viernes, 12 de septiembre de 2025
Ibán Manzano: Las casas que arden
jueves, 11 de septiembre de 2025
Victor Bockris/Gerard Malanga: Up-tight. La historia de la Velvet Underground
Título original: Up-tight
Traducción: Antón López
Año de publicación: 2009
Valoración: muy recomendable
Madres de libro, no serán, pero la Velvet Underground pasará a la historia como la referencia necesaria para entender la cultura rock en su perspectiva más ambiciosa: la que incluye sonido, imagen, influencia cultural de amplio alcance my actitud vital.
Antes de todo, por eso, reconocer que ese movimiento es, ya hace bastante, un cadáver tendido en una sala de autopsias frente al cual un montón de empresarios hacen las veces de forense e intentan sacar algún provecho, el último, de algún tejido, de alguna víscera.
Rock, entonces, es una palabra que ha sido desecada a la intemperie hasta extraerle cualquier implicación y convertirla en una etiqueta más. Solo un reducido interés mercantil en la industria de influencia anglosajona impide su inhumación definitiva.
Incluso esos esforzados tiktokers o instagramers que se empeñan en recuperar las colecciones de música de sus padres (espoleados, a lo mejor, por el dudoso resurgimiento del vinilo a precio de beluga) acabarán tirando la toalla ante lo incoherente de su planteamiento, reivindicando por igual a Alan Parsons y a los Talking Heads, a Fleetwood Mac y a Led Zeppelin.
Aunque series de máxima repercusión, como The Bear, se obstinen en rellenar de esos sonidos añejos su inexplicable última temporada.
Por eso, precisamente, leer Up-tight se presenta como una especie de ejercicio de rememoración de aquello que no volverá.
Oportunidades como leer este libro hay muy pocas. Una trama en avance, la correspondiente a la génesis de una banda, a su integración en su entorno - qué hay más estereotipadamente r'n'r que la ciudad de Nueva York - a la progresiva complicación de su carrera derivada, sobre todo, del conflicto de egos, hasta su atomización.
Más que una crónica de una banda, esto parece una tragedia por episodios, y cuando hablamos de los estereotipos del r'n'r, ninguno de los ingredientes básicos puede faltar.
Baste recordar que, fuera de este período de apenas una década que va de sus escarceos hasta su desaparición, los miembros (propios u honorarios) de la banda, tuvieron diversos finales de curiosos pelajes- Andy Warhol murió en un episodio con severos tintes de negligencia médica, o Nico, que falleció en Ibiza en un absurdo accidente de bicicleta.
O sea: nada de glamourosas muertes, de engrosar el club de los 27, de llamar la atención de pacíficos vecindarios con la acumulación de furgones policiales a horas intempestivas.
Intentar penetrar en mentes tan diversas como las de Warhol (cuya figura en primer plano se difumina entre ser el ideólogo del grupo, el mentor de sus componentes, o cualquier otra cosa), John Cale o Lou Reed - sosteniendo una tenaz pelea de fondo por dominar la banda también nos es contrapesado con las oscuras aportaciones de los miembros menos mediáticos.
Gozar con ese retahila de testimonios extraídos de entrevistas, confesiones, conversaciones (los autores parecen entrar y salir de la constelación cultural que el grupo aglutinaba).
No negaré que esa erótica queda un poco supeditada a esa condición.
O estaban allí o conocen a quien estuvo, y eso convierte su testimonio en esencial.
Rara vez se dispone de una crónica tan detallada y fehaciente de cómo un grupo de músicos inician una carrera, publican un primer disco que anticipa por lustros y décadas estilos musicales venideros (del dream-pop al after-punk, pasando por el punk), sufren un choque de egos entre sus componentes - incluso entre algunos que no lo son y acaba con su disolución.
Anda: no había dicho que al margen de los dos componentes más destacados del grupo fueron Lou Reed y John Cale, estuvieron Maureen Tucker, discreta batería qua aún vive o Sterling Morrison, bajista fallecido hace décadas, y algunos otros músicos, productores, promotores, fotógrafos, etc. Sus entrevistas y opiniones se suceden en este libro que parece ser como una revista (con mucho componente gráfico) que se va actualizando a medida de que el planeta toma conciencia de su majestuosa importancia.
No es para menos.
Todo cuajado de anécdotas, de intervenciones que pueden parecer no venir al caso, pero que completan un retrato fresco, verídico casi hasta la desesperación.
En fin, que salvo que pienses que la música es una expresión artística de la que uno puede prescindir, esta es una recomendación entusiasta y sin paliativos.
miércoles, 10 de septiembre de 2025
James Ellroy: L.A. Confidential
Título original: L.A. Confidential
Año de publicación: 1990
Traducción: Carlos Gardini d'Angelo
Valoración: Muy recomendable
La edición que tengo del Cuarteto de Los Ángeles de James Ellroy es un verdadero tabique de más de mil páginas que reúne las cuatro novelas. Y, como las páginas casi no pesan, apenas terminé El gran desierto seguí de corrido con L.A. Confidential. Debo admitirlo: fue un error.
