viernes, 12 de septiembre de 2025

Ibán Manzano: Las casas que arden

Idioma original: Español
Año de publicación: 2024
Valoración: Recomendable

Las casas que arden es una colección de siete relatos escritos por Ibán Manzano. Siete relatos que ostentan una prosa rica, protagonizados casi exclusivamente por mujeres, siempre salpicados por una insinuación sobrenatural, desarrollados a través de premisas creativas y articulados alrededor de metáforas cuya nitidez no les resta un ápice de sugerencia. 

Todos son muy buenos. Incluso los que, a mi juicio, carecen de la profundidad u originalidad del resto, o los que no acaban de exprimir al máximo su potencial, dejan pese a todo un regusto de lo más satisfactorio.

En "La piel subterránea", a una limpiadora encargada de los trabajos más insalubres se le pega un hedor a cadáver que se intensifica a diario. Es tan sencillo como efectivo. Además de albergar buenas dosis de crítica social, incluye una escena realmente siniestra.

En "El síndrome de Estocolmo", una mujer destapa una conspiración al descubrir que el piso de sus amigas se parece al de su infancia. Aunque va de más a menos, es una satisfactoria muestra de esa literatura en la que lo insólito se cuela en lo cotidiano por una rendija. A fin de cuentas, su atmósfera, sus misterios y sus giros argumentales me han recordado a mi admirado Jared Roberts.

En "Las noches sin silencio", una mujer incapaz de ganar dinero por su cuenta instrumentaliza la demencia de su madre para no perder el domicilio familiar. Tiene, junto con "Las casas que arden", el retrato psicológico más logrado del conjunto. También destaca por su redondez estructural.

En "Conglomerado", diversas personas se reúnen en unos edificios en construcción. Único relato coral del volumen junto a "Todo lo que se robó", presenta un elenco admirablemente amplio y una ambiciosa vocación abstracta. Si bien no he acabado de entender lo que pretendía transmitir, su lectura ha supuesto una experiencia fascinante, y varios de sus componentes son harto memorables a nivel individual.

En "La casa que arde", una mujer policía que está de vacaciones con su esposa y sus hijas rescata a una anciana de un incendio. Hace un extraordinario retrato psicológico de su protagonista y sublima perfectamente sus inquietudes a través del elemento fantástico.

En "Entre el fósforo y la llama", la actriz principal de una franquicia de películas de acción sospecha que una especialista es la misma que falleció en un rodaje anterior. Si bien tiene un arranque potente, se decanta por derroteros algo básicos para mi gusto. 

En "Todo lo que se robó", un grupo de adolescentes organizan ouijas en apartamentos turísticos vacíos por culpa de las restricciones del coronavirus, ya que ahí se acumulan los espíritus de los recién fallecidos. A pesar de la innegable creatividad de su planteamiento y la solvencia de su desarrollo, no acaba de cuajar del todo.

Resumiendo: Las casas que arden es un libro sumamente recomendable, en especial para los amantes de la literatura sutil, introspectiva y bellamente narrada. Si bien es cierto que hay relatos mejores que otros, todos merecen la pena, pues ostentan siempre la misma finura estilística y cierta audacia en el fondo.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Victor Bockris/Gerard Malanga: Up-tight. La historia de la Velvet Underground

Idioma original: inglés

Título original: Up-tight

Traducción: Antón López 

Año de publicación: 2009 

Valoración: muy recomendable

Madres de libro, no serán, pero la Velvet Underground pasará a la historia como la referencia necesaria para entender la cultura rock en su perspectiva más ambiciosa: la que incluye sonido, imagen, influencia cultural de amplio alcance my actitud vital.

Antes de todo, por eso, reconocer que ese movimiento es, ya hace bastante, un cadáver tendido en una sala de autopsias frente al cual un montón de empresarios hacen las veces de forense e intentan sacar algún provecho, el último, de algún tejido, de alguna víscera.

Rock, entonces, es una palabra que ha sido desecada a la intemperie hasta extraerle cualquier implicación y convertirla en una etiqueta más. Solo un reducido interés mercantil en la industria de influencia anglosajona impide su inhumación definitiva.

Incluso esos esforzados tiktokers o instagramers que se empeñan en recuperar las colecciones de música de sus padres (espoleados, a lo mejor, por el dudoso resurgimiento del vinilo a precio de beluga) acabarán tirando la toalla ante lo incoherente de su planteamiento, reivindicando por igual a Alan Parsons y a los Talking Heads, a Fleetwood Mac y a Led Zeppelin.

Aunque series de máxima repercusión, como The Bear, se obstinen en rellenar de esos sonidos añejos su inexplicable última temporada.

Por eso, precisamente, leer Up-tight se presenta como una especie de ejercicio de rememoración de aquello que no volverá.

Oportunidades como leer este libro hay muy pocas. Una trama en avance, la correspondiente a la génesis de una banda, a su integración en su entorno - qué hay más estereotipadamente r'n'r que la ciudad de Nueva York - a la progresiva complicación de su carrera derivada, sobre todo, del conflicto de egos, hasta su atomización.

Más que una crónica de una banda, esto parece una tragedia por episodios, y cuando hablamos de los estereotipos del r'n'r, ninguno de los ingredientes básicos puede faltar.

Baste recordar que, fuera de este período de apenas una década que va de sus escarceos hasta su desaparición, los miembros (propios u honorarios) de la banda, tuvieron diversos finales de curiosos pelajes- Andy Warhol murió en un episodio con severos tintes de negligencia médica, o Nico, que falleció en Ibiza en un absurdo accidente de bicicleta. 

O sea: nada de glamourosas muertes, de engrosar el club de los 27, de llamar la atención de pacíficos vecindarios con la acumulación de furgones policiales a horas intempestivas.

Intentar penetrar en mentes tan diversas como las de Warhol (cuya figura en primer plano se difumina entre ser el ideólogo del grupo, el mentor de sus componentes, o cualquier otra cosa), John Cale o Lou Reed - sosteniendo una tenaz pelea de fondo por dominar la banda también nos es contrapesado con las oscuras aportaciones de los miembros menos mediáticos. 

Gozar con ese retahila de testimonios extraídos de entrevistas, confesiones, conversaciones (los autores parecen entrar y salir de la constelación cultural que el grupo aglutinaba).

No negaré que esa erótica queda un poco supeditada a esa condición.

O estaban allí o conocen a quien estuvo, y eso convierte su testimonio en esencial.

Rara vez se dispone de una crónica tan detallada y fehaciente de cómo un grupo de músicos inician una carrera, publican un primer disco que anticipa por lustros y décadas estilos musicales venideros (del dream-pop al after-punk, pasando por el punk), sufren un choque de egos entre sus componentes - incluso entre algunos que no lo son y acaba con su disolución.

Anda: no había dicho que al margen de los dos componentes más destacados del grupo fueron Lou Reed y John Cale, estuvieron Maureen Tucker, discreta batería qua aún vive o Sterling Morrison, bajista fallecido hace décadas, y algunos otros músicos, productores, promotores, fotógrafos, etc. Sus entrevistas y opiniones se suceden en este libro que parece ser como una revista (con mucho componente gráfico) que se va actualizando a medida de que el planeta toma conciencia de su majestuosa importancia.

No es para menos.

Todo cuajado de anécdotas, de intervenciones que pueden parecer no venir al caso, pero que completan un retrato fresco, verídico casi hasta la desesperación.

En fin, que salvo que pienses que la música es una expresión artística de la que uno puede prescindir, esta es una recomendación entusiasta y sin paliativos.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

James Ellroy: L.A. Confidential

Idioma original: Inglés

Título original: L.A. Confidential

Año de publicación: 1990

Traducción: Carlos Gardini d'Angelo

Valoración: Muy recomendable

La edición que tengo del Cuarteto de Los Ángeles de James Ellroy es un verdadero tabique de más de mil páginas que reúne las cuatro novelas. Y, como las páginas casi no pesan, apenas terminé El gran desierto seguí de corrido con L.A. Confidential. Debo admitirlo: fue un error.

Aunque sigue la línea de las entregas anteriores: historias atravesadas por crímenes, corrupción y violencia; esta tercera novela marca un cambio de tono importante. Ellroy baja la intensidad de la brutalidad y del vértigo narrativo que había impulsado desde La Dalia Negra y, con mayor fuerza, en El gran desierto. El foco se desplaza hacia las maniobras políticas y la psicología de los protagonistas. Por supuesto, no deja de ser una novela policiaca, con su trama articulada en torno a una investigación criminal, pero la violencia pasa a un segundo plano, como si Ellroy quisiera ensayar un registro más introspectivo y estratégico.

El cambio se refleja también en los recursos narrativos. Si en El gran desierto abundaban las escenas descritas como si fueran tomadas desde la lente de una cámara, reflejo del ambiente hollywoodense donde transcurría la acción; en L.A. Confidential el eje es la prensa sensacionalista. Los capítulos se entremezclan con artículos de revistas de chismes, reportes periodísticos y documentos oficiales, un collage que aporta verosimilitud y acentúa la manipulación mediática que atraviesa la historia.

