Año de publicación: 2016
Valoración: No eres tú, soy yo...
Resumen resumido: en la siempre primorosa ciudad de Vitoria-Gasteiz aparecen una serie de cadáveres, en monumentos emblemáticos de la misma, que recuerdan indefectiblemente a unos asesinatos que tuvieron lugar un par de décadas antes pero cuyo autor, vaya por Dios, resulta que está ya en la cárcel. Así que el inspector que se encarga del caso, apodado Kraken (!) por sus compañeros y amigos, se ve en la tesitura de tener que resolver los nuevos y desconcertantes asesinatos antes de que se multipliquen.
Es posible que se deba a que conozco un poco los escenarios donde se desarrolla esta historia y por tanto hay cosas -bastantes- que me resultan de lo más inverosímil. Es posible también que, a pesar de mi debilidad por los thrillers policiacos con asesinos en serie, mi nivel de exigencia sea más alto del que yo mismo pienso. O también puede que experimentara una reacción adversa al entusiasmo que esta novela ha producido en miles de lectores y lectoras, que incluso ha llevado a que se hagan tours literario-turísticos por la capital alavesa, algo realmente desusado en la misma (por la parte turística más que la literaria, aunque también). Pero el caso es que, según iba avanzando en la lectura del libro, me iba invadiendo una vergüenza ajena tal que tuve que dejarlo y no he osado volver a intentarlo, desde hace ya años. Que seguro que es culpa mía, no lo niego, pero mirad, más vale ponerse rojo una vez que amarillo un ciento...
2- El olor del bosque de Hélène Gestern
Título original: L'Odeur de la fôret
Año de publicación: 2016
Traducción: Laura Salas Rodríguez
Valoración: zzzzZzz...
Resumen resumido: Élisabeth Bathori (no dire nada sobre el nombre) es una historiadora que trabaja en el Instituto de la Memoria Fotográfica del Siglo, que recibe de la anciana Alix de Chalendar, para su preservación, una serie de fotografías y cartas de su tío Alban de Willecot, desde el frente de la I Guerra Mundial con su amigo, el insigne poeta Anatole Massis. Además, la anciana -porque sí o por joder a sus parientes-le lega en su testamento una casa en un pueblo del Borbonesado (región que con ese nombre parece mentira que no haya sido expoliada del todo por cierta familia), donde Élizabeth continua indagando en los secretos de los Willecot, mientras pasa el duelo por su reciente viudedad.
Compré esta novela en aquel proceloso año de la pandemia, impelido por la recomendación de una conocida prescriptora literaria, que la consideraba una de las mejores novelas editadas ese año. Me pareció una buena opción lectora para pasar el confinamiento y mirad, ni aún con tantas horas por delante logré avanzar mucho, porque en seguida me quedaba zzzzZz... como un cepo. Lo intenté con posterioridad al menos un par de veces más, pero siempre acababa como un ladrillo en brazos de Morfeo. Ahora bien, cierto es que, poco a poco y siesta a siesta podía haber ido avanzando en el libro (aunque ojo cuidao que son casi 800 páginas); tampoco es que esté mal escrito, ni mucho menos y, desde luego, parece bien documentado y demás condiciones que se le pueden pedir a una buena novela. Pero no acabó de engancharme y cuando vi que tomaba un giro romántico (romántico en plan editorial Harlequin, me refiero, no a la narrativa de principios del XIX) fui consciente de la finitud de la vida y de que aún me quedaba por leer toda la saga de Mundodisco, por ejemplo. Conservo el libro, eso sí, para las noches de insomnio.
Idioma original: francés
Título original: Le signal
Año de publicación: 2020
Traducción: José Antonio Soriano Marco
Valoración: Rechace imitaciones
Resumen resumido: la familia Spencer (nada que ver con Lady Di) se traslada desde Nueva York al idílico y hasta pintoresco pueblo de Mahingan Falls, en Nueva Inglaterra, huyendo del mundanal ruido y de sus altos precios Pueblo, ya digo que muy cuqui, pero embebido de rumores sobre un pasado de brujería y horror (estamos en Nueva Inglaterra, ¿qué os esperábais?), en el que les comienzan a ocurrir cosas harto extrañas... aunque nada comparable a los horrendos crímenes que se suceden en la zona.
