Idioma original: coreano
Año de publicación: 2016
Traducción: Luis Alfredo de los Frailes
Valoración: está bien
¿Qué haríais si, siendo epilépticos y no recordando nada después de un posible ataque, os despertarais completamente cubiertos de sangre -que además, según parece, no es vuestra- y con huellas por todas partes de haber sido responsables de un horrible crimen? ¿Jodido, no? ¿peliaguda situación, no? Pues eso es lo que le ocurre al protagonista-narrador de esta novela, el joven coreano Yu-Jin, que vive con su dominante madre en un dúplex de una localidad costera de reciente -y aún inacabada, en verdad- edificación. Durante las horas y días que siguen a este turbulento despertar, Yu-Jin se afana por recordar y dar sentido a lo ocurrido la noche anterior, al tiempo que debe asumir el peso de la tremenda tragedia que se cierne sobre él.
De esta manera, éste thriller policiaco de la también coreana You-jeong Jeong (1) adquiere en principio la forma de un peculiar whodunit, para luego convertirse en una novela psicológica y aún en un dramón familiar y personal de no te menees... Todo , con apaenaas un puñado de `personajes: Yu-Jin, su madre, su hermano adoptivo He-Jin, su tía la doctora Hye-Won...- , en una localización más o menos limitada y en un tiempo determinado... casi dese diría que, en cierto modo, la novela tiene un aire teatral. Lo que dificultaría su posible representación sobre un escenario (no así en el cine o televisión) es la gran cantidad de analepsis, tanto en forma de flashbacks como por medio de la lectura de cierto diario, que encontramos en esta novela y que, en gran medidas son las que hacen avanzar la trama o, al menos, explicarnos y explicar a su protagonista, qué es lo que ha ocurrido. Claro que también es un recurso que, en algunos momentos, ralentiza el avance de la trama y que incluso puede llegar a despistar al lector (bueno vale, a ESTE LECTOR, que, ya lo confieso, tiene sus limitaciones...) cuando se enlazan varios flashbacks seguidos... También encontramos algunos recursos típicos de este tipo de novelas, como los giros en la trama, algún que otro cliffhanger... pero que nadie se engañe: El buen hijo tiene más que ver con, salvando todas las distancias, Dostoyevski que con, yo qué sé, Dan Brown o James Patterson, por poner algún ejemplo... También, puede servir de partida para reflexionar sobre la maternidad, la responsabilidad individual, el libre albedrío y otros temas de mayor trascendencia...eso, si el baño de sangre le deja a alguien con ganas de hacerlo.
Como suele ser habitual, a esta autora la califican algunos como la "Stephen King de su país"... En fin, yo no diría tanto, aunque sí es cierto que esta novela, al menos tiene cierto interés. pero creo que sobre todo para los aficionados al género criminal o incluso de terror, pero veo difícil que pueda gustar o al menos llegar a todo el público lector. Algo que "el Monstruo de Maine" (2) sí que ha conseguido, en general...
(1) En la edición española de este libro y también en otros idiomas como el inglés, italiano o portugués, la autora de esta novela aparece como You-jeong Jeong, siguiendo el sistema onomástico occidental de nombre propio + apellido; sin embargo, en otras ediciones, como la francesa o la turca, se respeta el sistema coreano, y por tanto la transcripción de su nombre aparece como Jeong You-jeong (siendo el primer Jeong el apellido o nombre de familia y el segundo jeong, el nombre propio que comparten los hermanos o primos de la misma generación y que, en este caso, coincide con el apellido). lo comento, sobre todo, por si queréis leerlo en turco, para que no os liéis...
(2) Lo de "Monstruo" lo digo en el sentido taurino de la palabra, no porque sea feo, que no lo es: tiene el atractivo que nos caracteriza a los miopes simpaticones... (Bueno, por lo menos, él sí que es simpaticón).
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