Pues sí, queridos. Acabamos este pandémico 2021 y queremos hacerlo por todo lo alto. Porque el próximo 1 de marzo de 2022 este sacrosanto blog cumple 13 años (o 12 + 1, que dirían los supersticiosos) y ha llegado la hora de celebrarlo con vosotros. Así, gracias a la anónima y desinteresada aportación de un mecenas que desvelaremos en tan señalada ocasión, hemos reservado para el fin de semana del 26 y 27 de febrero una planta entera de Hotel Bali (Benidorm) con el fin de celebrar... ¡el I CONGRESO ULADIANO!
Estamos hartos de virus, de pandemias, de provacunas y antivacunas, de AstraZeneca, Pfizer y demás familia. Es hora de reunirnos y celebrar, con todas las medidas que las autoridades ordenen, la entrada en la adolescencia del blog.
Por supuesto, estaremos el equipo actual de ULAD y antiguos colaboradores. ¡Pero queremos contar con vosotros! El aforo y el presupuesto son limitados, así que aquellas personas interesadas en acudir (con un máximo de dos personas por familia) deberán enviar un mail a unlibroaldia@gmail.com con sus datos personales con el fin de ir gestionando las reservas.
Por último, y pese a que a medida que os pongáis en contacto con nosotros os iremos detallando el programa de festejos, os adelantamos algunas de las actividades: talleres de escritura, talleres de crítica literaria, cata de vinos, batucada, visita guiada por la ciudad de Benidorm, pase VIP para la discoteca Privilege y una mariscada bien surtida para todos, con su opción vegetariana o vegana para quien así lo solicite en la inscripción al evento
Además de esto, contaremos con la presencia exclusiva de uno de los escritores del momento, de un gran amante de las playas y la gastronomía española: el gran... ¡¡¡¡MICHEL HOUELLEBECQ!!!! Vale, inicialmente queríamos contar con Ana Iris Simón, pero entre la reseña poco elogiosa de Santi y que está liada con su nueva novela "Ramiroquai", una ucronía en la que un joven falangista llamado Ramiro Ledesma descubre la música electrónica, pues hemos tenido que recurrir al astro francés. Por cierto, ese sábado 26 de febrero... ¡es el cumple de Michel!
Lo dicho, gentes: enviadnos un mail a unlibroaldia@gmail.com para ampliar información e ir cerrando detalles.
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Dejémonos de falsa modestia. El único debate para hablar de la mejor estrella literaria del siglo es si su ejército de incondicionales debe llamarse houellebecquianos o houellebecquistas. Todo lo demás son zarandajas, y si de algo ULAD debe sentirse orgulloso es de que , a toda prisa y encajándolo en fechas, antes de que las onerosas filtraciones sobre su próxima novela, Anéantir, precipiten el estallido promocional, Michel Houellebecq nos haya concedido una entrevista en mucha profundidad.
Porque el amigo José de Montfort dejó algunos aspectos no tratados en su afanoso intento anterior, pero es lo que tiene el músculo financiero. Nosotros hemos apostado fuerte (cuatro cartones de Gauloises - le da para un par de días-, un par de vouchers para seminarios de enología y un pase VIP para el tour "Murcia, qué hermosa eres") y aquí está el resultado.
Impertinente. Nocivo. Obsceno. Cínico. Enfadado. Narcótico. Tozudo. Experto. Solitario. El es Michel Houellebecq.
ULAD: Sr. Houllebecq, ¿Qué se siente sabiéndose el mejor escritor de todos los tiempos?
M.H.: Bueno, es algo que llevo con modestia y naturalidad. Pese a eso, me gustaría que me dieran más premios y pasta. No sé, el Nobel, el Planeta, el Nadal, el del Ayuntamiento de Motilla del Palancar... Todos. Lo que pasa es que me tienen manía porque alguna vez se me ha calentado la boca y eso no me lo perdonan.
ULAD: ¿Está preparando una novela sobre la pandemia?
M.H.: No exactamente. Es sobre otra pandemia, la de los escritorzuelos "guapetes" a los que su puta editorial española les hace tanto caso que se olvidan de que tienen en su catálogo al mejor escritor de la Historia.
ULAD: ¿Usted cree en las vacunas?
M.H.: Yo solo creo en Michel Houellebecq, los Gauloises y el Burdeos.