Aunque sigue la línea de las entregas anteriores: historias atravesadas por crímenes, corrupción y violencia; esta tercera novela marca un cambio de tono importante. Ellroy baja la intensidad de la brutalidad y del vértigo narrativo que había impulsado desde La Dalia Negra y, con mayor fuerza, en El gran desierto. El foco se desplaza hacia las maniobras políticas y la psicología de los protagonistas. Por supuesto, no deja de ser una novela policiaca, con su trama articulada en torno a una investigación criminal, pero la violencia pasa a un segundo plano, como si Ellroy quisiera ensayar un registro más introspectivo y estratégico.
El cambio se refleja también en los recursos narrativos. Si en El gran desierto abundaban las escenas descritas como si fueran tomadas desde la lente de una cámara, reflejo del ambiente hollywoodense donde transcurría la acción; en L.A. Confidential el eje es la prensa sensacionalista. Los capítulos se entremezclan con artículos de revistas de chismes, reportes periodísticos y documentos oficiales, un collage que aporta verosimilitud y acentúa la manipulación mediática que atraviesa la historia.
El propio título remite a una publicación ficticia, Hush-Hush, espejo deformante de los tabloides reales de los años cincuenta (como Confidential). Su editor, con contactos en el Departamento de Policía de Los Ángeles, funciona como engranaje clave: filtra información, fabrica escándalos y utiliza el chantaje como moneda corriente frente a policías y políticos. Uno de los tres protagonistas, Jack Vincennes, no solo colabora con esta maquinaria, sino que la explota para construirse una imagen pública de policía heroico, gracias a sus vínculos con un programa televisivo al estilo de “Chico malo, Chico malo”.
Los otros dos protagonistas forman un contraste que sostiene buena parte del conflicto narrativo. Ed Exley es el trepador impecable, un policía obsesionado con la disciplina y la ambición profesional, dispuesto a sacrificar la lealtad a sus colegas con tal de ascender en la jerarquía. Bud White, en cambio, es un detective impulsivo y violento, marcado por un pasado de abusos, que canaliza su rabia en una cruzada personal contra los hombres que maltratan mujeres. La tensión entre la rectitud de Exley, la brutalidad de White y el cinismo de Vincennes convierte a la novela en un escaparate de tres modos distintos de habitar la corrupción.
Uno de los episodios más impactantes es la llamada “Navidad sangrienta”, una redada en la que varios policías descargan una violencia desproporcionada sobre prisioneros mexicanos (como en otras novelas de Ellroy, ocurrió en la vida real), la cual detona gran parte de la trama posterior. Al mismo tiempo es un claro ejemplo de la moral de toda una institución: un cuerpo policial que se cubre las espaldas a sí mismo y que se fragmenta cuando la verdad amenaza con salir a la luz. Ellroy convierte esa masacre como muestra del racismo estructural, la brutalidad policial y el cinismo político de la época.
L.A. Confidential quizá no posea la misma potencia bruta que El gran desierto (recomiendo tomarse un respiro y dejar que baje la adrenalina tras leer esta última), pero ofrece un retrato más complejo y corrosivo de Los Ángeles como maquinaria de poder, espectáculo y corrupción.
El único aspecto que creo que puede echar para atrás a muchos lectores, o hacer que dejen el libro sin acabar, es que su lectura exige paciencia (mucha): la trama es intrincada, los personajes abundan y los giros no siempre son fáciles de seguir. Pero, como todo lo que supone un esfuerzo, al terminar el último capítulo uno siente que el esfuerzo ha valido la pena.
Ahora, a darle a White Jazz.
martes, 9 de septiembre de 2025
Rónán Hession: Leonard y Hungry Paul
Título original: Leonard & Hungry Paul
Traducción: Clara Ministral, para Alpha Decay
Año de publicación: 2019
Valoración: recomendable
lunes, 8 de septiembre de 2025
Jesús Moncada: Camino de sirga
domingo, 7 de septiembre de 2025
Madres de libro: Placenta de Alaine Agirre
sábado, 6 de septiembre de 2025
Madres de libro: Todas las madres me odian de Sarah Harman
Título original: All the Other Mothers Hate Me
Año de publicación: 2025
Traducción: Librada Piñero
Valoración: entretenido
Florence Grimes, joven madre norteamericana y ex componente del grupo Noche de Chicas se dedica a sobrevivir en Londres, donde su hijo Dylan asiste al internacionalmente pijo colegio St. Ángeles -pagado por el padre, claro-, no siendo demasiado popular entre las internacionalmente pijas madres, en parte por sus propios méritos y en parte también porque su hijo resulta un poco rarito dentro del internacionalmente pijo alumnado. Un poco rarito y además, sospechoso cuando uno de sus compañeros más pijos, precisamente, desaparece durante una excursión. La propia Florence descubre ciertos indicios que sugieren que su hijo ha tenido algo que ver en el asunto... ¿Qué haría cualquier madre ante una situación así? ¿Hablar con su hijo, tratar de aclarar las cosas, acudir a la policía? Por supuesto que no: lo que hace la protagonista (y supongo que harían muchas otras madres) es ocultar las pruebas y buscar cualquier forma de exculparlo. Así, nuestra Florence, con ayuda de otra madre recién llegada al St. Angeles, se convierte en una improvisada y del todo inaudita detective para tratar de averiguar que le ha ocurrido a Alfie Risby (que así se llama el niño desaparecido y tal vez asesinado) y exculpar a Dylan. Misión complicada, porque sí, casi todas las demás madres la odian o, cuando menos, la desprecian...