Maxime Chattam es el penúltimo joven escritor de best-sellers (bueno, ya no tan joven, en realidad) al que se ha calificado como "heredero de Stephen King". En este caso, o al menos por lo que respecta a esta novela, el calificativo tiene alguna base, porque, en efecto, el libro apesta (sí, no me he equivocado de verbo) a King, pero a un King de imitación, un King de bazar oriental, si se me permite el prejuicio barato... Es decir, esta novela es lo que se conoce como un PASTICHE, término que creo deberíamos emplear más a menudo. Que sí, un pastiche puede ser muy divertido y lo cierto es que esta novela, quizás por cierto desaforamiento o exageracíón, podía incluso resultarme entretenida... El caso es que, cuando ya llevaba leídas bastantes páginas, pero habida cuenta que el libro consta de más de 600, me pregunté: ¿pero qué cojones haces leyendo una mala imitación de Stephen King, cuando podrías estar empleando ese tiempo en leer, sin ir más lejos, una novela del propio King? Lo dejé y hasta ahora...
(Por cierto, que si alguien está interesado en una premisa similar a la de esta novela, pero que discurre por derroteros mucho más inquietantes, que le hará perder muchísimo menos tiempo y, sobre todo, cagarse por la pata abajo, conocer una interesante propuesta del género de terror contemporáneo, que vea la película La autopsia de Jane Doe. Hora y media de peli e insomnio garantizado toda la noche).
4- La señora Potter no es exactamente Santa Claus de Laura Fernández
Año de publicación: 2021
Valoración: No gano para aspirinas
Resumen resumido: en Kimberly Clark Weymouth, desabrida ciudad de algún lugar de la Norteamerica profunda, la escritora Louise Cassidy Feldman ambientó su clásico de la literatura infantil La señora Potter no es exactamente Santa Claus, lo que proporcionó cierta celebridad y visitas turísticas a la localidad. Ahora bien, un buen día Billy Bane Peltzer decide cerrar la tiendas de recuerdos abierta por su padre, Randal, lo cual provoca toda una serie de consecuencias imprevistas en el ecosistema formado por los entrañables habitantes de Kimberly Clark Weymouth. Consecuencias que no os puedo relatar porque abandoné la lectura de la novela, aquejado de un dolor de cabeza galopante.
¿Y a cuento de qué este dolor de cabeza, preguntaréis (O NO)? Pues porque la novela, toda la novela y no es corta, está repleta de (PALABRAS) escritas en cursiva o mayúsculas entre (PARÉNTESIS), de una forma absolutamente (RANDOM) o que, al menos, yo no he sido capaz de dilucidar según qué (PAUTA). Que esta peculiaridad del estilo parece que acrecenta la (IRONÍA) postmo-metaficcional que recorre la novela y ha entusiasmado a crítica y público mayormente gafapástico o, en todo caso, a (PERSONAS) con un criterio literario más exquisito que el mío pero que (A MÍ) me produce migraña, jaqueca, cefalea en racimo, neuralgia o dolor de (LA CHOLA), yo qué sé... Así que tuve que dejar su lectura porque mirad, en la vida hay que (SABER) elegir y la (SALUD) es lo primero... Aparte de que me estaba pareciendo una puta santa chorrada, claro.
5- La camarera de Nita Prose
Título original: The Maid
Año de publicación: 2022
Traducción: Ángela Esteller
Valoración: Mátame, camión, pero rapidito...
Resumen resumido: la joven Molly es una camarera del hotel de lujo Regency, extremadamente minuciosa y hasta perfeccionista en su trabajo, tal vez -o casi seguro- porque padece algún tipo de trastorno del espectro autista... Necesitando como el comer la rutina y hasta monotonía en su vida, ésta se verá trastocada cuando en una de las suites que debe limpiar, donde se aloja un matrimonio millonario, encuentra un cadáver sobre la cama. Y hasta aquí puedo contar, no porque tema estropearos la lectura con algún spoiler, sino porque yo la abandoné en este punto y os aseguro que no lo he lamentado...
Aquí he de confesar que tengo un problema, no con las personas de la vida real que son autistas, padecen Aspergen o algún tipo de trastorno similar... (incluso todo lo contrario, que tampoco soy un monstruo), aunque, por alguna razón, sí con las novelas protagonizadas por este tipo de personajes, generalmente niños o jóvenes. Curiosamente, no me pasa con las películas, pero en los libros enseguida pierdo la paciencia (de hecho, no sé como llegué a acabar el célebre El curioso incidente del perro a medianoche sin estamparlo contra la pared... en fin, era más joven y perseverante que ahora). Ahora bien, reflexionando sobre ello (brevemente, que tampoco merece comerse mucho el tarro) he llegado a la conclusión de que si abandoné La camarera una vez aparecido el crimen, que al fin y al cabo es lo que mola en este tipo de libros, no fue sólo por lo exasperante que me parecía su protagonista sino porque el misterio en sí me daba una perezaca que no veas. Me daba igual quien había matado a la víctima, la verdad, y sólo podía desear que el/la/los asesino/a/s se hubieran esmerado un poco más, disolviendo el cadáver en ácido o enterrándolo en un maizal, con lo que la buena de Molly no se hubiera coscao de nada. Hubiera salido ganando, creo.
6- Mi esposa y yo compramos un rancho de Matt y Harrison Query
Título original: Old Country
Año de publicación: 2022
Traducción: Alejandra Tapia Silva
Valoración: Dame veneno, me quiero morir, dame veneenooo...
Resumen resumido: El ex-marine y veterano de Afganistán Harry Blakemore y su mujer Sasha, publicista, deciden abandonar la ciudad de Denver para trasladarse a un rancho de las montañas de Idaho donde poder llevar una vida más tranquila y satisfactoria, en comunión con la naturaleza. El sueño americano, vaya... Ahora, bien, cuando llegan al idílico rancho, sus por otra parte muy amables vecinos les advierten que el valle donde está situado recibe con frecuencia la visita de un espíritu o ente sobrenatural que adopta una manifestación diferente en cada estación -menos en invierno, cuando por lo visto se va a dormir como los osos-, a cada cual también más extravagante. El espíritu o lo que sea se puede combatir tomando una serie de medidas que los Blakemore se resisten a adoptar, pero que acaban haciéndolo pues parece ser la única manera de poder vivir en el lugar.
Como se ve, la premisa de la novela, resulta bastante increíble y hasta absurda. No pasa nada, porque ocurre lo mismo con muchas de las del género de terror, la cuestión es hasta que punto el o la autora de las mismas logra convencernos para que nos la creamos y, sobre todo, mantener nuestro interés en una historia, para lo que la suspensión de la incredulidad suele ser condición sine qua non. Algo que no ocurre en esta novela, sobre todo, creo yo, por lo rutinaria y hasta cansina que resulta la trama, más ocupada en glosar las maravillas de la naturaleza norteamericana y la "guayotez" de los protagonistas que en darnos el necesario canguelo, que es de lo que se trata. Yo aguanté algo más de la mitad del libro, con lo que me perdí el final, que debe ser, por lo que tengo entendido, ya directamente hilarante. No obstante, si alguien está interesado en conocer más de esta novela, aquí dejo el enlace de la reseña que hizo en el videoblog Gafas y ojeras el gran David Calpa, que sí que tuvo los redaños de leerla entera (reseña con la que estoy totalmente de acuerdo, por supuesto).
Por último, parece ser que uno de los hermanos Query, autores del libro, tiene muchos contactos con la industria audiovisual, así que no os extrañéis si pronto veis esta historia en alguna plataforma en forma de película o, más aún, de serie. De hecho, casi se diría, teniendo en cuenta los tempos de la trama, que ya la escribieron pensando en ello. También que, al parecer la historia surgió como un hilo en Reddit que fueron alargando según la respuesta de sus seguidores. Así ha salido, claro...
7- El carnicero y el pájaro de Alaina Urquhart
4 comentarios:
Pues yo, que soy imbécil, me enchufe hasta el fina el 1, 3 y 4... y no mejora, ni merece la pena ni ná... a ver si aprendo a parar de leer. Y aviso, libros recintes que me tragué viendo que eso no iba a ningún lado El año de la Langosta y Los escorpiones (de este último es que me sentí estafado)
Sois un blog de lo mejor, pero alardear de lo que a uno no le gusta ( no he leído ninguno de los reseñados) no me convence. Pero bueno, veo que muchos seguidores os hacen la ola, incluso piden perdón por haber leído alguno. Saludos cordiales.
Hola, anónimo y gracias por el primer elogio,
Digamos que está es una "entrada- croqueta" ; es decir, aprovechar las sobras, en este caso de los libros dejados a medias, para elaborar un nuevo platillo cuya calidad, en todo casi, dependerá de si está bien ligada la bechamel, lo cual ya es responsabilidad exclusiva del cocinero ,que en este caso soy yo.
Saludos de vuelta
Hola, anónimo 1:
Yo también era un lector que sentía la obligación de acabar lo que empezaba, hasta que hace años un escritor español de cierta fama me liberó con una novela suya que no pude soportar (no diré su nombre porque en verdad le estaré eternamente agradecido).
Por otra parte, reconozco que la sensación de perder el tiempo agobia más cuando sobreviene con libros que en principio debieran ser de pura diversión, porque si no cumplen ese objetivo, ¿para qué seguir?
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