de sobra el argumento de la novela, no me enrollo y paso a enumerar los que para mi son sus puntos fuertes y débiles.
En el lado favorable tengo que citar:
- Las potencialidades del personaje de Nemo: Verne juega con la información que ofrece acerca del personaje, deja espacios en blanco que el lector debe imaginar y esto le confiere una poder de sugestión tremendo.
- Las potencialidades de la trama, que hacen que Verne pueda optar por diferentes ramificaciones (aventuras, ciencia ficción, distopía, etc) a la hora de desarrollar la novela.
- Las implicaciones político / filosóficas: ¿Es Nemo un libertador, un hombre que juega a ser un semiDios, un "superhombre" (aunque Nietzsche sea posterior), un pre-Kurz, ...?
- Su vinculación a corrientes de pensamiento de la época: La novela fue publicada en 1870. Bien, Darwin formuló El origen de las especies 10 años antes, Edison inventó la bombilla 10 años después, el cine se inventó apenas 25 años más tarde, etc. Veinte mil leguas de viaje submarino es un claro reflejo de esa época, de la fascinación por lo imposible.
- Su plasticidad y el poder de su imaginería, tanto en espacios interiores como exteriores.
- Un comienzo estilo Moby Dick: No tengo ninguna duda de que Verne había leído la obra de Melville, lo que se aprecia en los primeros capítulos de la novela.
- La traducción / edición de Nórdica: Se agradece volver a los clásicos y con ediciones modernas, con nuevas traducciones, formato "grande", papel de calidad, etc.
Puntos débiles:
- Cierto desaprovechamiento del personaje de Nemo: Personaje con un potencial tremendo, queda en cierta forma infrautilizado, especialmente en lo que a su "prehistoria" se refiere.
- El personaje de Conseil, que me resulta absolutamente prescindible.
- Las interminables enumeraciones de flora y fauna, que rompen con el ritmo de la novela. En ocasiones, más parece un tratado de ictiología, zoología, botánica, geología o historia de la exploración que una novela propiamente dicha.
- Exceso de didactismo, ligado probablemente a lo que citaba anteriormente acerca del espíritu de la época y de la fascinación por lo imposible.
Por cierto, suele catalogarse a Verne como escritor de aventuras, ligero u orientado al público infantil y juvenil. ¡Error, al menos parcialmente! Aunque las escenas de "acción" o de ciencia-ficción pueden hacer pensar en un texto orientado hacia lectores más jóvenes, otras posibles lecturas del mismo, vinculadas más abismos interiores que exteriores, han de considerarse dirigidas a un público más adulto. Además, y pese a que pueda sonar a broma, posee una destacable veta poética.
Sea como fuere, Veinte mil leguas de viaje submarino es una novela perfectamente disfrutable para un lector de 0 a 99 años, si bien la visión o interpretación que uno u otro puedan tener no puedan (ni deban) ser la misma. Porque aunque podamos seguir asombrándonos ante la maravilla, ahora peinamos canas, arrastramos fracasos, aflicciones, desencantos y hasta martirios. Porque antes éramos, más bien, el profesor Aronnax, cronista inverosímil e historiador de cosas imposibles, o Ned Land y ahora somos el Capitán Nemo.
También de Jules Verne en ULAD: Viaje al centro de la Tierra
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