No voy a decir que ésta sea una gran novela, alta literatura y todo eso... Ni siquiera puedo decir que es una buena novela, interesante, con cierto prestigio, etc. de las que a uno le gusta mencionar casualmente en las conversaciones cultas, vaya... De hecho, fuera de este blog no creo que la mencione nadie que la haya leído. Pero sí es una novela bastante entretenida e incluso divertida, a medio camino entre un thriller bien trazado (o, al menos, tan bien trazado como muchos de los que llenan las listas de ventas, sobre todo en época estival) y lo que hace unos años se llamaba chick-lit, en este caso un tanto caótica y destartalada; Florence no es una joven profesional que no puede disfrutar de su relativo éxito porque, ay, no tiene novio, sino una joven madre, bastante desastrosa y sin un futuro claro por delante que disfruta todo lo que puede de su juventud aunque, ay, no tiene novio... De todas formas, si algo deja claro la historia es que la gran relación, el gran amor de Florence no es otro que Dylan y deja evidente, incluso de forma algo perturbadora, lo que una madre es capaz de hacer por su hijo, incluso pasando por encima de quien haga falta.
Pero tampoco nos pongamos tan intensos: la novela de Sarah Harman (la primera, al parecer, siendo ella, también, una americana afincada en Londres) es, como digo, de lo más entretenida y fácil de leer, además de por esos truquitos típicos de los candidatos a best-sellers (o de los talleres de escritura donde enseñan a escribir candidatos a best-sellers), como, ya sabéis, capítulos cortos y ágiles, cliffhangers, facilidad para empatizar con las protagonistas... porque está llena de humor. No digo que sea un humor sorprendente y superocurrente -en general, se basa en el autofustigamiento autoindulgente (ya sé que parece contradictorio) de Flo; pero, en cualquier caso, contribuye a hacer más llevadera a quien se anime con esta novela una lectura que ya de por sí lo es. Ideal para las mañanas de playa, las perezosas tardes veraniegas o las noches en que nos han incautado el acceso a Netflix. Cierto es que también se puede leer otra cosa más sesuda, pero hace mucha calor...
viernes, 5 de septiembre de 2025
Madres de libro: Siberia. Un año después de Daniela Alcívar Bellolio
Valoración: Bastante recomendable
No importa que tu historia personal sea extraordinaria o banal, alegre o dolorosa, que vivas en una gran ciudad o en la aldea más remota de la estepa kazaja. La clave en la literatura autobiográfica (o de base autobiográfica) está en tu capacidad, como autor, de trascender, de remover, de conectar de alguna manera con el lector. En todo esto y, también, en no caer en el lugar común, en la autocomplacencia o en el "ombliguismo".
Estos son los peligros a los que creo que se enfrenta y que consigue eludir un libro como Siberia. Un año después, texto en el asistimos a la deconstrucción y reconstrucción de la vida de su protagonista a partir del hecho devastador que supone el fallecimiento de su hijo recién nacido (Cuidado que aquí el "a partir de..." no coincide con el punto de partida de la narración sino con el núcleo central desde el cual el texto se ramifica hacia el pasado y el porvenir, rompiendo así la linealidad y ofreciendo una imagen más real de lo que es la vida, una sucesión de hechos aleatorios e inconexos partidos por las heridas visibles e invisibles que deja el trágico suceso).
Digo que Alcívar Bellolio consigue eludir esos peligros y lo hace a través del fondo y de la forma. Es la suya una búsqueda, un retorno y una huida (al mismo tiempo), una narrativa visceral del cuerpo y del alma, una narrativa de la devastación, la culpa, el dolor, el deseo y el miedo que evita lo autocomplaciente en su búsqueda de sentido, una narrativa de alta carga poética y sensorial que rompe con lo lineal para tratar de juntar los retazos de un ser que quedó partido por la tragedia y que, a pesar de esta, busca la luz de los blancos espacios sin cartografiar entre los mares oscuros de la psique humana.
