Idioma original: Inglés
Título original: The lists of the past
Año de publicación: 1976
Traducción: Inés Garland
Valoración: Bastante recomendable
Pues estamos de celebración. Asistimos al nacimiento de "Muñeca infinita", editorial de sugerente nombre que se lanza a la arena con la publicación de "Las listas del pasado", libro de la estadounidense Julie Hayden inédito hasta la fecha en español.
Estructurado en dos partes, "Vidas breves" y "Las listas del pasado", el volumen se compone de una docena de relatos en los que parece observarse cierta carga autobiográfica y que guardan una serie de elementos comunes: la delicadeza y el detalle que los recorre, el entralazamiento vida-muerte, su carácter híbrido entre lo descriptivo y lo psicológico, su complejidad a pesar de su aparente sencillez, su estilo "cinematográfico" con el empleo del flashback y del travelling, etc.
Si tuviera que definir los relatos de Hayden de alguna manera, diría que son "realismo impresionista" (toma ya). Dejándome de gafapastismo, son textos en los que, por lo general, "nada" ocurre: no hay giros, no hay sorpresas ni golpes de efecto. Quien busque algo así que se olvide de acercarse a los relatos de Hayden. Por contra, quien guste de relatos que hablen de la puta vida cotidianeidad, de textos delicados (y hasta cierto punto evocadores) que no caigan en la ñoñería, en la cursilería o en la puñetera nostalgia del pasado, encontrará en "Las listas del pasado" un libro plenamente disfrutable.
Decía anteriormente que dos son las partes en las que se divide "Las listas del pasado". La primera de ellas, "Vidas breves", se compone de relatos que van desde los recuerdos infantiles hasta los amores no correspondidos. Quisiera destacar aquí "Ratas bebé de un día de vida", relato de un día en la vida de una mujer alcohólica con un final entre hermoso y triste, y "En palabras de", quizá el relato más atrevido técnicamente y el que demuestra un mejor manejo de los símbolos por parte de la autora.
La segunda parte, "Las listas del pasado", es un conjunto de cuentos interconectados sobre la enfermedad y muerte del "patriarca" de la familia, hasta el punto de que pueden ser también leídos como si de una novela fragmentaria se tratase. Es en esta segunda parte donde la delicadeza y el detalle de los que hablaba se manifiestan más claramente. Destacan, especialmente, el tratamiento de los diferentes estados por los que atraviesan los familiares del enfermo y el propio enfermo y del momento del fallecimiento del "patriarca", perfectos en su sencillez.
Así que muy buen estreno este de Muñeca Infinita con el rescate de un libro que, con los matices que hemos comentado, esperemos encuentre los lectores que merece.
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Aprovechamos la ocasión para charlar sobre esto de montar una editorial, libros y otras hierbas con Juan Pablo Díaz Chorne, responsable de Muñeca Infinita.
ULAD: Después de unos años en el mundillo editorial, ¿qué es lo que te anima a dar el salto a un sello propio?
JPDC: Una confluencia de factores. Por un lado, que por edad era casi un ahora o nunca para cumplir una fantasía que tenía hace bastante tiempo, y a pensar que había llegado el momento en que estoy preparado para ponerla a prueba y, porque no decirlo, seguramente a cierta necesaria ilusión e inconsciencia. Más prosaicamente, también a un despido imprevisto en la segunda semana del primer confinamiento estricto de la pandemia y a encontrarme en una nueva posición en la que no tenía tanto que perder. Llevo tiempo trabajando en el sector del libro y sé dónde me meto, con todo lo bueno y malo que tiene eso.
ULAD: Para los profanos en la materia, ¿cuánto dura el proceso desde que surge la idea hasta que Muñeca Infinita es una realidad? ¿Es tan agotador como puede parecer desde fuera?
JPDC: No sé si calificaría Muñeca Infinita como realidad. Hasta que no sea empresarial y culturalmente un proyecto viable no hablaría en esos términos. Y eso no lo sabremos en un tiempo. Si te refieres al momento de aparición del primer libro, que fue el pasado 15 de noviembre, te diría que una decisión fuerte al respecto la tomé seguramente alrededor de noviembre de 2020 y la constitución de la empresa y las primera negociaciones de derechos vienen de enero de 2021 (pero ya llevaba unos meses leyendo posibles libros a publicar). Es agotador y divertido al mismo tiempo. Más todavía cuando uno está empezando un proyecto y todo es nuevo y está por hacer por primera vez. Pero el trabajo editorial es siempre el del hombre orquesta, que trabaja sin parar en muchos frentes al mismo tiempo y en un negocio que no genera demasiadas alegrías económicas.
ULAD: ¿De dónde viene el nombre de la editorial: “homenaje” a las matrioshkas o algo más?
JPDC: Es un nombre que nos parecía que funcionaba bien para comunicar la idea que queríamos trasladar con la editorial. Esta idea de la muñeca sin fin, sí, pero también del laberinto, de la huella. Esa muñeca rusa como catálogo en que los libros se encuentren y encajen unos con otros, que lleven en su interior otros libros y otras lecturas. Nuestro lema viene a ser: Porque hay muchos libros dentro de cada libro, y muchos lectores dentro de cada lector.
ULAD: En un país en el que se lee lo que se lee (en cantidad y calidad) hemos asistido en los últimos años al nacimiento y consolidación de algunos sellos (me vienen a la cabeza MalasTierras o La Navaja Suiza) que tienen un catálogo parecido al que apunta a ser el catálogo de Muñeca Infinita. ¿Hay hueco para más gente?
Creo que siempre hay hueco para quien haga bien las cosas y tenga algo que aportar y para quien sea capaz de darle viabilidad a su proyecto en un entorno complejo a varios niveles. Estas dos cosas no son necesariamente la misma. Por un lado, los avances tecnológicos han hecho que crear una nueva editorial sea relativamente barato (al menos comparado con otros negocios), pero al mismo tiempo su supervivencia en el mediano y largo plazo es cada día más complicada. Hace poco hojeaba un libro de cálculo editorial de los años 70 y se decía que se vivía un entorno complicado porque las tiradas medias apenas llegaban a los 15.000 ejemplares. Hoy en día lo usual, incluso en editoriales medianas, es moverse entre 1000 y 2000 ejemplares para una novedad. Muchos son los llamados y pocos los elegidos. Mucho más barato y sencillo montar una editorial, mucha más competencia y dificultades para darle la rentabilidad suficiente para sobrevivir. Todas las semanas llegan a las librerías muchísimos nuevos libros y muchos de ellos son fantásticos, cada vez hay más editoriales pequeñas, medianas y grandes que lo hacen muy bien, así que el reto para la supervivencia está en captar la atención y el interés del lector entre tanta oferta hasta el punto de que quiera adquirir uno de tus títulos. A fin de cuentas, el éxito de una nueva editorial se reduce a lograr algo que se dice muy rápido pero es muy difícil de hacer, una comunidad de interés que siga tus publicaciones y se fíe de tu criterio. Construir un espacio y una comunidad desde los que compartir libros que se consideran importantes.
ULAD: Las cuatro primeras referencias del sello corresponden a libros publicados originalmente en Estados Unidos en los 70, 80, 90. Sin dar muchas pistas (por si acaso), ¿cómo es esa labor de investigación y cómo se quedan los herederos de los derechos cuando llega un editor del otro lado del charco diciendo que quiere publicar ese libro?
JPDC: Los casos a los que me he enfrentado son muy distintos ya en los primeros seis libros contratados. Algunos títulos los descubrí por una recomendación, otros investigando en webs de todo tipo, mirando en librerías, etc. En cualquier caso, no se suele tratar directamente con los herederos de los derechos sino con agentes literarios de aquí o del extranjero o con los editores originales. Aunque los primeros seis libros que publicaré son rescates, nunca habían sido publicados en español y en algunos casos nunca habían sido traducidos a otras lenguas, así que tanto los autores como sus herederos están muy agradecidos. Y luego se dan casos incluso curiosos y graciosos. Estoy en contacto con el sobrino de Julie Hayden, nuestra primera autora que publicó su primer libro en 1976 y murió en 1981. Peter, su sobrino, es guionista de series como House o The Good Doctor y su club de fans en Argentina están ya recomendando el libro en redes.
ULAD: Al hilo de lo anterior y de una reciente y absurda polémica acerca de que es más probable que te publiquen hoy en día siendo mujer, las cuatro referencias de las que hablábamos son libros escritos por mujeres. ¿Casualidad o línea editorial marcada desde el inicio?
