Año de publicación: 1997
Valoración: recomendable
Edgardo Vega, un salvadoreño que lleva dieciocho años viviendo en Canadá, se ve obligado a volver a su país de origen para asistir al entierro de su madre. Tiene que quedarse un mes en casa de su hermano para arreglar el papeleo y vender la casa familiar, tras lo cual su intención es volver a Canadá y olvidarse de El Salvador para siempre. Cuando lleva dos semanas en la ciudad queda con su amigo Horacio en el único bar en el que se siente cómodo y despotrica a gusto sobre todo lo que odia de su país, elaborando un interesante monólogo que posteriormente Horacio reproducirá en este libro.
Se queja del viaje, de los taxistas, de los bares, de la música tradicional, de la cultura (mejor dicho, de la falta de cultura), del culto a la televisión, de los políticos corruptos, de la falta de ideales, del consumismo atroz, de la comida tradicional, de las casas amuralladas y la absurda y extrema obsesión de los salvadoreños por la seguridad, de la influencia de la iglesia en la política y la sociedad e incluso de su familia, una panda de ineptos cuya máxima aspiración es cotillear (en el caso de ellas) o visitar prostíbulos (en el caso de ellos).
Horacio Castellanos (quien advierte al principio de El asco que Edgardo Vega existe y vive, efectivamente, en Canadá bajo otro nombre) escribió este libro en 1997 como un ejercicio de estilo, intentando emular a Thomas Bernhard y su crítica a su país natal. Lo que consiguió, al contrario que el escritor austríaco y tal y como cuenta en su epílogo, fue un rechazo absoluto e innumerables críticas por parte de público, crítica y conocidos, así como amenazas de muerte y la obligación de exiliarse para evitar que lo mataran o que hicieran daño a sus seres queridos.
Aunque, como dijo Robert Walser (y así lo reproduce también Castellanos), "No se hace frente impunemente a la nación propia", El asco siguió reeditándose en El Salvador y, poco después, en otros países sudamericanos y en Europa. El autor ha trabajado en otros países, ha escrito otras novelas, pero –para su desgracia– siempre será conocido por ser el autor de esta pequeña gran obra, en la que, además de realizar una dura crítica a su país de origen, también se descubre como un escritor de gran talento.
También de Horacio Castellanos Moya en ULAD: El arma en el hombre, El sueño del retorno, La sirvienta y el luchador, Insensatez
También de Horacio Castellanos Moya en ULAD: El arma en el hombre, El sueño del retorno, La sirvienta y el luchador, Insensatez
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