El propio título remite a una publicación ficticia, Hush-Hush, espejo deformante de los tabloides reales de los años cincuenta (como Confidential). Su editor, con contactos en el Departamento de Policía de Los Ángeles, funciona como engranaje clave: filtra información, fabrica escándalos y utiliza el chantaje como moneda corriente frente a policías y políticos. Uno de los tres protagonistas, Jack Vincennes, no solo colabora con esta maquinaria, sino que la explota para construirse una imagen pública de policía heroico, gracias a sus vínculos con un programa televisivo al estilo de “Chico malo, Chico malo”.

Los otros dos protagonistas forman un contraste que sostiene buena parte del conflicto narrativo. Ed Exley es el trepador impecable, un policía obsesionado con la disciplina y la ambición profesional, dispuesto a sacrificar la lealtad a sus colegas con tal de ascender en la jerarquía. Bud White, en cambio, es un detective impulsivo y violento, marcado por un pasado de abusos, que canaliza su rabia en una cruzada personal contra los hombres que maltratan mujeres. La tensión entre la rectitud de Exley, la brutalidad de White y el cinismo de Vincennes convierte a la novela en un escaparate de tres modos distintos de habitar la corrupción.

Uno de los episodios más impactantes es la llamada “Navidad sangrienta”, una redada en la que varios policías descargan una violencia desproporcionada sobre prisioneros mexicanos (como en otras novelas de Ellroy, ocurrió en la vida real), la cual detona gran parte de la trama posterior. Al mismo tiempo es un claro ejemplo de la moral de toda una institución: un cuerpo policial que se cubre las espaldas a sí mismo y que se fragmenta cuando la verdad amenaza con salir a la luz. Ellroy convierte esa masacre como muestra del racismo estructural, la brutalidad policial y el cinismo político de la época.

L.A. Confidential quizá no posea la misma potencia bruta que El gran desierto (recomiendo tomarse un respiro y dejar que baje la adrenalina tras leer esta última), pero ofrece un retrato más complejo y corrosivo de Los Ángeles como maquinaria de poder, espectáculo y corrupción. 

El único aspecto que creo que puede echar para atrás a muchos lectores, o hacer que dejen el libro sin acabar, es que su lectura exige paciencia (mucha): la trama es intrincada, los personajes abundan y los giros no siempre son fáciles de seguir. Pero, como todo lo que supone un esfuerzo, al terminar el último capítulo uno siente que el esfuerzo ha valido la pena.

Ahora, a darle a White Jazz.

martes, 9 de septiembre de 2025

Rónán Hession: Leonard y Hungry Paul

Idioma original: inglés
Título original: Leonard & Hungry Paul
Traducción: Clara Ministral, para Alpha Decay
Año de publicación: 2019
Valoración: recomendable


Hay novelas que parece que estén destinadas a ser leídas en un determinado periodo vital concreto en el que encajan a la perfección, que se ajustan a lo que el cuerpo y la mente piden; algo parecido a hallar un remanso de paz en tiempos turbulentos donde parece que el mundo está estropeado, que la sociedad está tensa e irascible. Y ahí, precisamente ahí, es donde este libro cobra su mayor valor, el de transmitir algo tan (aparentemente) sencillo como la paz. 

El autor introduce de buenas a primeras a sus personajes principales, Leonard y Hungry Paul. Dos amigos de edad madura con una conexión especial, una amistad inquebrantable y forjada a lo largo del tiempo. Dos personas con un carácter singular y de mirada generosa, pues «a Leonard le crio su madre sola (…) enseñó a su hijo a ver la vida como una serie de pequeños acontecimientos encadenados (…) una persona para quien la bondad era lo más natural del mundo», alguien que se dedica a escribir enciclopedias infantiles y otros libros de no ficción para niños. Por otra parte, tenemos a Hungry Paul, de un carácter igualmente bondadoso y a quien «le había caído en suerte una calma mental que con los años se había convertido en su estado natural (…) no tenía el interés, o la capacidad, para estar manteniendo una charla consigo mismo dentro de su cabeza. No tenía un narrador interno» y eso era algo que le transmite serenidad y le aleja los posibles ruidos internos que causan frecuentemente los diálogos con uno mismo. Así, entre ambos, se construye una amistad duradera, alimentada por el cariño que se profesan y que se demuestra con «el entusiasmo con el que compartían las buenas noticias, siempre con la seguridad de que el otro se iba a alegrar». También, de manera análoga a ese tono afectuoso, la familia es otro eje narrativo sobre el que el autor lanza interesantes reflexiones sobre la relación entre hermanos y la paternidad, en la que acertadamente sostiene que «la vida de los hijos les pertenece a ellos. Lo que hace uno desde el primer día es ir devolviéndosela poco a poco hasta que caminen solos».

Estilísticamente, bastan pocas paginas para ver el estilo cercano, amable y cariñoso del autor. La mirada hacia los protagonistas y su entorno es de una calidez evidente y uno no puede evitar sentir cariño hacia sus personajes pues su bondad es remarcable (e incluso deseable). Asimismo, y acorde con ese espíritu, el ritmo del libro es pausado, calmado aunque fluye sin pausas, pues el desarrollo de la(s) historia(s) es constante, aunque sin excesivos momentos álgidos o trepidantes. Este ritmo sosegado permite que vayamos empatizando con los personajes, consiguiendo contagiar al lector de esa calma, esa tranquilidad, disfrutando de una lectura donde las cosas fluyen sin sobresaltos ni angustias, pero no por ello haciendo de la lectura algo aburrido o monótono sino justo al contrario: es en esta lenta transición a base de pequeños actos en los que se avanza en la historia y se va entrando en ella y, a pesar de que puede que en su parte central haya cierto decaimiento narrativo, el libro retoma el interés en su último tercio que se lee de una sentada mientras se va descubriendo el desarrollo de cada una de las hilvanadas historias para, en su fase final recoger los frutos de las semillas que ha ido plantando de manera que todo queda recogido y envuelto en una bonita historia de personas individuales que avanzan juntas por la vida, dándose espacio y estrechándolo cuando se requiera.

Es cierto es que alguien podría tachar al libro como ingenuo o naif, por la candidez de sus protagonistas y el aire que desprende de bondad, pero en tiempos en los que cada vez más el egocentrismo y el egoísmo campan a sus (nuestras) anchas, ¿quién no apreciaría ni aunque sea durante unos días un mundo más sencillo y humilde? ¿A quién no le gustaría vivir en una sociedad donde las cosas suceden porque tengan que suceder y donde no hay malas intenciones ni intereses ocultos? Porque esto es justamente lo que el libro ofrece, una mirada bondadosa hacia un mundo, que (quizá) aún exista. Tan solo queda encontrar a los posibles Leonards y Hungry Pauls de nuestro alrededor e incorporarlos a nuestras vidas para que nos contagien un poco de su mirada amable y generosa. Creo que no nos vendría nada mal.

Por todo ello, este libro es recomendable por saber destacar, con gran estilo, la búsqueda de la belleza de las cosas simples y hacerlos sin edulcorarlo ni excederse en ello. Así, se trata de un canto a la vida y a la búsqueda de la felicidad a través de los caminos que cada uno esboza con las herramientas o habilidades que tiene y que encuentra en su interior, algo nada fácil tal y como asevera una de las protagonistas de la historia, al confesar que «me di cuenta de lo difícil que es encontrar eso en el mundo, encontrar esa dulzura». Pero que la dificultad no suponga un obstáculo en nuestro empeño, a fin de cuentas habrá valido la pena si lo logramos.

lunes, 8 de septiembre de 2025

Jesús Moncada: Camino de sirga

Idioma original: Catalán
Título original: Camí de sirga
Año de publicación: 1988
Traducción: Joaquín Jordá
Valoración: Casi imprescindible 

La lectura de las primeras página de Camino de sirga podría llevarnos a influencias tales como Bearn o la sala de muñecas y El Gatopardo. Ya sabéis, aquello de un mundo y una clase social en descomposición, etc. 

Pero a medida que avanzamos en la lectura vemos que la novela tiene un componente social o político (o socioeconómico) que aquellas no poseían y es así como las referencias más cercanas  pasan a ser García Márquez, mi adorado Ramiro Pinilla o Faulkner. Macondo, Getxo, Yoknapathawpha (y Mequinenza), lugares literarios reales o ficcionados alrededor de los cuales representar el mundo y su Historia.

En el caso que hoy nos ocupa, Camino de sirga es una crónica novelada (también podríamos, hasta cierto punto, etiquetarla como novela histórica) de la localidad de Mequinenza, sepultada bajo las aguas por la construcción de unos pantanos allá por 1971. 

Es precisamente el comienzo de la demolición de los edificios de la localidad el punto de partida de un desfile de fantasmas que, gracias a la arquitectura espectral y confusa de la memoria, nos llevará por todo el siglo XX (Primera Guerra Mundial, guerra civil, posguerra). 