Es, en resumen, un texto fragmentario, duro, desgarrador (Llevo en el alma un tatuaje ... llevo en el vientre una herida, y por dentro el útero hendido...llevo en el vientre un hueco infinito de dolor...) que pone nuevamente de manifiesto la extraordinaria salud de la que goza la literatura latinoamericana, en general, y ecuatoriana, en particular, escrita por mujeres.
jueves, 4 de septiembre de 2025
Madres de libro: Heridas abiertas de Gillian Flynn

Título original: Sharp Objects
Año de publicación: 2006
Traducción: Ana Alcaina
Valoración: ¿está bien?
Vaya tela la de está novela, amig... estoo, quiero decir Resumen resumido: Camille Preaker es una reportera de un periódico de Chicago (el cuarto en importancia, que no está mal, pero tampoco es para tanto) que es enviada por su jefe a su pueblo natal, Wind Gap, en el culo de talón de la bota de Missouri, casi en el Profundo Sur de EE.UU., para escribir un reportaje sobre un posible asesino en serie; una niña apareció estrangulada -y con los dientes arrancados... detallitos del libro- nueve meses atrás y ahora -esto es, cuando se sitúa la acción, hace unos veinte años- ha desaparecido otra, con pinta de haber sufrido el mismo destino. A Camille, como es de suponer, no le hace ninguna gracia el encargo. Nin-gu-na... Porque, además de lo desagradable de husmear en un asunto como ése, si se dio el piro a Chicago fue para dejar atrás su ciudad natal, su incómodo pasado y, sobre todo, a su familia. Es decir, a su madre, la mujer más rica del pueb... quiero decir, ciudad (en EE.UU. parecen tener un concepto distinto que aquí de a lo que podemos considerar como tal), una dama que no sólo parece un dechado de perfección, sino que tampoco admite otra cosa a su alrededor. O sea, lo contrario de lo que es su hija Camille, que carga con un saco de adicciones y traumas que harían las delicias de cualquier psicólogo que estuviera preparando su tesis doctoral. Menos mal que tiene a la hermanastra de Camille, Amma, de trece años, que esa sí que es perfectita en todo su joven naturaleza, a pesar de (o quizás debido a) ser un bicho de cuidado. Aún así, a la madre, Adora, le sirve de consuelo para olvidar a Marian, otra hija que murió tiempo atrás...
Con estos ingredientes se puede preparar un sabroso pero algo indigesto melodrama como los que amenizan los domingos por la tarde en telefilmes idóneos para echar la siesta, a falta de Tour de Francia... Pero claro, Gillian Flynn, como sabe cualquiera que hay leído su megaéxito Perdida (yo no lo he hecho, aunque he visto la peli) no se anda con chiquitas y esta su primera novela armó todo un thriller psicológico en el que explorar los turbios recovecos del alma humana. Las investigación periodística/policial no tiene demasiado interés, más allá de unos cuantos tópicos del género -poli joven y guaperas con el que fol... tontea la protagonista, los secretos mal guardados que pululan en cualquier pueblo más o menos pequeño, el consabidos sospechoso que todos sabemos que no va a ser culpable-, pero le sirve a la trama para avanzar hasta una resolución que la autora, en su bisoñez como tal , supongo que pretendía fuera sorprendente pero que se ve venir a kilómetros (perdón si alguien considera esto un spoiler).
En todo caso, esto no es lo importante ni lo interesante de la novela. Lo importante es la recreación que nos ofrece de una(s) maternidad(es) absorbente, morbosa, enfermiza a fuer de pretender ser abnegada, pero que no deja de ser un epítome o, más aún, una exageración casi caricaturesca de los valores que se supone ha de mostrar la maternidad. Lo que no deja de ocurrir también con respecto a la sociedad femenina que encontramos en Wind Gap -en la que se mueve Camille, en todo caso- estructurada cual colmena, con una abeja reina, las aspirantes a serlo y un ejército de obreras a su servicio -los hombres, aunque aparecen en la novela, no tienen un papel trascendental en la misma o, al menos determinante; bien podemos considerarlos como a los zánganos, únicamente útiles para la fecundación, si acaso-; desde luego, no se puede decir que Flynn sea clemente con sus congéneres, a excepción de su protagonista Camille, claro, a la que, por otra parte, se las hace pasar canutas siempre que puede...
Si el retrato del universo femenino y de la maternidad que nos brinda la autora es lo importante de la novela, lo más interesante es que no se corta un pelo en llevar los conflictos, las aristas y la turbiedad hasta un extremo poco habitual en una novela con ambición comercial o incluso de convertirse en best-seller (que no sé si ésta lo logró). No sólo eso: también podemos encontrar un toque de casi gótico sureño, y de casi novela de fantasmas, con una mansión casi encantada. O casi un cuento de los hermanos Grimm, si se quiere... Un cuento bien narrado, porque está claro de Gillian Flynn tiene dotes más que suficientes para ello, pero en el que por momentos, la célebre y necesaria suspensión de la incredulidad se diluye e incluso , en algún momento, entra en un cierto dislate. Lo que no significa que no se pueda leer con gusto, también morboso, para qué engañarnos, pero es lo que hay. Placer culpable, que se dice...
