lunes, 7 de noviembre de 2022

Joshua Cohen Los Netanyahus

Idioma original: inglés

Título original: The Netanyahus

Año de publicación: 2021

Traducción: Javier Calvo

Valoración: está bastante bien


-¿Los Netanyahus? No sé quienes son esos, pero me suenan de algo...

-Normal, porque se trata de un apellido más que conocido: el del político (ultra)conservador israelí Benjamin "Bibi" Netanyahu, que ha sido en varias ocasiones primer Ministro.

_¿Ah, sí? Pues ni idea... yo es que no veo las noticias...

-Ya me imagino. Pues bien, los "Netanyahus" del título se refiere, en efecto, a  su familia y a él mismo, en este caso cuando era aún un niño y su padre Benzion trataba de ser contratado como profesor de Historia en EEUU.

-Humm, qué interesante... (disimula un bostezo).

-Puede parecer un tema no muy divertido, pero, sin embargo, esta novela sí lo es y mucho. Porque, para empezar, el argumento está basado en una anécdota que contaba Harold Bloom, el autor del controvertido canon literario (al menos en este blog): en cierta ocasión, dadas ciertas complicadas circunstancias, tuvo que hacer de anfitrión de la familia Netanyahu, que había acudido junto al pater familias a que éste impartiera una clase como profesor invitado en la universidad de Bloom... y digamos que la cosa no acabó tan bien como cabía esperar. La historia, al serle referida a Joshua Cohen, le sirvió a este para pergeñar esta novela, protagonizada aquí -y narrada- por el profesor Ruben Blum, historiador económico del Bronx neoyorquino que se ha trasladado con su familia a la pequeña universidad de Corbin, en el norte... no, perdón, en el oeste del estado. Allí es donde, en 1960, también pretende ser contratado el doctor Netanyahu, historiador especializado en la Inquisición ibérica y, puesto que por aquel entonces Blum es el único profesor judío del campus, se le pide que forme parte del comité de contratación y, además, sea el anfitrión del israelí. Lo que se vuelve una gran complicación cuando éste aparece en medio de una gran nevada, junto a su enérgica esposas Tzila y sus tres asalvajados hijos varones (Benjamin es, paradójicamente el del medio).

Como ya he dicho, la novela resulta muy divertida porque el tono empleado por Cohen es, en todo momento -o casi- humorístico. En realidad, más de la mitad del libro se centra en las cuitas del profesor Blum: laborales -pues aún no ha sido hecho profesor titular de la universidad y debe andarse con pies de plomo-; familiares -tanto en lo que se refiere a su tozuda hija adolescente como a la injerencia de sus padres y suegros, judíos neoyorquinos todos, pero de diferentes orígenes y clase social-; pero también "existenciales", por así decirlo. Blum es un tipo modesto e inseguro, quizá incluso un tanto pusilánime y se ve obligado a afrontar con⁹ sus limitados recursos tanto los prejuicios a su condición de judío como su escasa consideración como historiador. Algo que contrasta sobremanera con la arrogancia autoconfianza del doctor Netanyahu, sionista militante e "innovador" en sus estudios históricos -por limitada que fuera su formación-, estudios que él además pone al servicio de la causa sionista y de su concepción de lo que debe ser Israel. Algo que queda más que evidente en la segunda mitad del libro, cuando aparece la familia Netanyahu -aunque anteriormente ya hemos conocido bastante la figura del padre a través de un par de cartas hablando de él que le son enviadas a Blum-; a partir de este momento, la sonrisa que la ironía de Cohen había plasmado en el rostro del lector (de este lector, al menos) deja paso, en más de una ocasión, a la franca risa, cuando comprobamos que el desastre puede acechar en cualquier recodo del camino -más aún si se encuentra cubierto de nieve-... o, como bien expresa cierto dicho, "el diablo está en los detalles".

En resumen, una novela de campus bastante divertida, aunque tal vez podría ser más vitriólica, en la que se da un cierto repaso, entre otras cosas, a las formas que adopta o ha adoptado la "juidicidad" (no sé si existe el palabro), esa circunstancia cultural/religiosa que, no lo olvidemos, ha nutrido la literatura de tantos y tan buenos escritores. De forma más sutil, también quizás más profunda, es una novela sobre cómo ocupamos nuestro lugar en el mundo y, sobre todo, cómo fingimos que merecemos ocupar ese sitio o el que aspiramos a ocupar. Y, sobre todo, sospecho que será un libro que le dificulte a Joshua Cohen la posibilidad de visitar Israel en un futuro, ahora que Bibi ha vuelto a ganar las elecciones. En cualquier caso, yo no me arriesgaría...

5 comentarios:

El Puma dijo...

Hola, Juan! Espero que estés muy bien.
Cuando leí el título del libro reseñado pensé que trataría sobre Bibi y su hermano mayor, Jonathan, comandante del equipo israelí que llevó a cabo la llamada Operación Entebbe, mediante la cual se liberó a mas de 200 pasajeros de un vuelo de Air France secuestrado por terroristas palestinos y alemanes, que después de repostar en Libia terminó en Uganda, por entonces en manos del tierno dictador Idi Amin. Jonathan murió en combate y es considerado un héroe nacional de Israel.
Como bien señalas, Bibi no era el hermano mayor, pero no hace falta ser Freud para adivinar que muy probablemente estar a la sombra de su hermano lo haya llevado a ser quien es.
De todos modos, Los Netanyahus pinta bien. Y tu reseña me trae reminiscencias del Philip Roth de los 60s, lo cual redobla mi interés.
Un fuerte abrazo!

Juan G. B. dijo...

Hola, Puma, ¿ qué tal estás? Quiero aclararte que en la novela sí que aparecen los hermanos Netanyahu, teniendo Jonathan además, un papel destacado y no menos peliagudo...aunque de esta salió vivo claro ( por pico). Es una novela muy divertida y bastante "rothiana", en efecto, que estoy seguro de que te gustaría.
Un afectuoso saludo.

Carlos Andia dijo...

Ese episodio que comenta el Puma creo recordar que dio lugar a una de esas abominables películas de comandos tipo Hombres de Harrelson, que se llamaba 'Rescate en Uganda', o algo así.

A cambio de esas heroicidades, el listo de Bibi parece haber optado por algo más lucrativo como dirigir gobiernos ultras y machacar palestinos, con algunos ingresos extras para ir tirando.

Saludos a los dos.

Juan G. B. dijo...

Me permito intervenir otra vez ( sin que sirva de precedente) para comentar que Bibi, aunque ahora le veamos un tanto fondón, también formó parte del mismo cuerpo de élite del ejército israelí, el Sayeret Matkal.
Su política hacia los palestinos supongo que está inspirada más bien en el campo de estudio de su padre, especialista, como he mencionado en la reseña, en la Inquisición española de la época de los Reyes Católicos...

mjose dijo...

A mí me hizo sonreír. La escena final es antológica.