Dos ríos, el Ebro y el Segre, y dos minerales, el carbón y el lignito, organizan la vida económica y social de la cuidad. Así, burgueses y trabajadores, navegantes y mineros, señorones, criadas, proletarios... completan un fresco completísimo del siglo XX en España (una vez más, aquello tan barojiano de hablar de tu aldea para hablar del mundo) pintado a través de decenas de historias y personajes en las que predominan la tragedia y el humor. Es este ultimo punto otra de las diferencias que encontramos entre Jesús Moncada de autores y obras ya citadas.

Pero si por algo destaca Camino de sirga es por ambición, estilo y ritmo: ambición por resumir en 350 páginas los últimos 100 años de una localidad a través de multitud de historias individuales, estilo por utilizar una prosa en la que combina, con igual acierto, la novela "de época" con la novela social y ritmo por mezclar todos estos ingredientes y hacer que la novela se disfrute y se lea en un suspiro.

Quizá, y solo quizá, habrá quien pueda acusar a Moncada de posicionarse ideológicamente, de tomar claro partido, etc. Bueno, puede que no sea su libro y punto, pero yo tengo bien claro que la de Moncada es literatura de altísima calidad, literatura contra la muerte y el olvido, literatura de la "periferia de la periferia" (sí, tetes, en la Franja de Poniente se habla y se escribe en catalán), pero sobre todo profundamente universal.

domingo, 7 de septiembre de 2025

Madres de libro: Placenta de Alaine Agirre

Idioma original: 
euskera
Título original: Karena
Traductor. Xabier Mendiguren
Año de publicación: 2021
Valoración: entre está bien y recomendable 
 
Acabamos esta serie de libros sobre madres y maternidad, con un libro que no recomendaría a ninguna mujer que estuviese embarazada, o que acabase de ser madre, o que esté pensando siquiera lejanamente en ser madre. No porque el libro sea malo, sino porque habla sobre las dificultades, penas y dolores de la inseminación artificial, del parto, y de la muerte de un recién nacido con una crudeza que quita las ganas de acercarte siquiera a cien metros de un niño. Se une así a Tienes que mirar de Anna Starobinets, La hora violeta de Sergio del Molino, Mortal y rosa de Francisco Umbral o El nadador en el mar secreto de William Kotzwinkle en la galería de libros terribles sobre la pérdida de un hijo; lecturas muy recomendables en muchos casos pero que es mejor no leer si se está con el ánimo pocho. (Antes de que venga nadie a acusarme de hacer spoiler, en realidad es la propia novela la que lo hace por mí, porque comienza con la noticia de que el feto no es viable y va a tener que ser "extraído" del vientre de su madre...).
 
A partir de ese punto, la historia da un salto hacia el pasado, para presentarnos a Sara, la futura (no) madre, y a su novia Adri, y el largo y duro camino que deben recorrer para conseguir que Sara, que realmente quiere ser madre (no así Adri) se quede embarazada: inseminación artificial primero, fecundación in vitro después, varios intentos fallidos, hormonas, efectos secundarios... Por fin, Sara consigue quedarse embarazada, pero, como ya hemos visto, sus esperanzas se ven nuevamente truncadas por el infortunio. La parte final de la novela se centra en el duelo de Sara por su niño perdido, un proceso de sanación y memoria doloroso y solitario. 
 
En fin, la alegría de la huerta.
 
Para trabajar un tema tan duro, Alaine Agirre toma varias decisiones que me han parecido acertadas. Una de ellas es dividir la narración en capítulos relativamente breves: de una página los más cortos, tres o cuatro los más largos. De esta forma, la experiencia de Sara se nos presenta a través de retazos o escenas fragmentarias (lo que, como sabe cualquier persona que haya leído El edificio, es una de mis formas favoritas de narrar). Además, hay una alternancia creo que bastante pensada entre fragmentos focalizados en Sara, cargados de emoción y de dolor, y otros en que se adopta una perspectiva y un lenguaje más centrados en la exterioridad, recurriendo al léxico médico y a la descripción neutra. 
 
En otros sentidos, con todo, el libro se me ha hecho algo pesado, y no solo por la tristeza que rezuman casi todas sus páginas. Hay una cierta circularidad de algunas escenas y expresiones, y la decisión de contar desde el inicio el desenlace del embarazo, aunque puede servir para mitigar el impacto emocional que supondría presentarlo más tarde, al mismo tiempo tiñe de amargura todo el resto de las fases del proceso, de forma que no podemos implicarnos de la misma forma en las esperanzas de Sara, sus sucesivas tentativas de quedarse embarazada, los sufrimientos y maravillas del embarazo... Creo que algún contraste esperanzador o simplemente bonito habría ayudado a crear un contraste con la dureza de la historia principal...
 
En definitiva, se trata de un libro duro, difícil, bien escrito y estruturado; una interesante aportación a la narrativa vasca actual (en la que el tema de la maternidad había sido tratado, desde coordenadas muy diferentes, por Katixa Agirre en su Amek ez dute / Las madres no), aunque su lectura no sea precisamente plato para todos los gustos...
 
Otras obras de Alaine Agirre en Un Libro al Día 

sábado, 6 de septiembre de 2025

Madres de libro: Todas las madres me odian de Sarah Harman

Idioma original: inglés 

Título original: All the Other Mothers Hate Me

Año de publicación: 2025

Traducción: Librada Piñero

Valoración: entretenido

Florence Grimes, joven madre norteamericana y ex componente del grupo Noche de Chicas se dedica a sobrevivir en Londres, donde su hijo Dylan asiste al internacionalmente pijo colegio St. Ángeles -pagado por el padre, claro-, no siendo demasiado popular entre las internacionalmente pijas madres, en parte por sus propios méritos y en parte también porque su hijo resulta un poco rarito dentro del internacionalmente pijo alumnado. Un poco rarito y además, sospechoso cuando uno de sus compañeros más pijos, precisamente, desaparece durante una excursión. La propia Florence descubre ciertos indicios que sugieren que su hijo ha tenido algo que ver en el asunto... ¿Qué haría cualquier madre ante una situación así? ¿Hablar con su hijo, tratar de aclarar las cosas, acudir a la policía? Por supuesto que no: lo que hace la protagonista (y supongo que harían muchas otras madres) es ocultar las pruebas y buscar cualquier forma de exculparlo. Así, nuestra Florence, con ayuda de otra madre recién llegada al St. Angeles, se convierte en una improvisada y del todo inaudita detective para tratar de averiguar que le ha ocurrido a Alfie Risby (que así se llama el niño desaparecido y tal vez asesinado) y exculpar a Dylan. Misión complicada, porque sí, casi todas las demás madres la odian o, cuando menos, la desprecian...

No voy a decir que ésta sea una gran novela, alta literatura y todo eso... Ni siquiera puedo decir que es una buena novela, interesante, con cierto prestigio, etc. de las que a uno le gusta mencionar casualmente en las conversaciones cultas, vaya... De hecho, fuera de este blog no creo que la mencione nadie que la haya leído. Pero sí es una novela bastante entretenida e incluso divertida, a medio camino entre un thriller bien trazado (o, al menos, tan bien trazado como muchos de los que llenan las listas de ventas, sobre todo en época estival) y lo que hace unos años se llamaba chick-lit, en este caso un tanto caótica y destartalada; Florence no es una joven profesional que no puede disfrutar de su relativo éxito porque, ay, no tiene novio, sino una joven madre, bastante desastrosa y sin un futuro claro por delante que disfruta todo lo que puede de su juventud aunque, ay, no tiene novio... De todas formas, si algo deja claro la historia es que la gran relación, el gran amor de Florence no es otro que Dylan y deja evidente, incluso de forma algo perturbadora, lo que una madre es capaz de hacer por su hijo, incluso pasando por encima de quien haga falta.

Pero tampoco nos pongamos tan intensos: la novela de Sarah Harman (la primera, al parecer, siendo ella, también, una americana afincada en Londres) es, como digo, de lo más entretenida y fácil de leer, además de por esos truquitos típicos de los candidatos a best-sellers (o de los talleres de escritura donde enseñan a escribir candidatos a best-sellers), como, ya sabéis, capítulos cortos y ágiles, cliffhangers, facilidad para empatizar con las protagonistas... porque está llena de humor. No digo que sea un humor sorprendente y superocurrente -en general, se basa en el autofustigamiento autoindulgente (ya sé que parece contradictorio) de Flo; pero, en cualquier caso, contribuye a hacer más llevadera a quien se anime con esta novela una lectura que ya de por sí lo es. Ideal para las mañanas de playa, las perezosas tardes veraniegas o las noches en que nos han incautado el acceso a Netflix. Cierto es que también se puede leer otra cosa más sesuda, pero hace mucha calor...

viernes, 5 de septiembre de 2025

Madres de libro: Siberia. Un año después de Daniela Alcívar Bellolio

Idioma original: Español
Año de publicación: 2019.
Valoración: Bastante recomendable

No importa que tu historia personal sea extraordinaria o banal, alegre o dolorosa, que vivas en una gran ciudad o en la aldea más remota de la estepa kazaja. La clave en la literatura autobiográfica (o de base autobiográfica) está en tu capacidad, como autor, de trascender, de remover, de conectar de alguna manera con el lector. En todo esto y, también, en no caer en el lugar común, en la autocomplacencia o en el "ombliguismo".

