lunes, 2 de enero de 2023

Tamara Tenenbaum: El fin del amor

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2021

Valoración: Muy recomendable

 

Pues sí, me ha gustado mucho el libro de Tamara Tenenbaum. En realidad, no tengo ni idea de por qué llegó este título a lo que mis compañeros llaman el tsundoku, ya saben, esa siempre larga lista de libros pendientes de leer. Pero sí que me esperaba algo más ligero, quizá con un toque frívolo, en torno al amor, la pareja, el sexo, cosas de esas que efectivamente se tratan en el libro, pero con una actitud inesperada y muy gratificante. Pero, claro, esto hay que explicarlo un poco más.

El amor romántico como piedra angular de la pareja es históricamente algo bastante nuevo. Hasta hace muy poco la pareja, o más bien el matrimonio, es solo una unidad productiva que debe garantizar estabilidad y prole. Es la razón por la que corrientemente se arreglaban casamientos en función de la familia y de intereses económicos o sociales, lo que todavía persiste en muchas culturas. Desde el punto de vista femenino, se resumiría en que es suficiente casarse con un hombre honesto, trabajador y padre aceptable. El príncipe azul queda para la literatura o para aventuras fuera del modelo. Pero esa atracción sexoafectiva que, al menos en gran parte, ha triunfado en tiempos más recientes a la hora de construir relaciones parece estar en declive: la autora, yo diría que sin mucha convicción, proclama el fin de amor romántico como lo veníamos entendiendo. Lo que viene, lo que ya está aquí, son nuevos formatos de relaciones que excluyen o al menos relegan a un papel secundario la monogamia dominante: la pareja abierta, el poliamor, la soltería.

Explora el libro esas posibles variantes y se va extendiendo hacia cuestiones muy relacionadas, como los caminos de acceso a esas relaciones, es decir, lo que aquí llamaríamos el ligoteo y en el libro leemos levante. Es especialmente brillante el capítulo dedicado a la interacción a través de internet, medio al principio fundamentalmente escrito (refugio ideal para tímidos) y ahora sobre todo visual, con las virtudes y también trampas de plataformas como Tinder o Happn, cuyos entresijos se exploran con gracia pero con rigor (entre paréntesis diré que por lo visto Tamara escribe o escribía en una especie de consultorio sentimental, cosa que, de haberla sabido desde el principio, hubiera bastado para tachar el libro de la lista, hay que ver lo que tienen los prejuicios).

Tenenbaum observa, analiza y examina sin juzgar ni pontificar, expone situaciones y comportamientos, y lo hace con absoluta frescura, con una espontaneidad que resulta adictiva. Es capaz de deslizarse sobre un estrecho filo evitando el doble peligro de caer tanto en la banalidad como en el tremendismo o en una ceñuda erudición, lo cual tiene un mérito sobresaliente. Ese estilo desenvuelto y ágil, con una pizca de humor, es la primera característica del texto, nada que ver con la frivolidad y sí con el rigor, que sostiene además en una bibliografía nada desdeñable, con todo lo cual consigue transmitir una sensación de honestidad poco frecuente.

Pero si el análisis de la realidad puede calificarse de objetivo, el componente subjetivo está muy presente en el libro. La autora mira desde fuera, pero valora desde su propia experiencia que, como no podía ser de otra forma, es esencialmente femenina y feminista. Esta es la segunda característica que define el libro. Aquellas reflexiones sobre la pareja se van reconduciendo hacia la figura de la mujer como centro, a la vez sujeto y objeto de las relaciones, en principio hetero, que se han dibujado.

Se introduce entonces en campos que, aunque no exclusivamente femeninos, afectan, o eso se supone, a la mujer de forma más directa. Siempre formulándose preguntas y proponiendo respuestas posibles pero ninguna conclusión, la autora aborda por ejemplo el mito de la belleza, obligación social muy mayoritariamente aceptada, que el mercado actual esconde bajo etiquetas de apariencia progresista (salud, autoestima, libertad). O el complejo tema de la maternidad, que reúne a su alrededor infinidad de cuestiones que tienen siempre a la mujer en el punto de mira: el posible bloqueo de la progresión laboral, la inclinación natural a procrear y su caducidad en el tiempo, le necesidad de darse por entero a la tarea frente a las teorías de la ‘madre mediocre’ defendidas sobre todo en Francia.

Seduce desde luego el libro con su desparpajo y su demostración de sinceridad, con la humildad de explorar sin intentar sentar cátedra y, como decía antes, sin que ese tono fresco y saludable le haga perder credibilidad. Por lo visto, el libro tuvo un gran éxito en Argentina cuando se editó hace un par de años, y me parece, además de una lectura agradable e interesante, algo con lo que las mujeres pueden tanto identificarse como descubrir nuevas perspectivas a su propia posición en estas cuestiones como, sobre todo, a los hombres para entender mejor muchas cosas que podemos pasar por alto o simplemente no querer ver.

P.D.: Se me olvidaba decir, y ya no sé dónde colocarlo, que el libro está escrito casi más en argentino que en castellano, cosa que a mí en particular me ha encantado (me encanta cualquier cosa escrita que traiga el aroma de ese lado del Atlántico), aunque a veces haya tenido que correr a buscar el significado de boliche, levante o petisa.


4 comentarios:

Laura dijo...

Ohhhh muy acertado! Lo leí el año pasado y me gustó mucho 😃

Carlos Andia dijo...

Me alegro de coincidir contigo, Laura.

Un saludo y gracias por visitarnos.

Carmen dijo...

Muy buena reseña, Carlos, enhorabuena.
A mí este libro me gustó muchísimo. Creo que hace un análisis de las relaciones personales (no solamente de pareja) muy certero y muy riguroso, y profundiza sin ser un tostón. Además, me parece que lo hace desde una posición muy sincera (me refiero a ese comienzo en el que explica cuál es su contexto familiar y religioso).
No soy mucho de releer libros pero este sí quiero volver a leerlo para recuperar las sensaciones tan bonitas que tuve al leerlo por primera vez (fue un poco un libro-refugio).

Carlos Andia dijo...

Pues totalmente de acuerdo, claro. Creo que en la reseña no cito los orígenes familiares de la autora a los que te refieres (una comunidad judía ortodoxa diríamos 'de dureza media'), y realmente le aportan un plus de interés, porque la chica parte de un mundo muy cerrado y sumergido en tradiciones muy alejadas de lo que parece la vida y relaciones normales en un país occidental. Así que gracias por recordarlo, Carmen, y encantados con tu visita.