Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 1974
Confieso que Carrie es el primer libro de Stephen King que he leído, y me ha gustado mucho. Y reconozco que me ha animado mucho a hacerlo el haber visto la nueva versión para la gran pantalla que se ha rodado, la admiración que varios amigos míos profesan por King, y, asimismo, un atractivo artículo que sobre él escribió Santiago Roncagliolo en el suplemento de El País hace unos meses (“Yo sé quién no ganará el Nobel”, se titulaba; bastante revelador, ¿no?). Como mucha gente, llevo toda mi vida disfrutando de las historias de este genio del terror gracias al Séptimo Arte, pero hasta ahora no sabía nada de su forma de escribir, de cómo arma y describe a sus personajes, de las atmósferas que es capaz de crear sin aspavientos ni atrevimientos estilísticos. O al menos, esto me ha transmitido Carrie.
Carrie es la primera novela que publicó Stephen King (pese a que era la cuarta que escribía) cuando era un veinteañero pobre que vivía en un remolque con su fiel esposa Tabitha. Se dice que el escritor creyó que su historia no valía para nada a las primeras páginas, que se deshizo de ellas, y que fue
su esposa la que las rescató y prácticamente le obligó a que la terminara.
Y qué bien hizo Tabitha…
Polémica y censurada, admirada y temida a partes iguales, Carrie cuenta la tremenda, triste y terrorífica historia de Carrie White, la típica chica pobre, tímida, solitaria y rara a la que el resto de sus compañeros de clase machacan impunemente con toda clase de humillaciones y fechorías sin que la pobre pueda defenderse y sin que nadie se ponga de su parte. Lo que sus instigadores no saben es que la presunta inofensiva quinceañera es una poderosa donataria de telekinesia, una habilidad que le permite mover y lanzar toda clase de cosas a su antojo. Y el hecho de sufrir un horrendo episodio de burlas en las duchas de su instituto (tiene su primera menstruación y no sabe de dónde llega esa sangre y sus compañeras la lapidan a base de tampones y compresas) y la creciente locura y agresividad de su madre, una fanática religiosa, harán que sus habilidades comiencen a incrementarse de forma escandalosa, sobre todo, cuando ciertas personas de su entorno la hagan víctima de una grotesca broma.
Los que tanto hablan de “bulling” actualmente, que no crean que se trata de un fenómeno diagnosticado y estudiado desde hace sólo unos pocos años. El acoso escolar de toda la vida, que deja claro que los malvados hacen de las suyas en cuanto pueden, en cualquier contexto y a cualquier escala, queda bien reflejado en Carrie, una novela brillante en la que la dulce Carrie acaba convertida en un verdadero monstruo por culpa de su entorno y cuya madre, Margaret White, está engendrada por King con tanta pericia y mala leche que logra desbancar a la progenitora de Norman Bates como una de las madres más espeluznantes del mundo de la ficción.
Nota: la nueva película de Carrie que acaban de estrenar es, en mi opinión, bastante menor a la que se hizo en los 70, apenas dos años después de que se publicara la novela. Pero es que la dulce Chloe Moretz no tiene nada que hacer ante la cara imposible de Sissy Spacek. Aunque, eso sí, Julianne Moore borda su papel de madre chiflada.
También de Stephen King en ULAD: Aquí
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8 comentarios:
Yo no soy muy fan de King, pero reconozco que este libro es buenísimo. Uno de los mejores junto con El resplandor.
Por si quieren echar un vistazo a mi nuevo blog sobre libros :) Felices fiestas! http://papelyletras2013.blogspot.com.es/
Carrie es un pedazo de novela y no solo del genero terrorifico. Y en este genero es todo clasico,una especie de moderna version de Frankenstein, en donde el lector lo que quiere al final es que el " monstruo " (en este caso menos monstruoso que nunca) le de para el pelo a los normales del insti... Y que les reviente la cabeza, que narices.... Carrie, tu eres de las nuestras!
Gracias por los comentarios a todos.
Y Jonan, qué razón tienes al decir que desde las primeras líneas los lectores nos ponemos de parte del monstruo.
Me lo pasas x mail? gimme_012@hotmail.com
Bueno, yo creo que es de lo más lógico ponerse de parte del "monstruo", en este caso, porque la pobre Carrie es en realidad una víctima de todo lo que la rodea. Su madre está desiquilibrada, lo que obviamente contribuye a que Carrie crezca sin amigos y convertida en un bicho raro, y sus compañeras de instituto son unas indeseables que prefieren reírse de ella (no puede ser un blanco más fácil) a ayudarla.
Con este panorama, lógico que nos pongamos de su parte y que celebremos el horror final, porque, desgraciadamente, no hay otra manera de que esta historia termine bien.
Carrie es, por eso, no sólo una historia de terror, sino una llamada de atención y una reflexión sobre temas más profundos que los poderes telequinéticos de una adolescente marginada: King reflexiona sobre el acoso escolar y, sobre todo, sobre lo que una mente desequilibrada y el extremismo religioso (en este caso, pero puede ser de cualquier tipo) pueden llegar a ocasionar.
Además de empatizar con Carrie, la seguimos como si fuera una cenicienta con ese baile de graduación a la inversa. Un cuento macabro y cruel con un gran final.
No tiene mucho que leí el libro y hace poco subí un post en mi blog donde pongo 10 portadas que más me gustaron de esta novela, espero puedan verlo :)
♡ https://prisionera-de-libros.blogspot.com/2018/10/ediciones-carrie.html
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