Estos son los peligros a los que creo que se enfrenta y que consigue eludir un libro como Siberia. Un año después, texto en el asistimos a la deconstrucción y reconstrucción de la vida de su protagonista a partir del hecho devastador que supone el fallecimiento de su hijo recién nacido (Cuidado que aquí el "a partir de..." no coincide con el punto de partida de la narración sino con el núcleo central desde el cual el texto se ramifica hacia el pasado y el porvenir, rompiendo así la linealidad y ofreciendo una imagen más real de lo que es la vida, una sucesión de hechos aleatorios e inconexos partidos por las heridas visibles e invisibles que deja el trágico suceso).

Digo que Alcívar Bellolio consigue eludir esos peligros y lo hace a través del fondo y de la forma. Es la suya una búsqueda, un retorno y una huida (al mismo tiempo), una narrativa visceral del cuerpo y del alma, una narrativa de la devastación, la culpa, el dolor, el deseo y el miedo que evita lo autocomplaciente en su búsqueda de sentido, una narrativa de alta carga poética y sensorial que rompe con lo lineal para tratar de juntar los retazos de un ser que quedó partido por la tragedia y que, a pesar de esta, busca la luz de los blancos espacios sin cartografiar entre los mares oscuros de la psique humana.

Es, en resumen, un texto fragmentario, duro, desgarrador (Llevo en el alma un tatuaje ... llevo en el vientre una herida, y por dentro el útero hendido...llevo en el vientre un hueco infinito de dolor...) que pone nuevamente de manifiesto la extraordinaria salud de la que goza la literatura latinoamericana, en general, y ecuatoriana, en particular, escrita por mujeres.

jueves, 4 de septiembre de 2025

Madres de libro: Heridas abiertas de Gillian Flynn

 Idioma original: inglés 

Título original: Sharp Objects

Año de publicación: 2006

Traducción: Ana Alcaina

Valoración: ¿está bien?

Vaya tela la de está novela, amig... estoo, quiero decir Resumen resumido: Camille Preaker es una reportera de un periódico de Chicago (el cuarto en importancia, que no está mal, pero tampoco es para tanto) que es enviada por su jefe a su pueblo natal, Wind Gap, en el culo de talón de la bota de Missouri, casi en el Profundo Sur de EE.UU., para escribir un reportaje sobre un posible asesino en serie; una niña apareció estrangulada -y con los dientes arrancados... detallitos del libro- nueve meses atrás y ahora -esto es, cuando se sitúa la acción, hace unos veinte años- ha desaparecido otra, con pinta de haber sufrido el mismo destino. A Camille, como es de suponer, no le hace ninguna gracia el encargo. Nin-gu-na... Porque, además de lo desagradable de husmear en un asunto como ése, si se dio el piro a Chicago fue para dejar atrás su ciudad natal, su incómodo pasado y, sobre todo, a su familia. Es decir, a su madre, la mujer más rica del pueb... quiero decir, ciudad (en EE.UU. parecen tener un concepto distinto que aquí de a lo que podemos considerar como tal), una dama que no sólo parece un dechado de perfección, sino que tampoco admite otra cosa a su alrededor. O sea, lo contrario de lo que es su hija Camille, que carga con un saco de adicciones y traumas que harían las delicias de cualquier psicólogo que estuviera preparando su tesis doctoral. Menos mal que tiene a la hermanastra de Camille, Amma, de trece años, que esa sí que es perfectita en todo su joven naturaleza, a pesar de (o quizás debido a) ser un bicho de cuidado. Aún así, a la madre, Adora, le sirve de consuelo para olvidar a Marian, otra hija que murió tiempo atrás...

Con estos ingredientes se puede preparar un sabroso pero algo indigesto melodrama como los que amenizan los domingos por la tarde en telefilmes idóneos para echar la siesta, a falta de Tour de Francia... Pero claro, Gillian Flynn, como sabe cualquiera que hay leído su megaéxito Perdida (yo no lo he hecho, aunque he visto la peli) no se anda con chiquitas y esta su primera novela armó todo un thriller psicológico en el que explorar los turbios recovecos del alma humana. Las investigación periodística/policial no tiene demasiado  interés, más allá de unos cuantos tópicos del género -poli joven y guaperas con el que fol... tontea la protagonista, los secretos mal guardados que pululan en cualquier pueblo más o menos pequeño, el consabidos sospechoso que todos sabemos que no va a ser culpable-, pero le sirve a la trama para avanzar hasta una resolución que la autora, en su bisoñez como tal , supongo que pretendía fuera sorprendente pero que se ve venir a kilómetros (perdón si alguien considera esto un spoiler).

En todo caso, esto no es lo importante ni lo interesante de la novela. Lo importante es la recreación que nos ofrece de una(s) maternidad(es) absorbente, morbosa, enfermiza a fuer de pretender ser abnegada, pero que no deja de ser un epítome o, más aún, una exageración casi caricaturesca de los valores que se supone ha de mostrar la maternidad. Lo que no deja de ocurrir también con respecto a la sociedad femenina que encontramos en Wind Gap -en la que se mueve Camille, en todo caso- estructurada cual colmena, con una abeja reina, las aspirantes a serlo y un ejército de obreras a su servicio -los hombres, aunque aparecen en la novela, no tienen un papel trascendental en la misma o, al menos determinante; bien podemos considerarlos como a los zánganos, únicamente útiles para la fecundación, si acaso-; desde luego, no se puede decir que Flynn sea clemente con sus congéneres, a excepción de su protagonista Camille, claro, a la que, por otra parte, se las hace pasar canutas  siempre que puede...

Si el retrato del universo femenino y de la maternidad que nos brinda la autora es lo importante de la novela, lo más interesante es que no se corta un pelo en llevar los conflictos, las aristas y la turbiedad hasta un extremo poco habitual en una novela con ambición comercial o incluso de convertirse en best-seller (que no sé si ésta lo logró). No sólo eso: también podemos encontrar un toque de casi gótico sureño, y de casi novela de fantasmas, con una mansión casi encantada. O casi un cuento de los hermanos Grimm, si se quiere... Un cuento bien narrado, porque está claro de Gillian Flynn tiene dotes más que suficientes para ello, pero en el que por momentos, la célebre y necesaria suspensión de la incredulidad se diluye e incluso , en algún momento, entra en un cierto dislate. Lo que no significa que no se pueda leer con gusto, también morboso, para qué engañarnos, pero es lo que hay. Placer culpable, que se dice...

Un último apunte: no entiendo por qué razón, además de que sea una de esas decisiones editoriales un poco absurdas, se le puso este título en España, en vez del original, Objetos afilados, más adecuado puesto que tiene una relación directa con la trama y las referencias a todo tipo de chismes cortantes y/o punzantes -también metafóricos- se encuentran por toda la novela. Heridas abiertas es más bien título de telefilme de domingo por la tarde, aunque si el argumento es el de esta novela, ya os digo yo que no os quedaríais dormidos/as... (de hecho, la serie que se hizo a partir de esta novela, también con Amy Adams de protagonista, como en el caso del libro reseñado por Santi para esta semana temática, no tuvo una segunda temporada, al parecer, porque resultaba demasiado oscura incluso para la actriz).


Post-resencia: Creo que esta vez me he pasado un poco con los paréntesis. Pido disculpas (y no volverá a ocurrir).

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Madres de libro: La pianista de Elfriede Jelinek

Idioma original: Alemán
Título original: Die Klavierspielerin
Año de publicación: 1983
Traducción (al catalán): Antònia Sabater
Valoración: Recomendable (aunque no para todo el mundo)

Erika es una mujer ya madura, que ha sido completamente anulada por su madre absorbente, posesiva y controladora. Un día descubre que Walter (uno de los alumnos a los que da clases de piano, diez años más joven que ella, atractivo, carismático, talentoso y deportista), se ha interesado por ella. Y aunque Erika es, en un inicio, incapaz de reciprocar a Walter (que tampoco es que esté genuinamente enamorado de ella ni la admire tanto como se repite a sí mismo, sino que sólo quiere usarla), la insistencia de su pretendiente hará que la maestra le dé una oportunidad. Pero el único amor al que Erika puede aspirar es uno viciado por su dependencia (si ya no la gobierna su madre, deberá ser Walter) y las fantasías sexuales provocadas por su represión y la pornografía.

Esta es la premisa de La pianista, novelón que escribió la Premio Nobel de Literatura de 2004 Elfriede Jelinek. Digo novelón porque, pese a su brevedad, abunda en detalles (la contraposición, que a su manera deviene superposición, entre arte y bajos instintos o entre el artista y las masas; el que Erika pueda hablar abiertamente de unas cosas y sólo a través de carta de otras; etc...). Digo novelón, también, porque su factura derrocha inteligencia y sentimiento.

