Año de publicación: 2021
Valoración: Recomendable
Aquelarre de cuentos es una antología que compila diecisiete ficciones. Diecisiete ficciones que han sido escritas en español por autoras de trece países distintos. Diecisiete ficciones que se relacionan con el terror moderno en sus más variados registros. Diecisiete ficciones que exploran cuestiones vinculadas con lo femenino (el salto a la adultez, el deseo, la maternidad, el encierro o la misoginia, entre otras). Diecisiete ficciones que, en conjunto, exhiben un nivel literario altísimo. Abordémoslas:
"El grito", de Mariana Torres, es un microrrelato de corte surrealista que funde la plasticidad de sus imágenes con su vocación metafórica.
"La Hostería", de
Mariana Enríquez, junta la represión sexual con los fantasmas provocados por la última dictadura argentina.
"Susana", de Gabriela Arciniegas, retoma el motivo introducido en "El grito" (motivo que recuperará, a su vez, "En paz").
"Cantata", de Adriana Díaz Enciso, es una pieza sumamente inquietante que destaca por su opacidad conceptual y su lograda atmósfera.
"Luto", de
María Fernanda Ampuero, se lee con el corazón encogido, pues rebosa crueldad y violencia. Abstenerse estómagos delicados.
"Los seis pies del gato", de Carmen Boullosa, trata sobre la maldad cotidiana y los ecos que ésta provoca.
"Matadora", de Solange Rodríguez Pappe, se disgrega en muchas direcciones para, finalmente, culminar en un potente clímax.
"Los maullidos", de
Gemma Solsona Asensio, se narra a modo de crónica y denuncia de forma indirecta la opresión que sufrieron muchas niñas y jóvenes huérfanas durante el franquismo al ser internadas en las instituciones llamadas «centros para señoritas».
"La enana en el tren" y "En la silla de ruedas", de Ana María Shua, son dos ejercicios de surrealismo en formato breve.
"Las pisadas del hambre", de Ana María Fuster Lavín, es una historia de vampiros que logra rehuir lo convencional y tiene buenos momentos, aunque su acabado y estructura no me acaban de convencer.
"En paz", de Claudia Salazar Jiménez, resulta entretenido y alberga saludables dosis de humor negro.
"Cosita", de María del Carmen Pérez Cuadra, es tan perturbador como absurdo (conste que esto último lo digo como un halago).
"Afrodita", de Alicia Fenieux, presenta un detallado escenario distópico. Reflexiona acerca de la sexualización de las menores de edad y la delgada línea que separa el ocio voluntario de la presión de grupo.
"María", de Alexandra Pagán Vélez, es muy lineal en su escueto planteamiento, pero alberga descripciones bastante asquerosas que harán las delicias de aquéllos a los que este tipo de cosas nos interesan.
"La joya", de Daína Chaviano, parece salido de la pluma de un Edogawa Rampo occidentalizado y nos obsequia con un desenlace propio de uno de esos hentai directos a DVD de los noventa.
"El Ojo", de Liliana Colanzi, recuerda sobremanera a Carrie, pues contiene una turbia dinámica entre una madre y su hija, fanatismo religioso y puritanismo trasnochado.
En resumen, Aquelarre de cuentos es un volumen agradecidamente ecléctico. La calidad promedio de los componentes del mismo es, cuanto menos, elevada. ¡Así da gusto participar en una misa negra!
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