Título original: Gjenerali i ushtrisë së vdekur
Año de publicación: 1963
Traducción: Ramón Sánchez Lizarralde
Valoración: Imprescindible
Juguemos a pitonisos. En una hora se anuncia el ganador (o ganadora) del Nobel de Literatura 2023 y nuestra apuesta es Kadaré (además rima!!!!!). Cualquier sabe lo que decidirán los suecos, que son capaces hasta de dárselo a Joaquín Sabina, pero pase lo que pase ¡¡¡NOSOTROS TE QUEREMOS, ISMA (que hay confianza)!!!
El general del ejército muerto es la primera novela del albanés y ¡vaya primera novela! Oscura, turbia, irreal y absurda, sienta las bases y dibuja las principales obsesiones que recorrerán su obra posterior.
Se trata de una novela tenebrosa y de atmósfera pesadillesca (con algún destello de luz, como el de esa chica de impermeable azul que espera todas las tardes a su novio) cuyo argumento podría resumirse en la exhumación y repatriación, alrededor de 1963-65, de los restos mortales de soldados italianos fallecidos en Albania durante la Segunda Guerra Mundial.
Dos son los personajes que centran un relato en que ni lugares (salvo Tirana y alguna pequeña excepción) ni gentes poseen nombre propio: el general y el cura. Los efectos que sobre aquellos provoca la tarea que les has sido encomendada y el cambio en la percepción que de la misma tienen son el meollo de la novela: el paso del orgullo y la solemnidad a la indiferencia e incomprensión, los jirones del alma que ambos van dejando por un camino en el que la muerte, la locura y el absurdo son permanente presencia.
Si por algo creo que destaca está novela, más allá de la ya comentada evolución de los personajes, es por una atmósfera magníficamente construida por el autor. A una tarea macabra y medio delirante le acompañan un clima de mierda (lluvia, frío, nieve...), un paisaje agreste y hostil reflejo de un pueblo también agreste y hostil, aunque no siempre, con los visitantes. La combinación de todo ello funciona a la perfección y es un tercer personaje clave de la novela.
Puedes excavar y penetrar en su tierra fácilmente, pero en su espíritu, jamás.
Pero no todo es oscuridad en la novela. Un par de interludios, que trasladan la acción a un tiempo anterior, sirven para oxigenar el relato y para vincularlo a la oralidad que sobrevuela por la novela y que será pieza importante de la narrativa de Kadaré.
En resumen, una estupenda primera novela, preludio de una obra con un nivel medio altísimo y que posee, además de su calidad estrictamente literaria, el valor de ser testimonio de la más reciente historia europea. Más que suficiente para que los suecos le den de una puñetera vez el Nobel. Esperemos que hoy sea el día.
P.S.: Hay adaptación al cine de esta novela y los protagonistas son Marcello Mastroianni y Michel Piccoli. ¡Casi nada!
P.S. 2: Habrá que esperar, como mínimo, a 2024 para hablar del Nobel a Kadaré
Más libros de Ismaíl Kadaré reseñados en este blog: Las mañanas del café Rostand, La pirámide, La muñeca, Abril quebrado, Réquiem por Linda B., El Palacio de los Sueños, El cerco, El accidente, El ocaso de los dioses de la estepa
1 comentario:
Amé los fragmentos de las cartas. Gracias por hacerme pensar en ellas
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