Título original: The mist
Traducción: Antonio Samons
Año de publicación: 1980
Valoración: Recomendable para fans
Enésimo libro del rey del terror reseñado en ULAD; en esta ocasión vamos con La niebla, relato predilecto de muchos seguidores de King. ¿Será para tanto?
Lo primero que llama la atención es la brevedad de la novela; el mismo autor reconoce en su preámbulo, en el que realiza una apasionada defensa sobre el género del cuento o relato corto, que esta obra pertenece a ese género y no al de novela breve. Bien, a mí eso me da exactamente igual; en cualquier caso, no deja de ser bastante extenso, sus buenas tres o cuatro horas de lectura, aunque claro, en el caso de King eso sí que se podría considerar algo escueto. En el volumen del que dispongo aparecen otros dos cuentos, estos sí más breves, y de calidad notablemente inferior.
En La niebla, tenemos a un típico “hombre norteamericano convencional” que, tras sufrir una horrenda tormenta en su lugar de vacaciones, acude con su hijo a un supermercado; allí verán como una espesísima niebla se acerca hasta encerrar en el interior a todos los compradores. ¿Encerrar? Bueno, estrictamente hablando, no hay nada que les impida salir...
Una característica primordial de King es que él nunca opta por ocultar la fuente del terror; en contra del estilo de “no enseñes nunca al monstruo y deja que la imaginación trabaje”, él siempre nos muestra claramente y en varios momentos la naturaleza del horror, su tangibilidad. Tampoco es de un poder infalible; a los malos de Stephen King se les puede herir, y, en ocasiones, destruir. De hecho, un punto fundamental de su narrativa es la lucha contra el terror, enfrentar a los protagonistas a sus propios miedos.
Sabiendo esto por anteriores lecturas, partía con la idea de que la propia niebla sería la principal antagonista, pero no; dicha niebla funciona como un mero telón donde se esconden los verdaderos monstruos, que son exactamente eso, monstruos: arañas e insectos gigantes. No hay alegorías aquí, no hay un trasfondo psicológico en el que plantear metáforas.
Me llama también la atención de que, en contra de su tendencia habitual, aquí aparentemente hay una causa o razón natural del mal, tiene una explicación coherente (entendámonos, coherente en el contexto de Stephen King; me refiero a que no es un horror llegado de otra dimensión ni en un meteorito). Sin embargo, no aprovecha para introducirlo en la trama, esta explicación solo sirve como conjetura para algunos de los personajes. Una oportunidad desaprovechada.
En cuanto a la narración en sí, sí que me gustó. Tiene un buen ritmo, consigue que pasen cosas en todo momento, hay evolución en algunos personajes, relata bastante bien distintos modos de enfrentarse a la desesperanza e incluso deja hueco a momentos típicos de King Marca Registrada, como la existencia de la presunta adivina, o la incursión a la farmacia. No descubro nada si digo que se nota verdadero talento en cada párrafo.
Respecto a los otros dos cuentos de la antología, El mono y El atajo de la señora Todd, me temo que son de un nivel inferior.
En El mono, un hombre descubre un juguete maldito de su infancia que presuntamente es el causante de varias muertes; el cuento trata sobre cómo intenta deshacerse de él. Está bien, pero nada memorable. Ahonda en las relaciones paternofiliales, como ya había sucedido en La niebla.
El atajo de la señora Todd me dejó desconcertado; en cualquier caso, es una buena muestra de la plasticidad del estilo de Stephen King. Si no me he perdido en la metáfora, aquí los malos son ¿los atajos? Jamás se me habría ocurrido utilizar un atajo como un personaje, ni siquiera un camino normal, muchísimo menos como antagonista de un relato. La historia es más o menos la siguiente: una señora está obsesionada con utilizar atajos para ganar tiempo, hasta el punto de que se vuelve tan eficiente en uno de sus recorridos habituales que comienza a rejuvenecer, como si retrocediera en el tiempo.
Quiero pensar que este argumento es fruto de la mala época de King con las sustancias.
En resumidas cuentas, según mi opinión, un muy buen relato típico de King, uno pasable y otro malo. El volumen merece la pena por La Niebla: si están pensando en introducirse en el universo Stephen King y les da pereza los tochos que tiene por novelas, está es una estupenda introducción.
Otras obras de Stephen King reseñadas en la ULAD aquí.
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