Un último apunte: no entiendo por qué razón, además de que sea una de esas decisiones editoriales un poco absurdas, se le puso este título en España, en vez del original, Objetos afilados, más adecuado puesto que tiene una relación directa con la trama y las referencias a todo tipo de chismes cortantes y/o punzantes -también metafóricos- se encuentran por toda la novela. Heridas abiertas es más bien título de telefilme de domingo por la tarde, aunque si el argumento es el de esta novela, ya os digo yo que no os quedaríais dormidos/as... (de hecho, la serie que se hizo a partir de esta novela, también con Amy Adams de protagonista, como en el caso del libro reseñado por Santi para esta semana temática, no tuvo una segunda temporada, al parecer, porque resultaba demasiado oscura incluso para la actriz).
Post-resencia: Creo que esta vez me he pasado un poco con los paréntesis. Pido disculpas (y no volverá a ocurrir).
miércoles, 3 de septiembre de 2025
Madres de libro: La pianista de Elfriede Jelinek
martes, 2 de septiembre de 2025
Madres de libro: Mi madre de Yasushi Inoue
Título original:わ が 母 の 記
Año de publicación: 1975
Traducción: Marina Bornas
Valoración: entre recomendable y está bien
No lo voy a negar: seguramente, si nos nos hubiéramos planteado programar una Semana de las madres o como queramos llamarla, no creo que se me hubiera pasado por la cabeza leer este librito, publicado hace ya 50 años por un escritor japonés al que no conoce nadie sólo conoce nuestro compañero Alain y que trata sobre sus recuerdos y reflexiones sobre su anciana madre, que cuando llegó a una edad provecta y ya viuda comenzó a comportarse de una forma digamos que peculiar para su familia, aunque habitual en personas de avanzada edad: pérdidas de memoria y atención, insistencia en los recuerdos de su infancia y juventud, comportamientos erráticos, cabezonería... en fin, supongo que a más de uno y una de nuestros lectores/as les sonará este cuadro...
El libro, bastante corto, vienen a ser, pues, una suerte de memorias o incluso dietario del escritor sobre los últimos años de vida de su madre y está dividido en tres grandes apartados o capítulos -aunque luego cada uno tenga sus propias divisiones internas-, titulados respectivamente Bajo los cerezos en flor, Claro de luna y El rostro de la nieve (vamos, más japonés imposible, no me digáis... aunque tal vez se deba a un tropo cultural nipón que les hace insistir en ciertas imágenes). El primero de los capítulos trata de cuando la madre del escritor se ha quedado viuda, a los 80 años y comienza a dar muestras de su senilidad, a pesar de conservar una gran vitalidad. En el segundo capítulo la buena señora -de la que nunca conocemos el nombre, en realidad- ha alcanzado ya los 85 años y su demencia senil ya parece irreversible, con el agravante de que hay que estar vigilándola constantemente. En el tercero, situado antes de su muerte, que se produjo cuando estaba a punto de cumplir los noventa, el comportamiento de la madre es aún más errático, levantándose de noche para pasearse por la casa como un fantasma, dejando de reconocer incluso a sus propios hijos, comportándose a menudo como la niña consentida que debió ser de pequeña, etc. Por desgracia, lo normal a esas edades o al menos en muchos casos...
Pero que la dinámica en la que entra esta señora, arrastrando a su familia nos parezca normal o, cuando menos, habitual no quita para que su hijo Yasushi se dedique a explayarse a lo largo de páginas y más páginas sobre todos estos comportamientos, con bastante detalle, sobre lo que él o sus hermanos piensan al respecto y sobre reflexiones más o menos elaboradas -también más o menos tópicas- sobre la vejez, la vida y la muerte. Que se me entienda bien: no pasa nada, ya que este escritor resulta tener una pluma muy bien adiestrada y el estilo es ágil y amenos, además de que el libro no es demasiado extenso y no se hace pesado. pero uno no deja de tener cierta sensación de obviedad, de que se diría que Inoue está descubriendo la pólvora, cuando que las personas, al envejecer y llegar a cierta edad crítica, se vuelvan chochas y comiencen a comportarse como niños pequeños es más viejo que el comer... Quizá sea eso lo más interesante y hasta educativo de este libro -además del cariño, en absoluto afectado, que muestra por su madre-: que no importa de dónde seamos, cual sea nuestra cultura y circunstancias vitales e históricas; somos todos y todas iguales y las servidumbres del paso del tiempo nos afectan por igual. A padres/madres y a hijos, que ya llegaremos, antes o después (esperemos que mucho después) a ese momento.
lunes, 1 de septiembre de 2025
Madres de libro: Canina de Rachel Yoder
O a lo mejor es que lo he entendido mal, no sé. Si alguien más ha leído la novela o visto la película, puede dar su opinión en los comentarios.
