Título original: Kimitachi ha dō ikiru ka (君たちはどう生きるか)
Traducción: Víctor Illera Kanaya
Año de publicación: 1948 (edición original sin censura en 1937)
Valoración: está bien
De los creadores de "Onda vital" y "A todo gas", nos llega la traducción de la más reciente y aclamada película de Studio Ghibli, "El niño y la Garza". En japonés, su título sería algo así como "¿Y ustedes, cómo viven?", pero pues en la película sale un niño y una garza, para qué complicarse.
Fuera de broma, esta vez se las tengo que dar por buena. El título de la película no nos dice nada a los que vivimos fuera de Japón. Sin embargo, para los habitantes de la isla, es un referente cultural. Hayao Miyazaki ha dicho en diversas entrevistas que a él le interesa hacer películas japonesas, para los japoneses. Y qué mejor manera de hacerlo que reinterpretando una obra arraigada en la cultura japonesa: “¿Cómo vives?”, de Genzaburo Yoshino. Spoiler alert, la única referencia directa de la película al libro está en el título. Si acaso, comparten temas de autodescubrimiento y comprensión del mundo.
En cuanto al libro, es una novela de formación centrada en Koperu, un estudiante de secundaria que navega por problemas éticos con la ayuda de su tío. Koperu es inquieto, emocional, curioso e inteligente, un modelo ideal de estudiante japonés. Su tío actúa como mentor, ofreciendo consuelo y orientación. El libro tiene algunos pasajes entretenidos sobre el estilo de vida durante la era Showa, además de algunos diálogos interesantes sobre temas científicos y dilemas morales. Uno de los aspectos a destacar es su accesibilidad. La novela está escrita de manera sencilla y clara, lo que la hace apta para lectores de todas las edades, razón por la cuál es casi de lectura obligatoria para los niños en Japón.
¿Cuál es el principal problema? Yo diría que es consecuencia directa de la intención del autor al escribir el libro. Originalmente estaba pensado como una especie de manual de ética para niños (principalmente de clase alta, según sus principales detractores). En lugar de presentar diálogos filosóficos y reflexiones introspectivas, como se pretende, el estilo narrativo de Yoshino es demasiado didáctico y moralista. Los personajes son simples vehículos de las ideas del autor, principalmente la figura del tío, el cuál es casi un sabio de moral intachable.
Por último, hay que tener en cuenta que la edición que nos ha llegado es la edición revisada después de la segunda guerra mundial, por lo que se tuvo que retirar toda la propaganda imperialista, así como las críticas a Occidente. Probablemente esas ideas nos parecerían nefastas hoy en día, pero tal vez hiciera más interesante su lectura. La novela es un texto significativo que ha impactado a muchos lectores, y ya forma parte de la cultura japonesa, para bien o para mal. Sin embargo, alguien que la lea con el hype de la película de Miyazaki, va a quedar muy decepcionado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario