Idioma original: portugués
Título original: O Selvagem da Ópera
Traducción: Mario Merlino
Año de publicación: 1994
Valoración: recomendable (tal vez un poco más para los amantes de la ópera)
Los huevos que hubo de tener ese brasileño para ponerse a las patadas con Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini, presentando una ópera sobre un indígena americano, Il Guarany, en el Teatro alla Scala, y además, siendo recibida con éxito. Está es la historia de Antonio Carlos Gomes (nombre adecuado para ser músico brasileño), compositor que llevo la ópera desde las indias, de regreso al viejo continente.
El salvaje de la ópera es la biografía novelada de Carlos Gomes (así es, Fonseca no solo escribía novela negra). Aunque su estilo es reconocible, la gran diferencia entre este libro y sus célebres relatos cortos o sus novelas de detectives radica en el ritmo. Aquí, Fonseca se explaya con descripciones detalladas (excesivas para algunos) sobre el mundo del espectáculo europeo de finales del siglo XIX, los escenarios y las representaciones. Es evidente el amor que el autor sentía por la ópera, lo que puede resultar denso en ciertos pasajes para aquellos lectores más interesados en las tribulaciones personales de Carlos Gomes o en el desarrollo lineal de la trama.
Además de retratar el entorno artístico, Fonseca no solo describe el brillo y la pompa de las salas europeas, sino también el trasfondo político y las tensiones entre el antiguo orden imperial y las nuevas formas de organización republicana. Esta dualidad añade una dimensión histórica que complementa la trama musical.
Otro de los puntos centrales es el marcado contraste entre la vida de Carlos Gomes en su país y las dificultades que enfrentó en sus interacciones con la alta sociedad europea. En Brasil era un genio reconocido, un músico nacional de prestigio que se mantuvo fiel al emperador Dom Pedro II y a las viejas costumbres (incluso se negó a componer el himno nacional una vez que Brasil se convirtió en república, optando en cambio por crear una obra en honor al “descubrimiento de América”). En Europa, sin embargo, se encontraba en una posición mucho más incómoda: era visto como un indio exótico que debía presentarse impecablemente vestido y con el cabello planchado para no ser considerado un salvaje sacado de la selva a tamborazos.
Recomiendo este libro, particularmente para los amantes de la música clásica occidental en general y de la ópera en particular. Incluso les recomiendo acompañar la lectura com una arias de Rigoletto, La Traviata, o Il Guarany (o si pueden cantarlas, mejor). La experiencia puede ser tan enriquecedora como el propio texto (siempre se puede ser más mamador).
Otros libros de Rubem Fonseca en ULAD: El gran arte, El seminarista, Vastas emociones y pensamientos imperfectos, Bufo y Spallanzani
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