En fin, a pesar de estas dudas, el libro me ha parecido original y potente, valiente y divertido. No es una novela perfecta, pero ¿quién quiere perfeccción a estas alturas?
domingo, 31 de agosto de 2025
Gemma Pellicer: Mar de fondo
sábado, 30 de agosto de 2025
Aristófanes: Las aves
Título original: Ὄρνιθες (Ornithes)
Año de publicación (representación): 414 a.C.
Valoración: Se deja leer
Creo que alguna vez he llegado a decir aquí que leer a los clásicos griegos no es en absoluto tan intimidante como la gente cree. De hecho, aunque algunos textos resulten a veces no muy digeribles, hay otros, en mi opinión la mayoría y sobre todo los de los grandes dramaturgos, llenos de vivacidad, relatos épicos, tragedias brutales, historias eternas y a veces cuajadas de humor, que pueden leerse sin la menor dificultad y resultan muy gratificantes. Esto es así muchas veces, pero llegados a este punto hay que reconocer que no siempre.
Aristófanes, autor sobre todo de comedias, propone en Las aves una cosa bastante loca: un par de personajes, Pistetero y Evélpides, consiguen entrar en contacto con Tereo, un rey que de alguna manera fue transformado en una abubilla y en su nueva condición parece que ejerce cierto ascendiente sobre el mundo de las aves. Los recién llegados huyen de Atenas, donde es posible que estuviesen envueltos en algún pleito, e intentan convencer a la abubilla para que las aves creen una ciudad en los cielos desde la cual gobiernen el mundo, desbancando a los dioses del Olimpo. Todo esto, claro está, entre un despliegue de retórica disparatada, disfraces y algunas situaciones más o menos cómicas.
Tras haber logrado estos individuos en parte su objetivo, se desarrollan las escenas más divertidas cuando una serie de personajes van apareciendo en escena intentando apuntarse a lo que consideran el nuevo poder emergente. Poetas, negociantes y matemáticos se arriman a lo que consideran caballo ganador, siendo despachados sin contemplaciones por los nuevos dirigentes. También se aproximarán varios dioses con intención de conocer la situación, e incluso de negociar. El nuevo orden, aunque todavía embrionario, tiene un buen número de personajes arrodillados para hacerse hueco, una estampa que igual nos es un poco familiar en los tiempos actuales.
La cosa es tan chusca que por momentos se siente uno sumergido en el ambiente de algunas obras teatrales deudoras del surrealismo o de la literatura del absurdo, de manera que si estuviéramos leyendo algo del siglo XX nos pondríamos quizá a buscarle significados, mensajes encriptados o estereotipos bajo el disfraz. En ese intento de análisis de fondo, seguramente el texto podría darnos claves interesantes en manos de algún entendido en la época: el reflejo del conservadurismo de Aristófanes, la crítica a la recientemente nacida democracia ateniense, ecos de la geopolítica del momento, cosas así que he podido ver por ahí y que sin duda aportarían datos para una lectura más rica.
Por mi parte, a lo sumo se me ocurre que eso de abogar por una ciudad edificada en el cielo y un mundo gobernado por las aves puede tener algo de metafórico, un punto de idealismo lanzado por quien reniega de alguna situación política o social, y un mensaje que se quiere hacer llegar, envuelto en el humor, a los espectadores que por su parte solo esperan reírse y pasar un buen rato. Pero, claro, todo esto leído a pelo veinticinco siglos después no funciona nada bien, a diferencia de esos otros autores a los que me refería al principio, clásicos, estos sí, en el más profundo sentido de quienes hablan sobre cosas más allá del momento y el lugar, que tocan al ser humano con carácter universal e intemporal.
Por lo demás, digamos que el librito por sí mismo puede resultar a lo sumo entretenido y hasta provocarnos alguna sonrisa, nada mucho más allá, pero a fin de cuentas es otro título que llevarnos a la mochila, porque en definitiva en materia de lecturas (casi) todo suma.
Otras obras de Aristófanes reseñadas en ULAD: Lisístrata, Pluto
viernes, 29 de agosto de 2025
José Luis Garci: Gun Moll (A Hollywood Story)
jueves, 28 de agosto de 2025
Tarjei Vesaas: Los pájaros
Título original: Fuglane
Traducción: Carolina Moreno (en catalán para Club Editor) y Juan Gutiérrez-maupomé, Teigen Gund (en castellano para Nórdica Libros)
Año de publicación: 1957
Valoración: recomendable
Hay autores clásicos que, por motivos que desconozco, pasan de largo de nuestras vidas lectoras. Es posible que sea porque pertenezcan a países con menos influencia mediática o por utilizar idiomas menos populares. Y esto me ocurrió con Tarjei Vesaas, al que descubrí hace relativamente poco por su libro «El palacio de hielo» en el que, a pesar de cierta irregularidad, esgrimía destellos de una prosa que merecía ser profundizada y ampliada a través de otras de sus obras. Y aquí estamos, aunque con resultado poco convincente.
