sábado, 18 de julio de 2009

Michael Joyce: Afternoon, a story

Idioma original: inglés
Título original: Afternoon, a story
Año de publicación: 1987 (CD-ROM)
Valoración: Muy recomendable

Hace ya 22 años (parece mentira) que Eastgate publicó esta obra, considerada de manera casi unánime como la culminación de la narrativa hipertextual. Es decir, cuando los ordenadores personales aún no eran el fenómeno de masas que ahora son, e internet estaba prácticamente en mantillas, ya se había escrito la que probablemente sea la mejor novela electrónica (por ahora).

¿Y por qué es esta una gran novela? En primer lugar, porque Michael Joyce escribe muy bien. A menudo se achaca a los productos digitales que el poder seductor del contenido no se complemente con un contenido de calidad; no es el caso. El estilo de Joyce es muy poético, y paseándose por la novela se llega a páginas en las que da gusto quedarse y reposar un rato. La historia (si es que se puede hablar propiamente de historia) es la de un padre que quiere averiguar si su hijo se ha visto involucrado en un accidente de coche.

Pero sobre todo, esta novela es memorable por el modo de leerla, ya que, como todo hipertexto, está compuesta por textos y enlaces; pero en este caso, esa posibilidad se lleva al límite: cada palabra del texto, es un enlace, que ni siquiera se resalta tipográficamente. De esta manera, el lector tiene una página inicial que le introduce en la novela, pero a partir de entonces deberá buscar su propio camino mediante clics, pinchando en las palabras que quiera, sin saber exactamente adónde le llevarán (es lo que se ha llamado la "cualidad lírica de los enlaces"). Además, es más que probable que el lector tropiece repetidas veces con una misma página, que dice únicamente: "I want to say I may have seen my son die this morning" ("quiero decir que puede que haya visto morir a mi hijo esta mañana").

He enseñado esta novela varias veces ya en distintas clases en la universidad, y la reacción de los alumnos casi siempre suele ser de curiosidad, pero también de incomprensión, escepticismo o desorientación. ¿Cómo puede uno leer una novela en la que no sabe si está siguiendo el orden correcto, si ha leído todas las páginas o si hay un final? Todo lector que se enfrenta por primera vez a este tipo de obras siente eso (yo también), pero esa es también otra parte de su encanto: que nos enfrenta a nuestros hábitos como lectores, los desafía y los supera.

1 comentario:

Paula dijo...

De este libro nos hablaste muy entusiásticamente en una clase de Edición Digital en Deusto, jejeje. La verdad es que tenía muy buena pinta. ¿Me parece recordar que no resultaba barato conseguirlo? Corrígeme si me equivoco, que no andan las cosas como para derrochar. (Gracias, Biblioteca Pública, por tu inestimable generosidad).