Título original: The man in the maze
Año de publicación: 1969
Valoración: Imprescindible para amantes de la ciencia ficción, Muy recomendable para el resto de lectores
Silverberg nos recrea la obra clásica Filoctetes de Sófocles de la mano de Dick Muller, explorador y diplomático intergaláctico. En uno de sus contactos con otra inteligencia (los hydranos), Muller resulta dañado, enfermo, trastocado para siempre. Esta enfermedad es una suerte de plaga, una peste, la peor que se pueda imaginar. La peste que Muller transmite no es otra que la verdad. La verdad sobre nosotros mismos. Todo lo que nos hace humanos, los pensamientos y sentimientos que secretamente nos avergüenzan se vierten de forma incontenible y desesperada sobre la gente que le rodea. La consecuencia es tajante: nadie quiere sentir en su propia piel la miseria que encierra la psique humana. Nadie quiere que le muestren la peor versión de si mismo.
El otrora orgulloso y arrogante Muller, ahora un paria rechazado por sus congéneres, abandonado, muerto en vida, se embarca en un exilio voluntario a Lemnos, un mundo cubierto por ruinas laberínticas de otra raza abandonadas tiempo atrás. Lemnos es conocido por los horrores reales e imaginarios que alberga su laberinto. ¿Qué busca Dick Muller? ¿La soledad o la muerte? No lo sabemos, tampoco importa. Consigue sobrevivir cual nuevo minotauro en el implacable dédalo que le observa durante nueve años enteros, esperando impertérrito cualquier error para acabar con su vida. Y aquí es donde comienza la historia, cuando nueve años después del accidente los humanos se ven obligados a buscar a Muller tratando de que salga de su exilio y salve a la raza humana.
Este libro no es una historia de ciencia ficción al uso, más bien nos encontramos ante una profunda reflexión sobre la soledad, el rechazo, la honestidad y el dolor. Sobre lo que nos hace ser humanos y lo que nos impulsa a alejarnos de la Humanidad. Es una obra desgarradora y dramática, y a la vez rebosante de un tibio eco de esperanza. Quien haya leído a este autor se dará cuenta de que la especie de telepatía indeseada que sufre nuestro protagonista es un prototipo de lo que tres años después será Muero por dentro, para muchos obra cumbre de Silverberg, que reseñaremos en breve, y que retoma y profundiza en esta idea.
El hombre en el laberinto siempre fue mi libro preferido. No el mejor que he leído, quizás ni siquiera el mejor libro de Silverberg, pero hay ocasiones en que una historia te atrapa y se queda en ti para siempre, no importa los años que pasen ni las páginas que hayas recorrido. Forma parte de ti. Este libro fue durante décadas un ‘inencontrable’, que muchos aficionados buscábamos en cada mercadillo y librerías de viejo, y que finalmente llegó a mí en forma de regalo, el más apreciado hasta la fecha. Ahora que Factoría de Ideas lo ha reditado no puede faltar una reseña que os invite a acercaros a él, si no lo conocéis.
Firma: Nerea Ortega
2 comentarios:
Qué librazo inolvidable. Efectivamente, imprescindible.
Ayer devoré este libro en unas pocas horas. Buenísimo. Una cosa que me gusta especialmente es que Silverberg no cae en el error de explicarlo todo, de dar todas las respuestas al lector...
La única pega que le pongo son las últimas quince páginas, que son un final un poco demasiado hollywoodiense para mi gusto; habría preferido que la novela terminase quince o veinte páginas antes.
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