Empieza la novela de manera directa, como suele ser habitual en la literatura nórdica, y el autor nos introduce a los dos personajes que conformarán el eje central del relato: Mattis y Hege, dos hermanos que, a pesar de encontrarse en la madurez, viven juntos pues sus padres murieron cuando ellos eran aún niños; ella tiene cuarenta años y él tres menos; él sin trabajo y con remordimientos por no encontrar uno porque, según su opinión, no tener trabajo «es el mal que lo alimenta todo el año, y que lo ha hecho a lo largo de cuarenta años». Le apodan “el tarugo”, de manera justificada según él mismo y, por esa condición, teme que su hermana lo abandone ya que supone un lastre para la familia. Por ello, Mattis espera que la monotonía de su vida cambie y por ello está siempre pendiente de alguna señal que cause una disrupción en su vida. Y ese hecho, a su entender, se produce cuando, un día por la noche, la becada hace un vuelo por encima de su casa, algo bastante inusual, y él lo atribuye de forma inequívoca a que aquello es un presagio de que algo cambiará, de que nada será nunca más como antes. «Si esto no tiene importancia te juro que ya no sé qué puede tenerla» afirma, a la vez que intuye sin lugar a dudas que «a partir de ahora todo será diferente” pero, ¿lo será también para él?
La narración transcurre a través del día a día de los hermanos, centrándose en Matis y en cómo pequeños acontecimientos marcan de manera profunda su día a día, elevando situaciones cotidianas a hechos excepcionales. Para él todo tiene importancia, en su mundo interior rico y anárquico, una escena que salga de lo habitual es un el hecho de vital trascendencia. Y esa manera de ver y sufrir el mundo le causa un aislamiento interior pues nadie le entiende, nada ve el mundo como él, y eso le crea un abismo emocional pues en su fuero interno él sabe que es diferente al resto y que parece ser el único en darse cuenta y constatar la importancia de pequeños detalles y cambios en su rutina, ya sea el vuelo de unos pájaros o la amenaza de una inminente tempestad.
A pesar de que la historia promete, pues uno empatiza con Matis y sus preocupaciones, es precisamente esa rutina la que contagia el relato si bien es cierto que la irrupción de un tercer personaje que altera el orden y suscita episodios personales y vivenciales que abren y reformulan nuevas cuestiones sobre la vida y su futuro aumenta sumamente su interés hasta llevarlo a niveles suficientes para disfrutar de su lectura. Es por ello por lo que la lectura produce sensaciones encontradas pues el retrato de los personajes está bien definido y uno se une a la angustia de Matis, pero es justamente esa rutina en la que se halla instalado que causa que a veces el lector se pierda en ella y se someta a su mismo abatimiento.
También de Tarjei Vesaas en ULAD: El palacio de hielo
miércoles, 27 de agosto de 2025
Eduardo Mendoza: El asombroso viaje de Pomponio Flato
Año de publicación: 2008
Valoración: recomendable
Palestina; primeros años del siglo I, durante el mandato del emperador Octavio Augusto. "¿Qué han hecho los romanos por nosotros?", se preguntaban los judíos que vivían en aquellas tierras, sojuzgados por Roma, dos mil años antes de que sus descendientes se dedicaran a perpetrar un infame genocidio sobre los hombres, mujeres y niños de Gaza. Bueno, pues aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, sí que hubo un romanos que hizo mucho por unos judíos en concreto; se trata de Pomponio Flato, ciudadano del orden ecuestre y filósofo natural -o aspirante a serlo- quien, tras sufrir cierto descalabro en su salud y peculio durante su búsqueda por Cilicia de ciertas aguas milagrosas, llega a Nazaret acompañando al tribuno Apio Pulcro. Allí es contratado por un niño de nombre Jesús, hijo de María, para que le ayude a exonerar a su padre, el carpintero José (sí, ya sé quienes parece que son, pero, igual que el autor de la novela, no lo voy a afirmar, no sea que concitemos la animadversión de los ínclitos Abogados Cristianos o de cualquier otra agrupación, congregación o secta integrista, ya se encuentre dentro de la Iglesia Católica o fuera de ella), condenado por el asesinato del rico Epulón. En su pesquisa, digan de un Sam Spade, Philip Marlowe o incluso un Gran Lebowsky, Pomponio indagará en los diferentes estratos de la sociedad nazarena, entrevistando tanto a la acaudalada familia de la víctima o a su criado, el efebo griego Filipo, como a mendigos y cortesanas, sacerdotes del Sanedrín o legionarios romanos. Con ayuda, eso sí, del párvulo Jesús y de su agreste primo Juan.
