lunes, 25 de septiembre de 2023

María Virginia Estenssoro: El occiso

Idioma original: Español
Año de publicación: 1937
Valoración: Está muy bien

Llevaba tiempo detrás de este libro. La constante reivindicación del mismo y de su autora por parte de Liliana Colanzi y Edmundo Paz Soldán, dos de los escritores bolivianos actuales con más proyección internacional, hacía que El occiso estuviera marcado con una cruz desde hace tiempo.

Afortunadamente, la pequeña editorial Espinas se ha lanzado a publicar en España esta pequeña joya, oscura y hermosa, de apenas 70 páginas y compuesta de tres textos en los que la muerte, los amores "clandestinos" y el aborto ocupan el lugar central. 

Publicado originalmente en Bolivia en el año 1937, El occiso no fue demasiado bien recibido por los círculos biempensantes de la época. Pero no debemos centrarnos en su supuesto carácter  "provocador" o "polémico" ya que el texto posee un alto valor literario que se eleva por encima del contexto sociopolítico del momento en que fue escrito.

Abre el volumen el texto que da título al mismo. El occiso es un poema en prosa en el que se narra la descomposición de un cadáver. Si por algo destaca este primer relato, es por la perfecta combinación de fondo y forma. Sus tres capítulos se corresponden con tres etapas en el proceso de putrefacción. En el primero de ellos, el pánico, el espanto y el miedo de una mente en ebullición frente a un cuerpo en descomposición se presentan bajo la forma de frases (versos) brevísimas, acompañamiento perfecto a la angustia de la que el occiso es consciente; en el segundo la situación cambia y la forma se adapta a ella, la frase se alarga y se vuelve más narrativa hasta dar paso al precioso capítulo final. Es el texto más poético de los tres, el que posee mayor potencia visual y el que colocaría a Estenssoro en el podium del terror gótico.

Continuamos con El cascote, texto que cuenta la interminable espera del amante muerto. Se trata de un relato plagado de presencias y espectros que se sitúa entre la "visión", la evocación y el recuerdo de un amor más fuerte que la muerte. 

Y estar ahora el uno hecho trizas, esqueleto descarnado, con los huesos en astillas, estar frío, estar muerto, estar helado, y poder amarlo ahora, como siempre, como nunca.

Cierra el libro El hijo que nunca fue, el más breve de los tres relatos. El título deja poco a la imaginación, pero no importa. Más allá del tema del aborto y el estigma que el mismo supone para su protagonista, el texto destaca por su construcción en base a varias contraposiciones (voz infantil - voz adulta, hijo nacido - hijo no nacido, vida - muerte) y por un cambio de voz final que deja con la piel de gallina. 

Creo que con todo lo anterior podéis haceros una idea de dónde situar a María Virginia Estenssoro. En cualquier caso, si queréis algún nombre con quien relacionarla, aquí dejo estos tres: María Luisa Bombal y su La amortajada, el Conde de Lautreaumont / Maldoror y Mircea Cartarescu (quizá añadiría a Alejandra Pizarnik, pero hace demasiado que leí algo suyo y aquí el recuerdo es más vago). Porque la escritura de Estenssoro es oscura, es onírica (pero profundamente humana) y es, sobre todo, terriblemente bella y poética. Porque este libro es una crucifixión y un INRI.

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