De La pianista destacaría su elenco protagónico: Erika, su madre y Walter. Y aunque las caracterizaciones de estos tres personajes son bastante sencillas, sus abundantes claroscuros las dotan de una inusitada complejidad. 

Asimismo, las dinámicas entre estos tres personajes funcionan muy bien. Si bien son, al menos aparentemente, algo lineales (madre e hija, alumno y maestra, rivales que pretenden gobernar a Erika), adquieren espesura gracias a su naturaleza oblicua, sórdida, tóxica y contradictoria.

Estas dinámicas pivotan siempre en torno al amor. Un amor egoísta, enturbiado y viciado. Y es que, para La pianista, el amor (sobre todo el de hombres y mujeres, pero también el paternofilial) es una lucha, un combate, la cara bonita de la dependencia y la dominación; el amor es, en suma, la aniquilación. Bueno, las relaciones humanas en general las plasma como profundamente unilaterales y frustrantes.

La forma de narrar de Jelinek en La pianista también es fascinante. La mayoría de páginas de la novela resultan asombrosamente inspiradas y ostentan una calidad literaria y una riqueza estilística excepcionales. La prosa es plástica, intensa, capaz de mimetizarse con la atribulada mente de Erika y describir escenas magistralmente, como aquella en la que la protagonista espía a un hombre y una mujer mientras mantienen relaciones.

Aquí un ejemplo de la prosa de Jelinek, que hallamos en la página 130 de La pianista: «Atreta per la foscor, l'Erika s'endinsa per les quietes prades que s'escampen entre matolls, arbredes i canals. (...) Ara ve el parc d'atraccions; els llums fugaços brillen al lluny. Se senten trets, veus cantant victòria. Els adolescents xisclen alhora amb els aparells de lluita de les sales de joc o callen fent-ne anar d'altres que ja són prou estridents i llampegants. Decidida, l'Erika deixa enrere tot el renou, abans de permetre que se li acosti. Els llums temptegen cap a ella, no troben cap lloc per agafar-s'hi, li passen pel cap, que duu tapat amb un mocador de seda, rellisquen, li marquen un lamentable rastre de color humit al llarg de l'abric i cauen a terra, on moren en la brutícia. Ressonen petites explosions, però també l'han de deixar passar sense fer-li ni un forat. Són incapaces d'atreure-la, més aviat la repel·leixen. (...) Això no és per l'Erika.»

¿Es La pianista perfecta? Puede que no. Su argumento resulta algo tenue y por momentos repite machaconamente sus ideas. Además, los lectores que se sientan intimidados por los personajes autodestructivos, las interacciones oblicuas y la sexualidad depravada (la reprimida Erika ve películas porno, practica el voyerismo y la automutilación, etc...) quizá repudien esta novela. 

Aun así, es un librazo. Uno que disfrutaremos especialmente aquéllos que amamos la literatura oscura, capaz de elevar lo sórdido, lo turbio y lo vulgar con su mensaje y su manejo del lenguaje. Y es que su honestidad y brutalidad resonarán inevitablemente en nosotros. Sus reflexiones todavía nos carcomerán días después de volver la última página. Su prosa, inspirada, expresiva y plástica, nos deslumbrará. Y sus personajes (Erika, su madre y Walter) se alojarán en nuestra cabeza, quizá para siempre.

Existe una adaptación cinematográfica de La pianista. La película, del director Michael Haneke, salió en 2001 y es una obra de culto por derecho propio. Aunque el lenguaje cinematográfico es incapaz de trasladar la plasticidad de la prosa del material original, Haneke mantiene el tono perverso y la atmósfera asfixiante exprimiendo los recursos de su medio. Además, se toma algunas libertades argumentales que, a mi juicio, funcionan muy bien (como aprovechar a la alumna de Erika para establecer un paralelismo con ésta, expandir hacia el hockey sobre hielo la faceta de deportista de Walter o decantarse por un final distinto pero igualmente sugerente).

martes, 2 de septiembre de 2025

Madres de libro: Mi madre de Yasushi Inoue

 Idioma original: japonés 

Título original:わ が 母 の 記

Año de publicación: 1975

Traducción: Marina Bornas

Valoración: entre recomendable y está bien

No lo voy a negar: seguramente, si nos nos hubiéramos planteado programar una Semana de las madres o como queramos llamarla, no creo que se me hubiera pasado por la cabeza leer este librito, publicado hace ya 50 años por un escritor japonés al que no conoce nadie sólo conoce nuestro compañero Alain y que trata sobre sus recuerdos y reflexiones sobre su anciana madre, que cuando llegó a una edad provecta y ya viuda comenzó a comportarse de una forma digamos que peculiar para su familia, aunque habitual en personas de avanzada edad: pérdidas de memoria y atención, insistencia en los recuerdos de su infancia y juventud, comportamientos erráticos, cabezonería... en fin, supongo que a más de uno y una de nuestros lectores/as les sonará este cuadro...

El libro, bastante corto, vienen a ser, pues, una suerte de memorias o incluso dietario del escritor sobre los últimos años de vida de su madre y está dividido en tres grandes apartados o capítulos -aunque luego cada uno tenga sus propias divisiones internas-, titulados respectivamente Bajo los cerezos en flor, Claro de luna y El rostro de la nieve (vamos, más japonés imposible, no me digáis... aunque tal vez se deba a un tropo cultural nipón que les hace insistir en ciertas imágenes). El primero de los capítulos trata de cuando la madre del escritor se ha quedado viuda, a los 80 años y comienza a dar muestras de su senilidad, a pesar de conservar una gran vitalidad. En el segundo capítulo la buena señora -de la que nunca conocemos el nombre, en realidad- ha alcanzado ya los 85 años y su demencia senil ya parece irreversible, con el agravante de que hay que estar vigilándola constantemente. En el tercero, situado antes de su muerte, que se produjo cuando estaba a punto de cumplir los noventa,  el comportamiento de la madre es aún más errático, levantándose de noche para pasearse por la casa como un fantasma, dejando de reconocer incluso a sus propios hijos, comportándose a menudo como la niña consentida que debió ser de pequeña, etc. Por desgracia, lo normal a esas edades o al menos en muchos casos...

Pero que la dinámica en la que entra esta señora, arrastrando a su familia nos parezca normal o, cuando menos, habitual no quita para que su hijo Yasushi se dedique a explayarse a lo largo de páginas y más páginas sobre todos estos comportamientos, con bastante detalle, sobre lo que él o sus hermanos piensan al respecto y sobre reflexiones más o menos elaboradas -también más o menos tópicas- sobre la vejez, la vida y la muerte. Que se me entienda bien: no pasa nada, ya que este escritor resulta tener una pluma muy bien adiestrada y el estilo es ágil y amenos, además de que el libro no es demasiado extenso y no se hace pesado. pero uno no deja de tener cierta sensación de obviedad, de que se diría que Inoue está descubriendo la pólvora, cuando que las personas, al envejecer y llegar a cierta edad crítica, se vuelvan chochas y comiencen a comportarse como niños pequeños es más viejo que el comer... Quizá sea eso lo más interesante y hasta educativo de este libro -además del cariño, en absoluto afectado, que muestra por su madre-: que no importa de dónde seamos, cual sea nuestra cultura y circunstancias vitales e históricas;  somos todos y todas iguales y las servidumbres del paso del tiempo nos afectan por igual. A padres/madres y a hijos, que ya llegaremos, antes o después (esperemos que mucho después) a ese momento.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Madres de libro: Canina de Rachel Yoder

Idioma original: 
inglés
Título original: Nightbitch
Traductora: Laura Ibáñez
Año de publicación: 2022 
Valoración: extraño, pero recomendable  
 
Este es uno de esos libros a los que llegué a partir de la película: una adaptación cinematográfica con Amy Adams como protagonista, que recibió críticas mixtas, pero que al mismo tiempo ganó varios premios en festivales, sobre todo por su interpretación principal. Así, mi lectura del libro necesariamente está condicionada por la película, aunque, y siento caer en el cliché, el libro me haya gustado más. 
 
Nightbitch (primer problema para la traductora: cómo traducir este título tan impactante del inglés; avanzo ya que la solución elegida no me parece mala, aunque obviamente no sea tan llamativa como el original) habla sobre la maternidad, lo que explica su inclusión en esta serie, pero desde un planteamiento innegablemente original. La protagonista, a la que solo se llama "una madre", y que vive en un estado de cansancio e irritación constante desde que se dedica exclusivamente a cuidar de su hijo, comienza de repente a transformarse en una perra (la Perra de Noche del título): le sale una cola, le crecen unos pezones extra en el pecho, y por las noches se escapa a correr por el barrio y a cazar pequeños animales que se encuentra a su paso. 
 
