domingo, 13 de marzo de 2022

Bibiana Candia: Azucre

Idioma: español

Año de publicación: 2021

Valoración: Más que recomendable

El océano es una laguna Estigia que separa a los vivos de los muertos, aunque a veces sea difícil discernir en qué orilla están unos y otros. Los campos de caña se convierten en mares en los que ahogarse sin remedio, por más que se bracee, que s pelee contra ellos. El paraíso no es sino el reverso del Infierno, o quizá ni siquiera eso, sino una mera ilusión, porque el Paraíso no existe, aunque nos parezca que vemos ángeles danzando a sones de una muñeira...

En 1852, mil setecientos jóvenes gallegos fueron embarcados rumbo a Cuba para trabajar en las plantaciones y los ingenios azucareros, en una operación urdida por un tal Feijóo de Sotomayor. Los rapaces, afrontaron el desarraigo y la incertidumbre del azaroso viaje a través del Atlántico con la esperanza de ganar un dinero que enviar a sus casa y que les permitiese una vida lejos de la miseria, pero lo que no sabían es que los planes del pérfido Feijóo (lo siento, no me he podido resistir a poner esto...) eran convertirlos en esclavos de facto, en las mismas condiciones que los negros traídos de África o incluso peores, porque en esa época éstops ya tenían la posibilidad, por remota que fuera, de comprar su libertad.

Bibiana Candia nos cuenta la epopeya -así la subtitula, con acierto- de estos jóvenes  en una novela breve, pero por ello aún más intensa, desde que abandonan sus aldeas hasta el imprevisto final que acaban teniendo sus aventuras. Contado todo de forma concisa , pero elocuente y acertada, con un lenguaje que en ocasiones bordea lo poético pero sin dejarse caer en su ensimismamiento y en el que se nos habla de la esperanza y el miedo, de la añoranza por lo que se queda atrás, pero también por lo que esperamos nos aguarde más adelante, de las tormentas interiores que cada cual arrostra en la vida...
 "El mundo es pequeño pero grande a la vez, la distancia recorrida no es una línea recta y larga. A veces, muchas veces, es un abismo del que no se vuelve nu aunque uno regrese al punto de partida."

Si algún defecto se puede achacar a la novela es, precisamente, su brevedad, que nos dé a degustar la intensidad de su sabor, para luego terminar cuando más afición le estamos cogiendo. Porque a partir de un cierto momento los acontecimientos se precipitan y el final nos deja con  ganas de saber más o con más detenimiento, de las desventuras de Orestes, de Rañeta, del Tísico, del Comido y el gemelo -aunque de alguno sí llegamos a saber cómo acaba-; en todo caso, siempre es preferible que un libro nos deje con ganas de más que de menos y en ese sentido la autora cumple perfectamente con tal propósito. Lástima que el del lector, el de este lector al menos, que es disfrutar cuanto más, mejor, no se cumpla en igual medida o, mejor dicho, se cumpla, pero se vea truncado... Habrá que esperar a que repita este logro; ojalá pronto.


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