Idioma original: catalán
Título original: La confabulació dels irresponsables
Traducción: el propio autor.
Año de publicación: 2017
Valoración: muy recomendable
Difícil escribir una reseña sobre un libro así cuando incluso el momento de escribirla puede revelar las entretelas ideológicas, incluso la mera valoración puede ser interpretada, al margen de lo estrictamente literario, como un claro posicionamiento por uno u otro bando e inducir al lector a pensar "bah, éste que va a decir". Y el precalentamiento de los dos bandos antagonistas generados por el conflicto ya es una clara constatación de que el título es un acierto. Parece que hay una conjura a dos bandos que mojó pan en establecer una división y hacer de ella una especie de dilema irresoluble e irrenunciable, había que posicionarse y la posición debía ser nítida porque incluso la ambigüedad era un indicio que exponía a ataques a quién la pudiera sostener.
Contexto: España vs Catalunya en las primeras dos décadas del milenio. Consciente como soy de que el mero sujeto (España vs Catalunya, la mera elección de la grafía "ny" en vez de "ñ") ya puede excitar a los exaltados. Un conflicto político de un pequeño territorio al sur de Europa, poblado por apenas ocho millones de habitantes, que pasa a convertirse, para sorpresa de muchos, en una especie de ejemplo paradigmático, por un lado, de ejercicio de derechos fundamentales individuales, por el otro, de injustificable involución contra un inamovible orden legal. Otro contexto: la crisis del 2007-2008 que provoca que muchos políticos hayan de devanarse los sesos justificando medidas restrictivas y busquen muletas en qué excusarse si estas son excesivas o poco efectivas.
Jordi Amat simplemente expone hechos, lo hace de forma secuencial, metódica y fría, y enumera los pasos sucesivos del desencuentro. Uno podrá opinar si la magnitud de estos hechos justifica su repercusión, pero - una vez más el título - lo cierto es que los gobernantes de uno y otro bando van decantando el conflicto hacia la confrontación, dos palabras cercanas en el diccionario y seguro que etimológicamente vinculadas. Como los porcentajes de ambos bandos son parecidos, jugar con ese estrecho margen es sumamente estimulante, a los pertinaces decididos a cada lado no hay que seducirlos con nada. Aparte del excitante avance de los acontecimientos, para los que hemos vivido el tema de primera mano, esos helicópteros sobrevolando Barcelona en la última semana de septiembre de 2017 son un recuerdo imborrable, el mérito de Amat es culminar estas cien páginas (que no duda en calificar, en la primera frase del libro, como "panfleto") sin que uno pueda situarlo políticamente de forma clara en un bando. Y de eso debería tratarse: de mantener una objetividad inquebrantable y exponer los hechos conforme a lo que de ello se ha derivado. Irresponsables a mansalva en ambos lados, unos y otros sosteniendo especulaciones e interpretaciones propias de forma dogmática e interesada, sacando partido de la inflamación.
La cosa no ha acabado: sólo desear que Amat se anime a un relato similar de todo lo sucedido después: juicios, condenas, huidas o exilios o cómo demonios cada uno las llame, reacciones, mapa político post-crisis, indultos, amnistías. Resultará, como siempre, estimulante leerle.
4 comentarios:
No es exaltado pedir que se escriba correctamente.
Si escriben un texto en catalán, ¿por qué habría que privarse nadie de escribir Espanya? Pues exactamente igual, si escribimos en español, me parece correcto escribir Cataluña. Si decir esto es de exaltados, apaga y vámonos.
Imagino que a Anónimo también le parecerán incorrectas frases como "Soy zamorano y veraneo en Donosti" o "Euskadi y Cantabria son dos comunidades colindantes".
Y qué decir de la desafortunada frase "Tranquilidad absoluta en la llegada del Real Madrid a Girona" (sic)...así de mal escribe un medio de comunicación tan sospechoso como Marca, el 28 de octubre de 2017.
A lo mejor parezco un irresponsable pero "Tranquilidad absoluta en la llegada del Real Madrid a Gerona" me parecería igual de bien...o de mal si me quiero hacer el ofendido.
Estas polémicas son tan artificiales que ya cansan,de verdad. Y si el autor hubiera optado por escribir Espanya vs Cataluña?
Y qué juicio nos merece que en vez del versus latino lo haya sustituido por el vs inglés!!!!
En fin, que tampoco hay que despistarse, que estamos hablando de un obra literaria. Alguien se atreve a afirmar sin rubor que Borges, Cortázar o Juan Ramón, ese señor de Moguer, escriben en mal español? Esos imperdonables errores de puntuación, esas extravagantes jotas...
Pensaba que Juan exageraba cuando escribió que "el mero sujeto ya puede excitar a los exaltados". Poco he tardado en darme cuenta de que a lo mejor no era tan exagerado.
Hablando ya del libro, comentar que Amat es una mente bastante juiciosa y a mi manera de ver sus opiniones (sobre variedad de temas, no solo sobre el coñazo, con perdón, del tema catalán) y coincidan o no con las propias, son en general fruto de la reflexión y no del alboroto o de la testosterona.
Antes era malo ser "equidistante", ahora es bueno ser objetivo. ¿En qué se diferencian ambos conceptos? Yo creo que en nada, pero han pasado 7 años y muchísimas cosas..........
(rellenar la línea de puntos)
Señor Antonio R, su respuesta por extensa y completa y compleja no es un ápice ni más ni menos exaltada que la mía.
Yo, con poco o mucho acierto, solo he hecho una apreciación al trapo rojo de Bon. No es para tanto. O sí, y por ello merezco esa respuesta "exaltada".
Yendo a la miga literaria. No he leído esta obra, pero sí, hace unas semanas, El hijo del chófer. Me pareció estimable, así que la recomiendo, a pesar de lo humilde de mi criterio.
Saludos a todos desde London.
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