domingo, 15 de enero de 2023

Selva Almada: Chicas muertas

Idioma: español

Año de publicación: 2015

Valoración: sin duda, recomendable

Este libro no es fácil de leer. Y no porque esté mal escrito o su estilo resulte demasiado farragos -todo lo contrario, en realidad-, sino porque de lo que trata resulta demasiado doloroso y cercano, pese a que se remonte a acontecimientos que tuvieron lugar en Argentina hace 40 años. Pero tanto en Argentina como en España o en cualquier otro país sucesos como los que nos cuenta este libro aparecen con mayor o menor frecuencia en los medios de comunicación y, además, por suerte, nuestra sociedad, salvo algunos desalmados que encima hacen alarde de ello, parece más  concienciada sobre este problema ahora que en los años a los que se remonta el libro de Almada. Lo que no significa, por desgracia, que el problema haya desaparecido o siquiera reducido, como es obvio...

Selva Almada parte aquí de un recuerdo de su adolescencia, allá por lo 80 del siglo XX, el asesinato en su propia cama, mientras dormía, de Andrea Danne, una joven de un pueblo cercano al suyo, en la provincia de Entre Ríos, para hacer un escalofriante recorrido por los feminicidios ocurridos en Argentina tanto en aquellos años como aún hoy en día. Sobre todo se centra este libro, a medio camino de la denuncia social, el relato periodístico o de no ficción y las memorias personales (aunque no creo que quepa hablar aquí de autoficción o "literatura del yo", salvo en algún momento puntual) , en el asesinato de Andrea y también en los de otras dos chicas, ocurridos asimismo en esos años 80  y en localidades pequeñas del interior argentino -de Entre Ríos y el Chaco- e igualmente sin resolver: de Sarita Mundín y de la jovencísima -tan sólo quince años- María Luisa Quevedo.

La aurora estudia los expedientes y la prensa de la época, recoge las declaraciones deposibles testigos,se entrevista con familiares de las víctimas, visita algunos de los lugares donde sucedieron los hechos e incluso consulta a una vidente-tarotista sobre las chicas muertas. No llega a ninguna conclusión sobre la identidad de los culpables de esas muertes -aunque sí se habla de ciertos sospechosos-; lo que predomina en el libro,  más que la intriga de una investigación  detectivesca, es un tono de tristeza y compasión por las víctimas, de denuncia serena de todos los crímenes de este tipo que han sucedido desde entonces y todavía hoy. Porque, además de recordar y revisar los casos de estas tres chicas, Almada va desgranándonos la lista de lo acaecido a muchas otras, secuestradas, violadas, asesinadas... no ya por desconocidos, sino también por novios, amantes o maridos. Una pléyade de de víctimas cuyo número no parece reducirse con el tiempo.

Un libro éste de, desgraciadamente,  no ficción, que, como digo, tampoco puede calificarse de "literatura del yo", pese a qué la autora también nos refiera incidentes que le sucedieron a ella o a mujeres cercanas y que pudieron acabar en tragedia,  puesto que aquí su "yo" personal se diluye en un "nosotras", colectivo y femenino,  en el que todas las mujeres son potenciales víctimas del machismo imperante y su destino, tan sólo una cuestión de suerte, no la consecuencia de lo que hagan, hayan hecho o dejado de hacer...

Un libro, repito, doloroso y triste.


Otros libros de Selva Almada reseñados en este blog: Ladrilleros, No es un río

1 comentario:

Gustavo dijo...

Lo empecé hace un par de años, pero no pude terminar de leerlo, no por lo que acá indica se indica sobre lo crudo de lo relatado, es verdad que los femicidios son un mal terrible que asola gran parte de mi país y que lamentablemente no se encuentra solución, creo, desgraciadamente, tampoco se pone mucho esfuerzo, sino que no pude terminarlo, porque justamente me pareció aburrido, redundante, no podía avanzar.
Lo retome hace poco, comenzando desde el principio nuevamente y en esta ocasión pude concluirlo, pero mi parecer/opinión sobre el libro no cambio, no leí otro libro de Selva Almada y no creo que lo haga, ya que según las criticas, no solo la de este página, pareciera que "Chicas muertas" es de los puntos mas altos de esta escritora, hay mucho por leer, no quier detenerme en lo que no me da placer