Este tema podría resultar absurdo o ridículo; desde luego, es inverosímil, pero la autora consigue hacerlo funcionar, aplicando técnicas propias del género fantástico: el tratamiento de lo irreal como parte de lo real, algo sorprendente pero no completamente imposible, de forma que, progresivamente, tanto la protagonista como su marido y su hijo aceptan lo que está sucediendo, no como un terrible drama que debería llevarles de consulta en consulta hasta encontrar una solución, sino como parte de una realidad mágica que ambos comparten. Por otra parte esta idea de "una madre que se convierte en perra" es desarrollada a través de escenas a veces cómicas, a veces grotescas, como cuando la madre asesina a la gata de la familia, o cuando ella y su hijo devoran carne cruda como animales en un centro comercial (para escándalo, naturalmente, del resto de clientes). 
 
De hecho, el humor es otro de los grandes valores de la obra: la madre (y la narradora, que sin ser la misma persona, porque la historia está en tercera persona, está muy próxima de ella) es (auto)irónica, divertida, bromista, ácida, utiliza una expresión ágil, coloquial, vulgar cuando hace falta... Aquí tengo que referirme al tema de la traducción nuevamente, porque me parece muy complicado transmitir esa espontaneidad juguetona del original, y la traductora lo consigue muy bien. Salvo por alguna que otra palabra que me chirría (como "tontuela"), creo que la traductora ha hecho un trabajo excelente para mantener la frescura del original sin resultar artificial. 
 
Pero aunque sea una novela bizarra (cómo me gusta usar esta palabra ahora que la RAE ha aceptado la acepción "Raro, extravagante o fuera de lo común") y divertida, también sabe ponerse seria, sin que la mezcla resulte incómoda (algo que sí pasa en la película en algunos momentos, creo). De hecho, se puede entender esta obra como una crítica feroz, literalmente feroz, de ciertos modelos de maternidad intensiva, o de la propia idea de maternidad como institución (que diría Adrienne Rich), como una responsabilidad casi exclusiva de la mujer, con su carga de preocupación, culpa, frustraciones y renuncias. ¿Por qué esas renuncias solo se exigen a las madres? ¿Hasta qué punto debe una mujer renunciar a sí misma (hasta el punto de renunciar incluso a su nombre para convertirse en "una madre")? ¿Es posible compaginar la maternidad con una trayectoria profesional fructífera y gratificante? ¿Es esa la maternidad ideal? La madre (una mujer inteligente, culta, creativa, sofisticada) se plantea todas estas cuestiones mientras lucha por alimentar a su hijo e impedir que destroce la casa, operando una constante comparación, e incluso competición, con otras madres que la rodean. Leyendo la obra es inevitable pensar en otros textos que han planteado estas cuestiones, desde diversos géneros o latitudes, como El nudo materno de Jane Lazarre o Las madres no de Katixa Agirre, o también a El papel de pared amarillo de Charlotte Perkins Gilman, que la protagonista lee y relee al comienzo de la novela.
 
Hay un aspecto, sin embargo, que me ha provocado algo de desazón al leer el libro (y que también me lo provocó al ver la película): que, a través de la creación de la filósofa/antropóloga ficcional Wanda White, y su libro Compendio de mujeres mágicas, parece reintroducirse en el texto un cierto discurso esencialista sobre la feminidad y la maternidad, acerca del cual no está claro cuál es la posición ni de la protagonista ni de la autora. Es decir: si por una parte parece cuestionarse que, social y culturalmente, se cargue a las madres con toda la carga física, mental y económica de la crianza, al mismo tiempo parece recuperarse una especie de discurso mítico de la Gran Madre natural, biológica y espiritualmente unida a sus crías y a la naturaleza de una forma que es ajena a los hombres. Y me parece difícil conciliar ambas cosas, porque si se defiende una mayor libertad de las mujeres para elegir (conjuntamente con sus maridos y con el resto de su "tribu") cuál es el modelo de maternidad más adecuado, no veo que se pueda al mismo tiempo defender que exista una especie de destino ancestral al que solo las madres tiene acceso.

O a lo mejor es que lo he entendido mal, no sé. Si alguien más ha leído la novela o visto la película, puede dar su opinión en los comentarios.

En fin, a pesar de estas dudas, el libro me ha parecido original y potente, valiente y divertido. No es una novela perfecta, pero ¿quién quiere perfeccción a estas alturas?

domingo, 31 de agosto de 2025

Gemma Pellicer: Mar de fondo

Idioma original: Español
Año de publicación: 2025
Valoración: Recomendable

Se llama mar de fondo a un tipo de ola que tiene su origen en vientos lejanos que crean ondas largas y regulares no apreciables a simple vista pero sí en el movimiento de la embarcación. Aplicado a la vida "en tierra", sería algo así como cuando todo está en calma pero "la procesión va por dentro".

El título, entonces, le viene como anillo al dedo a esta novelita en la que sus dos principales protagonistas llevan vidas aparentemente normales y corrientes pero atravesadas por diferentes "crisis" que las condicionan. También hay otros secundarios en situaciones similares (Teresa, Lucía...) pero el centro del relato lo ocupan Marina y el Capitán, nieta y abuelo sobre los que pivota una novela que se desplaza en el tiempo para hablarnos de crisis (laboral, de salud...), de dignidad y resiliencia. 

Digo que la novela se desplaza en el tiempo porque los saltos temporales son clave para la construcción de personajes y situaciones. Pero tan importantes o más que estos son los cambios en la voz narradora. La novela, estructurada en 46 breves capítulos que hacen que esta sea casi un diorama, ofrece la visión que de los hechos tienen protagonistas y testigos. 

Creo que la estructura y la diferenciación de las citadas voces (también esas tres rupturas de la 4ª pared en los capítulos 10, 32 y 35, que me parecen maravillosas) son lo más destacado de Mar de fondo. Continente y contenido van de la mano y tejen una especie de telaraña en la que el lector es muy probable que caiga atrapado.  

Otros aspecto a destacar de libro ses su sencillez. ¿Sencillez? Sí, podríamos decir que es una novela realista e introspectiva en la que se narra, simple y llanamente, la vida. Aun así, al hablar de diversas crisis, sería fácil caer en el tremendismo, en la hipérbole o el efectismo. Bien, Gemma Pellicer evita esas tentaciones y construye historias mínimas sin trampa ni cartón. O sin más trampa ni cartón que la propia literatura.

En el lado menos bueno, me da cierta rabia que haya historias que poseen un gran potencial y apenas están esbozadas en la novela. Son varios los ejemplos: Asunción, Teresa, la historia del Capitán y Juanito, Yun... No sé, da la impresión de que este Mar de fondo podría ser el tronco del que salieran un montón de ramas en las que colgarnos y recrearnos. Ojalá, porque ahí hay buen material.

sábado, 30 de agosto de 2025

Aristófanes: Las aves

Idioma original: griego clásico

Título originalὌρνιθες (Ornithes) 

Año de publicación (representación): 414 a.C.

Valoración: Se deja leer 


Creo que alguna vez he llegado a decir aquí que leer a los clásicos griegos no es en absoluto tan intimidante como la gente cree. De hecho, aunque algunos textos resulten a veces no muy digeribles, hay otros, en mi opinión la mayoría y sobre todo los de los grandes dramaturgos, llenos de vivacidad, relatos épicos, tragedias brutales, historias eternas y a veces cuajadas de humor, que pueden leerse sin la menor dificultad y resultan muy gratificantes. Esto es así muchas veces, pero llegados a este punto hay que reconocer que no siempre.

Aristófanes, autor sobre todo de comedias, propone en Las aves una cosa bastante loca: un par de personajes, Pistetero y Evélpides, consiguen entrar en contacto con Tereo, un rey que de alguna manera fue transformado en una abubilla y en su nueva condición parece que ejerce cierto ascendiente sobre el mundo de las aves. Los recién llegados huyen de Atenas, donde es posible que estuviesen envueltos en algún pleito, e intentan convencer a la abubilla para que las aves creen una ciudad en los cielos desde la cual gobiernen el mundo, desbancando a los dioses del Olimpo. Todo esto, claro está, entre un despliegue de retórica disparatada, disfraces y algunas situaciones más o menos cómicas.

Tras haber logrado estos individuos en parte su objetivo, se desarrollan las escenas más divertidas cuando una serie de personajes van apareciendo en escena intentando apuntarse a lo que consideran el nuevo poder emergente. Poetas, negociantes y matemáticos se arriman a lo que consideran caballo ganador, siendo despachados sin contemplaciones por los nuevos dirigentes. También se aproximarán varios dioses con intención de conocer la situación, e incluso de negociar. El nuevo orden, aunque todavía embrionario, tiene un buen número de personajes arrodillados para hacerse hueco, una estampa que igual nos es un poco familiar en los tiempos actuales.

La cosa es tan chusca que por momentos se siente uno sumergido en el ambiente de algunas obras teatrales deudoras del surrealismo o de la literatura del absurdo, de manera que si estuviéramos leyendo algo del siglo XX nos pondríamos quizá a buscarle significados, mensajes encriptados o estereotipos bajo el disfraz. En ese intento de análisis de fondo, seguramente el texto podría darnos claves interesantes en manos de algún entendido en la época: el reflejo del conservadurismo de Aristófanes, la crítica a la recientemente nacida democracia ateniense, ecos de la geopolítica del momento, cosas así que he podido ver por ahí y que sin duda aportarían datos para una lectura más rica.

