Apasionadamente infiel, novela de Luisa María Linares escrita en 1955 y traducida a varios idiomas, devino en su época un auténtico "bestseller".
Personalmente creo que es un "bestseller" muy digno. Uno que, sin ser extremadamente memorable o complejo, cumple su función a la perfección. A fin de cuentas, se lee de una sentada y sus toques de misterio y romance entretienen de lo lindo; asimismo, exhibe una serie de virtudes de índole literaria poco habituales en obras similares.
Trata de cuatro mujeres de vidas y procedencias dispares convocadas a Italia por Stéfano, amor del pasado de todas ellas. Stéfano, envejecido y enfermo, promete legarles parte de la fortuna en su testamento, a cambio de que permanezcan un tiempo junto a él en la opulenta Casa della Rocca.
Ya digo que Apasionadamente infiel entretiene. Y es que Luisa María Linares, con suma habilidad, plantea algo de misterio y romance, introduce nuevos conflictos argumentales y dosifica con tino la información que recibe el lector.
La autora, asimismo, dota de una nada desdeñable identidad propia a todo su elenco protagónico (incluso me atrevería a decir que al secundario también), pese a lo numeroso que es y a la relativamente breve extensión de la novela. En efecto: Elena, Nicole, Arminda, Irene, Stéfano, su secretario Toni y su médico León tienen caracterizaciones distintivas. También sus arcos (salvo alguno que se antoja un tanto forzado o previsible) funcionan en general.
Por otra parte, las dinámicas que hay entre personajes me han parecido sumamente interesantes. Sobre todo las que brotan del doctor León; el maquiavélico domino que ejerce sobre Stéfano y la cruel vejación a la que somete a Toni son particularmente perversos.
La prosa de Apasionadamente infiel es otro apartado a resaltar. Sencilla y ágil como es, resulta bastante efectiva en ciertas escenas, refleja adecuadamente la psicología de cada personaje y ostenta un simpatiquísimo sentido del humor.
Quizá le achacaría a la novela un tono global dubitativo (que no sabe si decantarse por la comedia o el cinismo) y un final a todas luces anticlimático (el doctor León merecía dar mucha más guerra). Tampoco me convence su segundo acto, que arranca con muchísima fuerza pero enseguida pierde fuelle (aunque admito que mi relativa decepción en este apartado se pueda deber a que mis expectativas para con la historia iban en una dirección completamente distinta a la seguida por Luisa María Linares).
Ah, pese a que a mí no me ha molestado lo más mínimo, la obra muestra una aproximación a la «lucha de sexos» y al feminismo algo desfasadas. Simplemente lo menciono porque sé que hay gente a la que esto le puede incomodar. Sea como fuere, dado el contexto histórico en el que se concibió Apasionadamente infiel, la novela podría incluso considerarse una adelantada a su tiempo, por más que ya no se ajuste a los cánones actuales.
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