martes, 7 de diciembre de 2021

Sebastià Jovani i Meya: Nuevas alertas de empleo

Idioma original: Español
Fecha de publicación: 2021
Valoración: Inclasificable

Nuevas alertas de empleo es un artefacto literario raro de cojones. Tiene pinceladas absurdas, influencias del bizarro y recuerda en forma y fondo a las más delirantes propuestas vanguardistas del siglo XX.

«Todo listo. El aristócrata y notabilísimo evasor Sándor Baráth está a punto de recibir en el señorial cobijo de su hogar la implacable visita del Ortodoncista Fiscal.

Que el Fisco se apiade de su avariciosa alma.» 

 
Básicamente, el volumen compila diversos textos extravagantes; textos que oscilan entre el relato de ciencia ficción new age, el pastiche policíaco-terrorífico, la versificación dadaísta o el caligrama experimental; textos que hablan de cadenas de montaje de rusos nativos, donantes de esperma para mesa electoral o reponedores de ancianos. 

«Se puede ser viejo. Se puede ser muy viejo. Pero lo que resulta inadmisible es ser rematada e irreductiblemente viejo (y vieja) y albergar la ególatra a la vez que nefasta pretensión de no dejar paso a otros ancianos mucho más óptimos y colaborativos.»

 

Como podéis ver, el contenido de este libro es una fumada en toda regla, un disparate sin pies ni cabeza. Y a su favor hay que decir que nunca se toma en serio, pero tampoco renuncia a exhibir una pátina de erudición artificiosa, una prosa barroca, un léxico sumamente pomposo, florituras retóricas, jerigonza filosófica y símbolos matemáticos.

«-Buenos días, mi nombre es Beneplácito Tudor, operador comercial de la Compañía. Estoy aquí para ayudarle, ¿puedo pasar? 

-¿Operador? ¿Compañía? Yo no he pedido... 

-No se retire, en seguida le atiendo.  

Tudor extrajo de su Kit NeuroMoDo un pulsómetro desinhibidor y lo aplicó en la cerradura digital de la puerta, desbloqueando el código de apertura. Preliminares como este eran meros formalismos de cortesía: si la Compañía podía acceder a las cavidades inconscientes de sus clientes, con más razón debía tener acceso a sus hogares.»

 

Por ponerle alguna pega a las narraciones de Jovani Meya, señalaré que se hubieran beneficiado de una mayor variedad de formatos, registros y voces. Asimismo, he echado en falta, argumentalmente hablando, un desmadre más acusado en propuestas como "Ortodoncista Fiscal de Siniestros" o "Experto en corte con cuchillo jamonero para discoteca ubicada en Cambrils". 

«Mis padres tenían toda la razón al haber elegido ese momento y no otro para abandonarme a mi suerte, pues efectivamente fue entonces cuando me desprendí del velo de la infancia y penetré en el camino de la madurez y del autoconocimiento. El Camino del Arte Jamonero.»

Llegados a este punto, voy a detenerme un momento para hablar del continente de Nuevas alertas de empleo. Y es que el incipiente Colectivo Juan de Madre nos obsequia con una edición repleta de imágenes psicodélicas, aderezada por un divertidísimo «Pre-Prólogo» y un simpático «PreFascio».

En definitiva, esta es una lectura la mar de estrafalaria a la que apenas pondría reproches. Aún y así, entiendo que a ciertas personas pueda atragantársele; en especial a aquéllas que tienen poca tolerancia por la literatura iconoclasta o los excesos estilísticos. Sin lugar a dudas, uno debe ser capaz de zambullirse incondicionalmente en esta descabellada obra para apreciarla en toda su gloria.

Ah, me comentan por el pinganillo que una fundación cuyo acrónimo empieza con la letra A, sigue con la D y termina en ECCO ha denunciado a Nuevas alertas de empleo por referenciarles satíricamente. La publicación ha sido retirada de circulación hasta que una versión censurada de la misma salga a la luz. Lo cual significa que tengo un libro prohibido en mis manos. Un libro que es a todas luces inofensivo pero que, por razones que escapan a mi comprensión, ha sido censurado y prohibido a efectos prácticos. 

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