Por mi parte, a lo sumo se me ocurre que eso de abogar por una ciudad edificada en el cielo y un mundo gobernado por las aves puede tener algo de metafórico, un punto de idealismo lanzado por quien reniega de alguna situación política o social, y un mensaje que se quiere hacer llegar, envuelto en el humor, a los espectadores que por su parte solo esperan reírse y pasar un buen rato. Pero, claro, todo esto leído a pelo veinticinco siglos después no funciona nada bien, a diferencia de esos otros autores a los que me refería al principio, clásicos, estos sí, en el más profundo sentido de quienes hablan sobre cosas más allá del momento y el lugar, que tocan al ser humano con carácter universal e intemporal. 

Por lo demás, digamos que el librito por sí mismo puede resultar a lo sumo entretenido y hasta provocarnos alguna sonrisa, nada mucho más allá, pero a fin de cuentas es otro título que llevarnos a la mochila, porque en definitiva en materia de lecturas (casi) todo suma.

Otras obras de Aristófanes reseñadas en ULADLisístrataPluto


viernes, 29 de agosto de 2025

José Luis Garci: Gun Moll (A Hollywood Story)

Idioma original: Español
Año de publicación: 2025
Valoración: Se deja leer (y a mucha honra)

Gun Moll (A Hollywood Story) es una especie de bolsilibro contemporáneo. Así lo indican tanto el tamaño del libro, que mide 9,5x13cm, como la extensión, temática e influencia norteamericana del relato que contiene.

Sigue a dos mujeres que atraviesan el desierto de Arizona en un Chevrolet para llegar a la frontera mexicana. Llevan mucho dinero en efectivo y un cadáver en el maletero. Una de ellas tiene una herida de bala en el hombro. Follan a menudo, ya sea en plena carretera bajo la canícula de julio o en moteles sin aire acondicionado. 

La historia narrada en Gun Moll (A Hollywood Story) no es nada del otro mundo. De hecho, podríamos considerarla esteriotipada, pues su argumento y personajes ya los hemos visto cientos de veces en el género negro. Sin embargo, la dignifican un pelín su prosa, que sin ser excepcionalmente artística rebasa lo meramente funcional, y su manera de ir dosificando la información al lector.

A estos dos elementos que elevan lo que de otra manera sería un texto bastante sencillito, incluso dentro de los parámetros "pulp" a los que podríamos adscribirlo, hay que sumar la atractiva edición con que Reino de Cordelia lo envuelve: tapa dura, cubierta de textura verjurada y catorce ilustraciones de Miguel Navia, que realzan el alto voltaje erótico (por no decir pornográfico, dada su explicitud y gratuidad) de la obra. 

En fin, que estamos ante un bolsilibro contemporáneo que, además de condensar todo lo bueno de este tipo de literatura en su contenido (falta de pretensiones, entretenimiento, arquetipos, dosis de violencia y sexo...), va acompañado por un continente de lujo.

jueves, 28 de agosto de 2025

Tarjei Vesaas: Los pájaros

Idioma original: noruego
Título original: Fuglane
Traducción: Carolina Moreno (en catalán para Club Editor) y Juan Gutiérrez-maupomé, Teigen Gund (en castellano para Nórdica Libros)
Año de publicación: 1957
Valoración: recomendable


Hay autores clásicos que, por motivos que desconozco, pasan de largo de nuestras vidas lectoras. Es posible que sea porque pertenezcan a países con menos influencia mediática o por utilizar idiomas menos populares. Y esto me ocurrió con Tarjei Vesaas, al que descubrí hace relativamente poco por su libro «El palacio de hielo» en el que, a pesar de cierta irregularidad, esgrimía destellos de una prosa que merecía ser profundizada y ampliada a través de otras de sus obras. Y aquí estamos, aunque con resultado poco convincente.

Empieza la novela de manera directa, como suele ser habitual en la literatura nórdica, y el autor nos introduce a los dos personajes que conformarán el eje central del relato: Mattis y Hege, dos hermanos que, a pesar de encontrarse en la madurez, viven juntos pues sus padres murieron cuando ellos eran aún niños; ella tiene cuarenta años y él tres menos; él sin trabajo y con remordimientos por no encontrar uno porque, según su opinión, no tener trabajo «es el mal que lo alimenta todo el año, y que lo ha hecho a lo largo de cuarenta años». Le apodan “el tarugo”, de manera justificada según él mismo y, por esa condición, teme que su hermana lo abandone ya que supone un lastre para la familia. Por ello, Mattis espera que la monotonía de su vida cambie y por ello está siempre pendiente de alguna señal que cause una disrupción en su vida. Y ese hecho, a su entender, se produce cuando, un día por la noche, la becada hace un vuelo por encima de su casa, algo bastante inusual, y él lo atribuye de forma inequívoca a que aquello es un presagio de que algo cambiará, de que nada será nunca más como antes. «Si esto no tiene importancia te juro que ya no sé qué puede tenerla» afirma, a la vez que intuye sin lugar a dudas que «a partir de ahora todo será diferente” pero, ¿lo será también para él?

La narración transcurre a través del día a día de los hermanos, centrándose en Matis y en cómo pequeños acontecimientos marcan de manera profunda su día a día, elevando situaciones cotidianas a hechos excepcionales. Para él todo tiene importancia, en su mundo interior rico y anárquico, una escena que salga de lo habitual es un el hecho de vital trascendencia. Y esa manera de ver y sufrir el mundo le causa un aislamiento interior pues nadie le entiende, nada ve el mundo como él, y eso le crea un abismo emocional pues en su fuero interno él sabe que es diferente al resto y que parece ser el único en darse cuenta y constatar la importancia de pequeños detalles y cambios en su rutina, ya sea el vuelo de unos pájaros o la amenaza de una inminente tempestad.

A pesar de que la historia promete, pues uno empatiza con Matis y sus preocupaciones, es precisamente esa rutina la que contagia el relato si bien es cierto que la irrupción de un tercer personaje que altera el orden y suscita episodios personales y vivenciales que abren y reformulan nuevas cuestiones sobre la vida y su futuro aumenta sumamente su interés hasta llevarlo a niveles suficientes para disfrutar de su lectura. Es por ello por lo que la lectura produce sensaciones encontradas pues el retrato de los personajes está bien definido y uno se une a la angustia de Matis, pero es justamente esa rutina en la que se halla instalado que causa que a veces el lector se pierda en ella y se someta a su mismo abatimiento.

También de Tarjei Vesaas en ULAD: El palacio de hielo

miércoles, 27 de agosto de 2025

Eduardo Mendoza: El asombroso viaje de Pomponio Flato

Idioma: español

Año de publicación: 2008

Valoración: recomendable

Palestina; primeros años del siglo I, durante el mandato del emperador Octavio Augusto. "¿Qué han hecho los romanos por nosotros?", se preguntaban los judíos que vivían en aquellas tierras, sojuzgados por Roma, dos mil años antes de que sus descendientes se dedicaran a perpetrar un infame genocidio sobre los hombres, mujeres y niños de Gaza. Bueno, pues aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, sí que hubo un romanos que hizo mucho por unos judíos en concreto; se trata de Pomponio Flato, ciudadano del orden ecuestre y filósofo natural -o aspirante a serlo- quien, tras sufrir cierto descalabro en su salud y peculio durante su búsqueda por Cilicia de ciertas aguas milagrosas, llega a Nazaret acompañando al tribuno Apio Pulcro. Allí es contratado por un niño de nombre Jesús, hijo de María, para que le ayude a exonerar a su padre, el carpintero José (sí, ya sé quienes parece que son, pero, igual que el autor de la novela, no lo voy a afirmar, no sea que concitemos la animadversión de los ínclitos Abogados Cristianos o de cualquier otra agrupación, congregación o secta integrista, ya se encuentre dentro de la Iglesia Católica o fuera de ella), condenado por el asesinato del rico Epulón. En su pesquisa, digan de un Sam Spade, Philip Marlowe o incluso un Gran Lebowsky, Pomponio indagará en los diferentes estratos de la sociedad nazarena, entrevistando tanto a la acaudalada familia de la víctima o a su criado, el efebo griego Filipo, como a mendigos y cortesanas, sacerdotes del Sanedrín o legionarios romanos.  Con ayuda, eso sí, del párvulo Jesús y de su agreste primo Juan.

