martes, 11 de septiembre de 2018

Gonçalo M. Tavares: Jerusalén

Idioma original: portugués
Título original: Jerusalem
Año de publicación: 2004
Valoración: muy recomendable

Ya ha pasado por Un libro al día un par de veces Gonçalo Tavares, que está considerado, con permiso y para desgracia de Valter Hugo Mãe o José Luis Peixoto, como el gran escritor portugués actual. Hoy vuelve a asomar la cabecita por aquí, y esta vez con la que quizás sea su mejor novela, o al menos la que le otorgó fama nacional e internacional, un buen montón de premios y los elogios de nada menos que el mismísimo Saramago: Jerusalén.

Es esta una novela compleja, y por eso mismo resulta difícil resumir su argumento. El núcleo de la historia se sitúa en una innominada ciudad europea, en la que un conjunto de personajes (Mylia, Ernst, Theodor, Hannah, Hinnerk...) se entrecruzan, se encuentran y desencuentran en medio de la noche. A partir de ese momento central, la narrativa salta hacia el pasado, para mostrar cómo las vidas de esas personas las llevaron hasta ese momento, y cuáles son los hilos que los unen: el amor, el odio, el deseo, el rencor, la culpa...

Así, por ejemplo, Mylia es la ex-mujer de Theodor, que la encerró en un psiquiátrico y la abandonó cuando supo que se había quedado embarazada de otro interno; Hannah es una prostituta y Hinnerck, un veterano de guerra, su "chulo"; Ernst y Mylia son amantes separados en busca de un reencuentro... Son historias marcadas en muchos casos por la crueldad y el egoísmo, que sumen a los personajes en una soledad casi insoportable. No por casualidad uno de los personajes, Theodor, está haciendo una investigación exhaustiva sobre la crueldad (con un interés especial en el Holocausto) para desarrollar su teoría sobre la evolución del horror en la historia de la Humanidad.

Contado así, puede parecer que Jerusalén es una novela durísima, y en cierto modo lo es, porque las historias de los personajes lo son. Pero lo que la salva, le da luz y la hace no solo tolerable sino notable es el estilo de Gonçalo M. Tavares, cargado de poesía (que recuerda por ejemplo al mejor Baricco). En otras reseñas me he metido con él por ser demasiado preciosista (sobre todo en Un viaje a la India), y aquí en algunos momentos también puede pecar un poco por exceso. Pero, en conjunto, la forma de escribir de Tavares, poética, fragmentaria, reflexiva, funciona particularmente bien, mejor que en ninguna otra obra suya que yo haya leído. Especialmente llamativo es el capítulo titulado "Los locos", en que asistimos a los monólogos interiores de varios de los internos del sanatorio, incluida Mylia, o los fragmentos de un libro, Europa 02, que narra breves episodios de la vida en un campo de concentración.

La obra de Gonçalo Tavares es amplia y variada; hay quien prefiere las obras de la serie de El barrio (El señor Valery, El señor Brecht, El señor Calvino, etc.), hay quien prefiere sus primeras novelas... Yo, sin duda, me quedo con Jerusalén, que por una vez y sin que sirva de precedente ha estado a la altura de su fama y de sus premios. O al revés.


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5 comentarios:

Dr. Fabián dijo...

Hola! Muy buena reseña.Compré y leí esta novela,hace unos años, sin tener idea de la existencia del autor. Simplemente abrí el libro en la librería y leí la primera frase:E.S. estaba solo en su sótano con la ventana abierta, dispuesto a tirarse....y me dije que si una novela empieza con un tipo capaz de tirarse de la ventana de un ¡sotano! valía la pena.

Sir Robin dijo...

Excelente reseña y no menos excelente comentario. Yo leí los de la serie barrio y me ddices cepcionaron un poco dadas las elevadas expectativas creadas en torno a este autor. Saludos.

Sir Robin dijo...

Maldito corrector de texto#*£%!

Santi dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Yo no puedo hablar de la traducción, porque he leído el libro en portugués (ventajas de ser "emigrante" en Lisboa), pero si la traducción española habla de "sótano", es un fallo garrafal del traductor, porque en portugués "sotão" significa "ático", no "sótano"... ¡Así la frase tiene mucho más sentido, claro!

Dr. Fabián dijo...

Qué interesante...a mí que un tipo quisiese suicidarse tirándose de la ventana de un sótano me pareció un absurdo de lo más genial y compré el libro por eso!! Combinamos un mal traductor y un lector con tendencia a las alucinaciones. Tacho la ironía de la primera frase.