Título original: Innan frosten
Año de publicación: 2002
Valoración: Recomendable
Kurt Wallander comienza a sentirse cansado de la rutina detectivesca, síntoma evidente de la edad, pero también la excusa perfecta de su creador para ir jubilando a un personaje que ha explotado, quizá, demasiado tiempo. Se produce así un intento de relevo generacional (que no parece haber prosperado en sucesivas novelas) ya que es su hija quién, a pesar de su inexperiencia, acabará llevando las riendas del caso. La casualidad – esa gran enemiga, en mi opinión, de todo relato, tanto filmado como escrito – involucrará paulatinamente a Linda: poco a poco comienza a actuar por su cuenta demostrando a sus superiores que es capaz de resolver el más que espinoso asunto. Esto la convierte en la mayor responsable de la investigación de una serie de sucesos gravísimos y en apariencia independientes, que se sustentan en hechos ocurridos décadas atrás, con ramificaciones políticas, seguimiento de los medios de comunicación y razones más que suficientes para el terror colectivo – algo que resultaría insostenible en la vida real –contribuyendo aún más a restar verosimilitud a la historia. Pero la destreza de Mankell en la construcción de artefactos policiacos aporta credibilidad más adelante, al presentar muy convincentemente el comportamiento de Linda, cuya implicación emotiva en el caso unida a su juventud y a su condición de recién llegada le conducen a errores, temeridades e imprudencias en cadena y que, a pesar de su natural desparpajo, no logra evitar algún desastre irreparable.
La cotidianeidad del taciturno detective y la relación padre- hija son sólo el cañamazo en el que se teje una historia que, a pesar de sus gruesas costuras, resulta un convincente alegato contra el fanatismo y una indagación sobre la amistad y sus limitaciones, además de una atenta mirada a cuestiones tan diversas como la profunda huella que deja en un hijo la ausencia paterna desde la infancia o el carácter odioso y amenazante del mundo de las sectas.
6 comentarios:
En general, Mankell me gusta, me parece uno de los mejores escritores de novela policiaca actual, aunque a veces es algo irregular. Asesinos sin rostro me gustó, y algún otro que he leído, y que ahora no recuerdo, también; pero Contrafuegos (Firewall en el original) me pareció espantosamente mala, probablemente porque Mankell se metió en camisa de once varas para ser "modernillo", y no le salió bien...
Pues sí. Yo lo que veo es que le ha cogido el tranquillo, pone la máquina en marcha, y a acumular información, cuánto más sorprendente mejor. Ésta por lo menos es algo coherente pero "El chino", que es la otra que he leído de él, es una acumulación de cosas sin mucha relación porque intenta "epatar" a toda costa. Y credibilidad cada vez menos porque, claro, no se puede abarcar todo. La leí después de ésta y me dejó bastante harta.
Estoy buscando algún otro autor policíaco contemporáneo que escriba cosas algo más digeribles pero creo que la edad de oro ya pasó, ahora está demasiado de moda. Porque ni Donna Leon, ni Fred Vargas me gustan y a los demás suecos no les pienso a dar la oportunidad. Quizá los españoles, de los que aún no he leído nada (quitando a Vazquez Montalbán, que estaba bien).
Mi favorito absoluto es Andrea Camilleri: sus novelas policiacas son buenas, y encima son muy divertidas...
Andreu Martin, Juan Madrid,muy muy bueno, Lorenzo Silva, no esta mal,Alexis Ravelo, mi paisano, muy bueno, Padura,cubano,se lee de un tiron, muy bueno.
Stieg Larsson, sueco, autor de la trilogía Millennium, sí la de las 3 películas. Muere a los 50 años el 15 de agosto de 1954, sin ver publicada ninguna de sus 3 novelas. Autor de novela policíaca contemporáneo, excelente.
Larsson nació en 1954 y falleció en 2004, a los 50 años justos, pero no sé qué tiene que ver con Mankell.
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