Más allá de su adscripción al género de misterio o, de forma más improbable aún, a la novela histórica, El asombroso viaje... es sobre todo una obra llena de humor (no obstante, y lo digo siempre que reseño algo de este autor, no se trata de Sin noticias de Gurb. Repito: NO SE TRATA DE SIN NOTICIAS DE GURB... No sea que se me llenen los comentarios de gente diciendo lo mucho que les gustó ésta y lo que les han decepcionado otras novelas de Mendoza); es verdad que un humor quizás no del gusto de todo el mundo, puesto que se basa, en gran medida, en el contraste entre la pedante prosopopeya de la que hace gala el protagonista y las situaciones o comentarios algo chuscos entre las que se mueve; también, en continuas referencias culturales que tal vez hoy en día ya le sean ajenas a una parte de la población lectora -digamos que para disfrutar de la novela conviene tener ciertas nociones de Historia Sagrada, filosofía clásica, mitología grecolatina, las fábulas de Esopo y las tradiciones navideñas catalanas, entre otras cosas-, pero pensemos que Eduardo Mendoza es ya un señor de cierta edad que se educó, por tanto, en una época en la que a estos conocimientos se les daba mayor importancia. Pero estoy convencido de que quien esté en condiciones de disfrutar de esta lectura, con su despliegue de erudición, ironía y sorna, sin duda lo hará; cierto es que no estamos ante una de las grandes obras de este escritor, no siquiera, insisto, ante una de sus mejores novela cómicas, pero, desde luego, tampoco es uno de los títulos, más deslavazados, con los que nos decepciona de vez en cuando, impelido, creo yo, por la urgencia editorial. Así que sí, El asombroso viaje... es una novela que me atrevo a recomendar sin reparo alguno (y eso que me consta que entre los reseñistas de este mismo blog, por los general tan atinados, hay a quien no le gusta nada... Pero bueno, pensemos que también hay a quien le encantan ciertos libros perpetrados por Sara Mesa o Marta Sanz).

Y, por supuesto: #StopGenocidioGaza y #VivaPalestinaLibre...

Más obras del gran Eduardo Mendoza reseñadas en Un Libro Al Día: aquí

martes, 26 de agosto de 2025

Éric Vuillard: La batalla de Occidente

 Idioma original: francés
Título original: La Bataille d'Occident
Traducción: Javier Albiñana.
Año de publicación: 2019.
Valoración: recomendable.

Tiempos convulsos: los  conflictos en Gaza, en Ucrania, no acaban de solucionarse. Trump irrumpe en ellos con voluntad de negocio y de relevancia personal, pero sus intenciones (las aparentes, seguro que las ocultas darían para manuales de psicología y para epílogos maquiavélicos) no acaban de concretarse en la clase de acuerdos que acapararían portadas en el primer mundo: alto el fuego, cese de hostilidades, acuerdos de mínimos, etc. Así que nos vemos obligados a vivir con la espada de Damocles de un conflicto global,  ese otro concepto tan apreciado por los media. Escalada bélica. Uh. El coco con el que convive el planeta desde 1945, aquél que parecía alejado definitivamente con la caída del Muro, una especie de pesadilla recurrente que captura nuestra atención de manera inmediata y que genera tanto debate en el que la adscripción a un bando u otro parece una posición ineludible. La tertulia televisiva como gulliverización de los parlamentos.

Por eso no acabo de entender que, en un ejercicio que compararé inadecuadamente con lo de sacar flores del estiércol, la fascinación, aunque sea alejada en el tiempo y con una obvia intención estética, por los conflictos globales (en este caso, la Primera Guerra Mundial) se canalice en algo que, aunque seguro que sea mi apreciación, acaba otorgándeles una especie de pátina poética. Como una relativización, un poco al servicio de sus resultados estrictamente formales. Curiosamente, mis experiencias más recurrentes con la temática son con dos autores también franceses: Echenoz (poco se sabe de él) y Lemaitre (más activo y con una obra más variada) pero esta obra de Vuillard, -que por lo que veo ha hecho de este tipo de adaptaciones una marca personal - aunque creo que desde un sentido puro de lo literario (lenguaje cuidado y una cierta querencia por sacrificar la crudeza propia de estas narraciones por ciertas metáforas que podrían sonar a esteticistas), e incluso en su trasfondo más meramente intelectual, podría recomendarse hasta con cierto entusiasmo (que me he ahorrado),  he de insistir en que, como lector, me descoloca que enmascare tanta sordidez. La de los jóvenes ciudadadanos movilizados, la de los cadáveres, los heridos, el frío y la suciedad de las trincheras, el enorme sacrificio humano al servicio de los grandes intereses, de las fronteras, de la dominación global, de la imposición de los totalitarismos,  todo ello aprovechado en este tono, que no es frívolo ni banal, ni irrespetuoso, pero que tampoco me parece provocador ni irreverente. 

De Vuillard en ULAD: aquí 


lunes, 25 de agosto de 2025

Annie Ernaux: El acontecimiento


Idioma original: 
francés
Título original: L’événement 
Traductoras: Mercedes Corral Corral y Berta Corral Corral 
Año de publicación: 2000
Valoración: Muy recomendable/Imprescindible
 
Como sabrán los seguidores habituales y longevos de ULAD, Annie Ernaux es una de nuestras autoras de cabecera, ya desde antes de que ganase el Premio Nobel en 2022. Al final de esta reseña hay un enlace que permitirá encontrar los otros libros que hemos comentado de esta autora, que con este ya se acercan a la decena. Con todo, y sorprendentemente, todavía no habíamos reseñado este El acontecimiento, una de las novelas más conocidas de esta autora. 
 
Tal como sucede en la mayor parte de la producción de Ernaux, la obra es un ejercicio de memoria y análisis (y análisis del propio proceso de memoria) relativo a algún momento o aspecto de la vida de la escritora. En este caso, este momento, el "acontecimiento" del título, es el aborto que la autora decidió realizar en 1963, mientras era estudiante en la Universidad de Ruan, en un periodo en el que el aborto no solo no era legal, sino que seguía siendo un tabú y un estigma. 
 
Así, la novela comienza con el momento en que la narradora y protagonista descubre que está embarazada; viene, a continuación, un periodo de búsqueda angustiosa y solitaria de alguien que le practique un aborto de forma segura y, a ser posible, barata. Ni aquellos compañeros de la universidad en los que decide confiar, ni la medicina oficial e institucional le ofrecen ninguna solución; parecen negarse siquiera a pronunciar la palabra aborto. Por fin, consigue la dirección de una mujer que, después de algunas dificultades (y del pago correspondiente) consigue ayudarla a abortar. La novela termina con la narradora 
 
Tal como sucede con otras obras semejantes de la autora, El acontecimiento es un ejercicio (auto)analítico casi quirúrgico, impacable, sin concesiones a la sentimentalidad. Se trata de reconstruir, con el estilo seco característico de la autora, lo sucedido con precisión y con una consciencia agudísima, tanto de todos los detalles como de las sensaciones y sentimientos asociados. Se trata, también, de reflexionar sobre el propio proceso de memoria y de escritura, proceso que, en este caso, se apoya en una agenda y un diario íntimo que permite establecer una especie de paralaje, comparando las anotaciones realizadas en el mismo momento del "acontecimiento", con los recuerdos actuales de ese momento (lo que es diferente, lo que permanece, lo que se ha perdido, o añadido, con el tiempo a esos recuerdos).
 
Esta novela también es, sin embargo, un objeto de arte político, de una forma evidente y consciente. Incluso en 2000, cuando el aborto ya estaba legalizado desde 1975, escribir sobre este tema sigue siendo romper un tabú; sobre todo cuando se hace como lo hace Annie Ernaux: no como la narración de una tragedia o un dilema moral, sino como una decisión individual, empoderadora, que pone de manifiesto la autonomía de la mujer en relación con su propio cuerpo. Como dice la propia autora:
(Es posible que un relato como este provoque irritación o repulsión, o que sea tachado de mal gusto. El hecho de haber vivido algo, sea lo que sea, otorga el derecho imprescriptible de escribir sobre ello. No existe una verdad inferior. Y si no cuento esta experiencia hasta el final, contribuiré a oscurecer la realidad de las mujeres y me pondré del lado de la dominación masculina del mundo.)
La novela también es, por otra parte, política en otro sentido: tal como sucede en muchas otras obras de la autora, el texto muestra una aguda conciencia de clase, y de la forma como la clase condiciona nuestra realidad - incluido, claro, el acceso al aborto en países y/o momentos en que este no es legal y gratuito. Proveniente de una familia de clase trabajadora, la narradora ve cómo la miran y la tratan los médicos y los colegas, y cómo, en cambio, la mera mención de que es estudiante universitaria hace que el trato se modifique para mejor... 
 
Estamos, por lo tanto, ante un auténtico clásico; una obra que sigue siendo original y necesaria, abordando un tema, el aborto, demasiado frecuentemente convertido en tema de melodrama o de panfleto. Lo que tenemos aquí es algo diferente: es una narración desapasionada sobre cómo una mujer toma una decisión sobre su propio cuerpo y su propio destino, la lleva a cabo, y se siente orgullosa de ello. Naturalmente, habrá quien no comparta esta visión sobre el tema, por diversos motivos; pero eso no significa que no sea una obra necesaria y trascedente. 
 
Hay, por cierto, una adaptación cinematográfica de la novela, dirigida por Audrey Diwan y protagonizada por Anamaria Vartolomei, que ganó el León de Oro en el Festival de cine de Venecia. 
 
Otras reseñas de Annie Ernaux en Un libro al día.