Más allá de su adscripción al género de misterio o, de forma más improbable aún, a la novela histórica, El asombroso viaje... es sobre todo una obra llena de humor (no obstante, y lo digo siempre que reseño algo de este autor, no se trata de Sin noticias de Gurb. Repito: NO SE TRATA DE SIN NOTICIAS DE GURB... No sea que se me llenen los comentarios de gente diciendo lo mucho que les gustó ésta y lo que les han decepcionado otras novelas de Mendoza); es verdad que un humor quizás no del gusto de todo el mundo, puesto que se basa, en gran medida, en el contraste entre la pedante prosopopeya de la que hace gala el protagonista y las situaciones o comentarios algo chuscos entre las que se mueve; también, en continuas referencias culturales que tal vez hoy en día ya le sean ajenas a una parte de la población lectora -digamos que para disfrutar de la novela conviene tener ciertas nociones de Historia Sagrada, filosofía clásica, mitología grecolatina, las fábulas de Esopo y las tradiciones navideñas catalanas, entre otras cosas-, pero pensemos que Eduardo Mendoza es ya un señor de cierta edad que se educó, por tanto, en una época en la que a estos conocimientos se les daba mayor importancia. Pero estoy convencido de que quien esté en condiciones de disfrutar de esta lectura, con su despliegue de erudición, ironía y sorna, sin duda lo hará; cierto es que no estamos ante una de las grandes obras de este escritor, no siquiera, insisto, ante una de sus mejores novela cómicas, pero, desde luego, tampoco es uno de los títulos, más deslavazados, con los que nos decepciona de vez en cuando, impelido, creo yo, por la urgencia editorial. Así que sí, El asombroso viaje... es una novela que me atrevo a recomendar sin reparo alguno (y eso que me consta que entre los reseñistas de este mismo blog, por los general tan atinados, hay a quien no le gusta nada... Pero bueno, pensemos que también hay a quien le encantan ciertos libros perpetrados por Sara Mesa o Marta Sanz).
Y, por supuesto: #StopGenocidioGaza y #VivaPalestinaLibre...
Más obras del gran Eduardo Mendoza reseñadas en Un Libro Al Día: aquí
martes, 26 de agosto de 2025
Éric Vuillard: La batalla de Occidente
Título original: La Bataille d'Occident
Traducción: Javier Albiñana.
Año de publicación: 2019.
Valoración: recomendable.
Tiempos convulsos: los conflictos en Gaza, en Ucrania, no acaban de solucionarse. Trump irrumpe en ellos con voluntad de negocio y de relevancia personal, pero sus intenciones (las aparentes, seguro que las ocultas darían para manuales de psicología y para epílogos maquiavélicos) no acaban de concretarse en la clase de acuerdos que acapararían portadas en el primer mundo: alto el fuego, cese de hostilidades, acuerdos de mínimos, etc. Así que nos vemos obligados a vivir con la espada de Damocles de un conflicto global, ese otro concepto tan apreciado por los media. Escalada bélica. Uh. El coco con el que convive el planeta desde 1945, aquél que parecía alejado definitivamente con la caída del Muro, una especie de pesadilla recurrente que captura nuestra atención de manera inmediata y que genera tanto debate en el que la adscripción a un bando u otro parece una posición ineludible. La tertulia televisiva como gulliverización de los parlamentos.
Por eso no acabo de entender que, en un ejercicio que compararé inadecuadamente con lo de sacar flores del estiércol, la fascinación, aunque sea alejada en el tiempo y con una obvia intención estética, por los conflictos globales (en este caso, la Primera Guerra Mundial) se canalice en algo que, aunque seguro que sea mi apreciación, acaba otorgándeles una especie de pátina poética. Como una relativización, un poco al servicio de sus resultados estrictamente formales. Curiosamente, mis experiencias más recurrentes con la temática son con dos autores también franceses: Echenoz (poco se sabe de él) y Lemaitre (más activo y con una obra más variada) pero esta obra de Vuillard, -que por lo que veo ha hecho de este tipo de adaptaciones una marca personal - aunque creo que desde un sentido puro de lo literario (lenguaje cuidado y una cierta querencia por sacrificar la crudeza propia de estas narraciones por ciertas metáforas que podrían sonar a esteticistas), e incluso en su trasfondo más meramente intelectual, podría recomendarse hasta con cierto entusiasmo (que me he ahorrado), he de insistir en que, como lector, me descoloca que enmascare tanta sordidez. La de los jóvenes ciudadadanos movilizados, la de los cadáveres, los heridos, el frío y la suciedad de las trincheras, el enorme sacrificio humano al servicio de los grandes intereses, de las fronteras, de la dominación global, de la imposición de los totalitarismos, todo ello aprovechado en este tono, que no es frívolo ni banal, ni irrespetuoso, pero que tampoco me parece provocador ni irreverente.
De Vuillard en ULAD: aquí
lunes, 25 de agosto de 2025
Annie Ernaux: El acontecimiento
(Es posible que un relato como este provoque irritación o repulsión, o que sea tachado de mal gusto. El hecho de haber vivido algo, sea lo que sea, otorga el derecho imprescriptible de escribir sobre ello. No existe una verdad inferior. Y si no cuento esta experiencia hasta el final, contribuiré a oscurecer la realidad de las mujeres y me pondré del lado de la dominación masculina del mundo.)