viernes, 2 de abril de 2021

Peter Bagge: Credo. Rose Wilder Lane, la feminista libertaria

Idioma original: inglés
Título original: The Rose Wilder Lane Story
Año de publicación: 2019
Traducción: Hernán Migoya
Valoración: más o menos interesante

¿Alguien sabe quén fue Rose Wilder Lane (1886-1968), la escritora biografiada en esta cómic? Porque yo confieso que, hasta leerlo, ni idea... Pues resulta que la susodicha, hija de unos granjeros del Medio Oeste que acabaron instalándose en Missouri, huyendo de la sequía y la pobreza, fue una reportera -para la Cruz Roja, por ejemplo, en países como Albania o Armenia-, exitosa escritora de relatos, feminista y teórica política. Pero la  actividad que más fama -siquiera póstuma- y, sobre todo, fortuna le proporcionó fue haber sido coautora, junto a su señora madre, Laura Ingalls Wilder, de la célebre serie de libros de La casa de la pradera (supongo que esto ya sonará a los más viejunos viejóvenes de por aquí), que en principio no eran sino las memorias de juventud de su madre, reescritas por Rose para volverlas más publicables. 

Por lo que respecta a su ideología, Rose Wilder Lane, además de un feminismo quizás más práctico que teórico, fue una defensora del "libertarismo" o "anarcocapitalismo" (doctrina que ha acabado por ser bastante más capitalista que anarquista, me parece) y, sobre todo, opositora al, para ella, excesivo poder del Estado, ya fuera el de la América de Roosevelt, el fascista o el comunista -aunque de joven había sido socialista e interesada en el comunismo-; básicamente sus ideas vendrían a ser una vesión primigenia y bienintencionada de la de los "patriotas" que sólo abandonan sus arsenales de armas automáticas en Montana y sitios así para tomar el Capitolio junto a supremacistas blancos y pirados seguidores de QAnon (sería curioso saber los que R. W. L. hubiera pensado de esta gente, aunque al final de su vida ya protegió a un notorio conspiranoico llamado Joseph Kamp). Por supuesto, tuvo cierta relación con la churrigueresca madonna del ultraliberalismo, Ayn Rand (no sé si calificarla de "amistad", porque parece que el enorme ego de ésta le impedía ser amiga de quien fuera), así como con otras muchas escritoras y "comunicadoras" -sobre todo, radiofónicas- de su epóca, hoy en día me temo que mucho más olvidadas.

Se diría que mejor suerte ha corrido nuestra R. W. L. al despertar el interés de Peter Bagge, un conocido historietista que despuntó en los 90 con Mundo Idiota Odio, cómics emblemáticos para el movimiento grunge, y muy influido por el estilo de Robert Crumb. Bagge se ha dedicado en los últimos años a plasmar en cómics las biografías de otras mujeres que destacaron en diferentes aspectos en los EEUU de la primera mitad del siglo XX y que no son demasiado conocidas fuera de ciertos ámbitos, como Margaret Sanger, defensora de la planificación familiar o la antropóloga, folklorista y escritora afroamericana Zora Neale Hurston.  En este caso, sin embargo, no sé hasta que punto consigue el onjetivo de resaltar la figura de R. W. L. ; por una parte, quizá por la propia naturaleza del género, el autor ha tenido que sintetizar , cuando no obviar, muchos aspectos de las circunstancias d la época, y, de hecho, al final del libro ha puesto varias páginas de notas explicativas para me jor comprensión de las mismas. Por otro lado, aunque no deje de lado las características de la obra e ideas de esta escritora, lo que más atraen la atención del lector creo que acaba siendo aquello que no tiene relación directa con las mismas: su evidente bipolaridad, la tormentosa relación con su madre (que tenía un carácter muy parecido al suyo), la pérdida de su hijo, que la llevó a proteger a diversos "hijos" y luego "nietos" sustitutos... Por último, quizá debido al expresivo estilo "contracultural" del dibujo de Bagge, a muchos personajes, y desde luego a la protagonista, se les ve en casi todo momento malhumorados o incluso iracundos (tristes, en el mejor de los casos-, lo que no contribuye a crear empatçia con ellos o incluso con Rose, pese a la inudable inteligencia y valentía que demostró toda su vida (y que, además, contrasta con el afable aspecto que se puede ver en las fotos que acompañan a las notas finales).

En fin, un cómic/biografía gráfica (valga la redundancia) interesante, pero tal vez no tan satisfactorio como podría haber sido... No obstante, no descarto explorar otros de este mismo autor.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, Juan:

Han pasado ya algunos días, pero vengo a dejarte mi comentario después de leer el libro, que ya tenía fichado hace tiempo.

En esta ocasión, veo que me ha gustado más que a ti, porque me ha gustado bastante; es ameno, refleja bien el carácter y la trayectoria de esta mujer más que peculiar, y parece tener detrás un proceso de documentación muy trabajado. Yo tampoco conocía a la protagonista, ni siquiera he visto "La casa de la pradera", cosa que parecerá extraña por la cantidad de veces que la han emitido, pero en mi infancia/adolescencia me parecía muy ñoña y aburrida.

También, leyendo tu reseña de nuevo, he observado que yo sí he empatizado bastante con Lane, pues he entendido mucho sus contradicciones y problemas con los hombres y sus relaciones amorosas. En cuanto a sus ideas, bueno, no hace falta compartirlas para entenderlas, que al final es lo que importa en una biografía: que el semblante del personaje retratado sea entendido en su idiosincrasia.

En cuanto al estilo de Bagge, ya lo conocía por "Odio", que leí hace años en una versión integral, y coincido en lo dicho por ti. Lo he vuelto a coger para recordarlo, así como otra biografía femenina, en este caso de Margaret Sanger. Estoy un poco viciada con esto del cómic..jeje

Saludos

Yai dijo...

No conozco este libro, pero quisiera aclarar que la teleserie de "La casa de la pradera" no tiene mucho en común con los libros de Laura Ingalls. La serie es una cursilada moralista y melodramática , mientras que los libros son... un poco anticuados pero con un tono muy diferente, casi entrañable.