JPDC: De entrada, diría que pura casualidad, pero no creo del todo en las casualidades. Digamos que no lo he hecho a propósito, pero inconscientemente es más que probable que me haya visto influenciado por el hoy. También, al ser una editorial de rescates, seguramente haya mejores textos a rescatar e inéditos en español de mujeres. Por otro lado, uno de los primeros libros que quise rescatar era de un hombre, polaco, pero por costes de traducción decidí dejarlo para más adelante, así que ese tipo de factores también influyen. Otro dato curioso: Los primeros cinco libros son de mujeres y traducidos por mujeres. El sexto, de una gran feminista de la segunda ola, lo está traduciendo un hombre.
ULAD: Primera referencia: Julie Hayden y “Las listas del pasado”. Relatos, autora maldita, no publicada en español… ¿Toda una declaración de intenciones?
JPDC: La idea es que sí sea una declaración de intenciones, pero también creemos que es un libro buenísimo con el que estamos muy orgullosos de arrancar. "Las listas del pasado" lo descubrí por una recomendación de Lorrie Moore en una entrevista y es perfecto para inaugurar una editorial principalmente centrada en rescates de clásicos modernos. Hayden, trabajadora del The New Yorker, publicó este, su único libro, en 1976 y poco después murió y desapareció del mapa hasta que en 2010 Lorrie Moore, que la había descubierto en la universidad, leyó un relato suyo en un pódcast del mismo The New Yorker, "Ratas bebé de un día de vida", que se hizo viral y el libro en un tesoro que encontrar en las librerías de viejo. Salieron algunos artículos de prensa sobre su vida y obra y en 2014 a Cheryl Strayed, autora de "Salvaje" (convertida luego en una película protagonizada por Reese Witherspoon), le encargaron recuperar un libro descatalogado que mereciera una segunda vida. A través de una amiga y su post de Facebook descubrió a Hayden y quedó tan enamorada y sorprendida por el hecho de que no estuviera publicada como yo mismo años después. Un pódcast, Facebook, y un libro que aparece y desaparece y que además le habla muy bien a nuestro presente. ¿Qué mejor título para rescatar e inaugurar una editorial de este tipo?
ULAD: Tirando un poco más del hilo, ¿veremos en 2022 en el catálogo de Muñeca Infinita algún libro de autores “actuales”?
JPDC: Pues no era mi idea en un principio, pero justo estoy pensando en contratar a una autora de un país del este que escribe en francés. La novela se publicó en 2016 y ella nació en 1982, así que sí creo que puede hablarse de actual. De todos modos, aunque hay una gran felicidad en descubrir nuevas voces (y no renunciamos a ella) no es menos hermoso rescatar del fondo de una estantería o del olvido grandes libros y decirle al lector: mira lo que te has estado perdiendo. Esto es una maravilla y estaba completamente olvidado o nunca había llegado hasta aquí. En cualquier caso, también publicaremos algunos títulos ya editados hace muchos años en España pero que se encuentran injustamente desaparecidos de las librerías o con traducciones manifiestamente mejorables. Y también como te comentaba algunas novedades, pero no por el hecho de serlo, sino porque realmente valgan la pena, pensamos que vayan a perdurar y dialoguen bien con el catálogo.
ULAD: Pregunta obligada a todo editor: ¿qué autores actuales te gustaría que aparecieran en el catálogo de Muñeca Infinita? ¿Qué libros de cualquier época te hubiese gustado publicar?
No sé si estoy malinterpretando la pregunta, pero soy muy contrario a esa idea de confundir catálogo de una editorial con gusto personal. El gusto personal está ahí, pero es sólo uno de los factores a la hora de publicar un libro, tanto o más importante que el gusto personal es que nuestros títulos sean considerados como necesarios por los lectores actuales y como pertinentes para hablarle a nuestra época de los temas que a todos nos conciernen. Digamos que creo que hay que mirar más al afuera que al adentro a la hora de publicar. Al menos yo siempre pienso a la hora de contratar un libro en por qué considero importante publicarlo y cómo voy a comunicarlo a los demás.
Si la pregunta es qué autores actuales les “envidio” a otros editores, te diría que algunos nombres que se me pasan rápidamente por la cabeza serían: Coetzee, Jane Smiley, Yuri Herrera, Emiliano Monge, Sara Mesa, Eider Rodríguez, etc.
Entre los clásicos: Beckett, Munro, Faulkner, Diderot, Montaigne, Joseph Brodsky, Graham Greene, Juan José Saer. Tantos…
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