Idioma original: inglés
Título original: The Milagro Beanfield War
Fecha de publicación: 1974
Valoración: muy recomendable
Esto de las traducciones es lo que tiene, que se copian las malas costumbres del cine a la literatura y los títulos se cambian con total tranquilidad. Así que "la guerra del campo de frijoles de Milagro" se quedo en una simple rebelión en la edición española.
Y la verdad es que es una pena, porque es una verdadera guerra la que nos cuentan en este delicioso libro. La presentación ya da inmediatamente el tono del tema, magia incrustada en la realidad sin ningún esfuerzo. En el escenario de las montañas de Nuevo México. Con los descendientes de colonizadores españoles que aun hoy día mantienen litigios con el gobierno federal de los EE.UU. por la propiedad de las tierras, basados en un cédula de Carlos IV. Y con todas las tradiciones importadas por estos, sumadas a las de mexicanos llegados del sur y a las de los anglos de la zona, dueños efectivos de las tierras y de la economía estatal.
La novela cuenta la que se lía en el pueblecito de Milagro, cuando Joe Mondragón tiene la idea de regar un campo que había pertenecido a su padre, terco campesino que había sido el único que se había negado a vender al cacique anglo del lugar. Los terrenos del lado de allá de la acequia principal habían perdido convenientemente sus derechos de agua (que bien se lo hubieran pasado por aquí los del Tribunal de las Aguas de Valencia) y habían sido adquiridos a bajo precio, al objeto de convertirlos en una urbanización de lujo para yankis, para lo cual serían convenientemente recalificados en cuanto estuvieran en manos de Ladd Devine, heredero del imperio familiar que controla la vida de la ciudad. Con lo que la acción lo deja al descubierto, y en connivencia con el gobernador del Estado deciden seguir la máxima que rige la vida pueblerina: esperemos y veamos que pasa.
Y pasa de todo y a todos. Las relaciones de poder, que nunca habían sido muy fuertes entre los hispanos, se empiezan a desmoronar poco a poco, para estupefacción del sheriff Bernabé Montoya y del resto de hombres y mujeres del pueblo, de los animales y hasta de los ángeles coyote que se paran a charlar de vez en cuando con Amarante Cordova, centenario ex sheriff y actualmente inmortal borracho oficial del pueblo; de Ruby Archuleta, atractiva empresaria varias veces viuda y cabeza de un pequeño clan; de Charlie Bloom, abogado anglo escapado a la vida rural y lleno de complejos; de un estudiante que cae por allí en un programa de voluntariado que le servía para escapar de la guerra de Vietnam y hasta de la cerda de Pacheco, gigantesco animal que campa por todo el pueblo.
Salpicada por frases en castellano en toda su extensión, es divertidisima de leer por su gran número de personajes secundarios admirablemente retratados y a los que echamos de menos en cuanto cerramos el libro. Si es que se puede.
Posteriormente a este libro, Nichols completó una trilogía de Nuevo Méjico con las novelas The Magic Journey y The Nirvana Blues, de las que desconozco traducción española, pero a las que me gustaría echar el guante.
«No digo ni que sí, ni que no. Esperemos y veamos que pasa.»
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