Idioma original: español
Fecha de publicación: 1978
Valoración: recomendable
Lo primero que leí de Mendoza fue La verdad sobre el caso Savolta y lo segundo Sin noticias de Gurb. Y este es el tercero que tengo el gusto de leer. Si todavía me asoma una sonrisa cada vez que leo el nombre de mi marciano favorito, esta casi está a la altura.
Porque el protagonista de la novela, sino es marciano, le falta poco. Nuestro hombre en Barcelona es un loco sacado directamente del manicomio para que ayude en la investigación de un crimen. Todo ello con la complicidad del comisario de policía que lo detenía cada dos por tres, seis; del director del mentado frenopático y de la superiora del colegio de señoritas donde ha ocurrido el crimen. Con este plan, el innominado orate es depositado de una patada en el culo, literalmente, en la ciudad catalana, que está en plena transición democrática en ese momento.
Toda la novela es exageradísima en sus planteamientos, desde el propio lenguaje del majara hasta el ambiente marginal en donde transcurre la mayor parte del relato. En realidad la novela entera es una parodia de situaciones y personajes del momento, con partes muy divertidas y una trama más loca que el propio protagonista.
Esta era la segunda novela de Mendoza, que posteriormente utilizo a este personaje en su siguiente libro El laberinto de las aceitunas y cerró una trilogía en 2001 con La aventura del tocador de señoras. Se lee en un minuto, pero te hace reír horas.
''Seguía con los ojos bien abiertos, aunque ya no dirigidos a mí, sino al infinito, y de sus labios caía una baba verdosa. De estos detalles y del hecho de que no respirara, inferí que estaba muerto.''
Otros libros de Eduardo Mendoza en Un Libro Al Día: La ciudad de los prodigios, Tres vidas de santos, El enredo de la bolsa y la vida, Sin noticias de Gurb, El laberinto de las aceitunas, El año del diluvio, Una comedia ligera, Los soldados de Cataluña
2 comentarios:
Mendoza se ha ganado mi admiración y mi gratitud perpetua por Sin noticias de Gurb; también leí La verdad sobre el caso Savolta, y me gustó, pero no tanto; y hace cosa de un año leí Pompnio Flato y me pareció una tontería enorme, muy por debajo del nivel del mejor Mendoza. Por lo que comentas, esta novela está entre las buenas, las verdaderamente inspiradas, ¿no? A ver si la busco, porque no es fácil encontrar libros verdaderamente divertidos...
Hombre, no llega al nivel de Gurb, pero tiene momentos hilarantes, aunque solo sea por lo exagerada. No la destripo, pero el loco es de lo más loco, el poli de lo más bestia, la madre superiora, superior...
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