ULAD: ¿Cuál fue la fuente de inspiración de su última novela?
M.H.: La parienta (la de ahora, quiero decir). Qianyum, luz de mi vida, fuego de mis entrañas... De ahí que Anéantir sea mi novela más luminosa, tanto como una cerilla encendida en la cara oculta de la Luna.
ULAD: ¿Puede hablarnos de su proceso creativo?
M.H.: No, que luego me lo copia Carrere. Sólo diré que los Gauloises, el tintorro y Tinder tienen mucho que ver.
ULAD: ¿Qué se siente sabiéndose un icono sexual tanto para mujeres como para hombres?
M.H.: Y no te olvides de todas esas cosas nuevas que hay hoy en día que no se sabe si son carne o pescado. Dicho esto, pues igual que lo de ser el mejor escritor del mundo: con modestia y naturalidad. Creo que en mi persona se concentran el ideal clásico de la belleza física y una mente privilegiada.
ULAD: ¿Hasta dónde llega su amistad " íntima" con Gérard Depardieu?
M.H.: Es verdad que Thalasso tenía una alta carga homoerótica, pero eran exigencias del guion. ¡Yo soy un macho galo de los de toda la vida! Lo único que comparto ahora mismo con Gerard es asesor fiscal.
ULAD: ¿Su aparición como personaje en el último álbum de Ásterix supone su consagración definitiva como una gloria nacional francesa o es más bien usted quien ha dotado de inmortalidad a esos dibujitos de galos bigotudo?
M.H.: Creo que es una pregunta absurda. Lo cojonudo es que no me han mandado ni un puto ejemplar de prensa. Bueno, tampoco Flammarion ni Anagrama. Al final me voy a tener que comprar mis propios libros.
ULAD: 734 páginas ¿No cree que ese exceso inusitado puede cargar las armas de sus enemigos?
M.H.: ¡Que se jodan y se las lean enteritas! No, de verdad, es una puta obra maestra que dudo pueda crearme (más) enemigos, aparte de los moros, los suecos, las feministas, los maricas y toda esa ralea
ULAD: De sus estancias en España recuerdo las menciones a David Bisbal en La posibilidad de una isla. ¿De verdad un cantante espantoso es lo único que merece que usted mencione acerca de la cultura ibérica?
M.H.: Eh, también hablo de las playas nudistas y de los puticlubs de la A3! Y de lo que no hablo, he de confesar que me gustan mucho las migas, el kalimotxo, Andrea Levy, los casettes con los chistes de Arévalo y el Gran Prix.
ULAD: Una celebridad de su repercusión, ¿nunca se ha sentido tentado por dar el salto a la política?
M.H.: El único salto que tengo previsto dar es el salto del tigre esta noche con la parienta.
ULAD: De que hay más en su ordenador: ¿porno, música tecno o planes de acabar con Carrére?
M.H.: 95% porno y 5% tecno. Lo de Carrere se lo he encargado a unos sicarios albanokosovares.
ULAD: ¿De los tres países dónde ha vivido (Francia, obviamente, Irlanda y el Cabo de Gata en España), en cual lo han tratado mejor? ¿Y peor? ¿Cómo han sido esas experiencias?
M.H.: Me quedo con España porque el tabaco y el tintorro son más baratos. En Francia son un poco estirados (mira, por ejemplo, el mongolo de Henri-Levy) y en Irlanda cuando no están bebiendo orín de caballo están follando con animales de granja y a mi ese rollo no me va.
ULAD: ¿Cómo justifica estar influido por Celine, Sade, Lovecraft, Camus, Huxley y tener un estilo plano? ¿O no es verdad que usted haya confesado tal cosa?
M.H.: ¿Plano yo? Te reto a duelo cuando quieras. Y, otra cosa, ellos me plagiaron a mi. Se llama plagio por anticipación.
ULAD: Por último, ¿qué nos puede adelantar de cara al evento del 26 y 27 de febrero en Benidorm?
M.H.: Estoy muy contento de que se hayan acordado de mí y por eso hago esta excepción a lo de no conceder entrevistas ni promocionar Anéantir. Para ese fin de semana, estoy pensado en llevar de acompañante a Frederic Beigbeder! Si se viene Fred, los baños del parlamento británico comparados con los del Hotel Bali pueden parecer un jardín de infancia.
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