martes, 24 de septiembre de 2019

John Cheever: ¡Oh, esto parece el paraíso!

Idioma original: Inglés
Título original: Oh, what a paradise it seems
Traducción: Maribel de Juan
Año de publicación: 1982
Valoración: Decepcionante

Leo en Internet que este fue el último libro de John Cheever, que fue escrito en un momento en el que la enfermedad que finalmente provocó su fallecimiento estaba ya presente y en el que el propio Cheever era plenamente consciente de la proximidad de la muerte.

Probablemente sea un comentario ventajista, pero parece que ese contexto es clave para entender la obra. Porque el protagonista del libro, Leamus Sears, parece ser el alter ego del autor. Sears es un hombre envejecido (un hombre envejecido es una cosa triste, un abrigo andrajoso puesto en un palo...) que trata de agarrarse a la vida, ya sea en forma de un amor o de una causa perdida, sin poder evitar poner la vista en su pasado. De ahí también que el tono general de la novela sea ciertamente agridulce, ya que en ella se mezclan un mensaje de esperanza y un repaso claramente melancólico a un tiempo perdido.

En cuanto al argumento de "¡Oh, esto parece el paraíso!", tres son sus líneas principales: la tardía relación de Sears con Reneé (una mujer bastante más joven que él), su también tardía relación con el portero del edificio en el que vive Reneé y el intento de salvación del Lago de Beasley, un lugar estrechamente unido con el pasado del protagonista. Además, pequeñas tramas secundarias irán apareciendo y confluyendo a lo largo de la novela. 

Tres son también los problemas fundamentales que le veo al texto.  El primero son las "uniones" o "puntos de contacto" entre las diferentes tramas. Sinceramente, me parecen poco trabajadas, forzadas y escasamente creíbles. Apenas unas pocas líneas sirven para acercar tramas, normalmente a través de casualidades y coincidencias "extrañas". Ojo que no digo con esto que la credibilidad sea necesaria en la novela (en general), pero si en novelas teóricamente "realistas". El segundo hay que situarlo en el final de la novela, excesivamente abrupto y precipitado en mi opinión. El tercero y último son los personajes secundarios, apenas perfilados y casi caricaturescos en su gran mayoría.

Quiero pensar que todo lo anterior se debe al momento y situación en los que la novela fue escrita, que quizá provocaron una cierta premura en Cheever (y de ahí, también, las escasas 130 páginas de las que consta el libro). Aun así, pequeña decepción la de este primer Cheever que leo y primer Cheever que reseñamos en ULAD. Y es que las buenas intenciones no son suficientes, por desgracia.

7 comentarios:

Javi dijo...

Cheever tiene relatos muy buenos. Leí algo así como que era el Carver de las clases acomodadas...

Gabriel Diz dijo...

Hola Koldo:

No he leído sus novelas todavía pero te aseguro que sus cuentos y el diario que escribió son notables. De todas maneras bien por ULAD que repara a mi entender una pequeña injusticia con esta primera reseña de Cheever.

Saludos

Koldo CF dijo...

Pues sí. Ya tenía ganas de leer a Cheever y ya me jode no haber acertado con la elección. Algo más de él leeré xq tiene recomendadores fiables que le ponen por las nubes.

A ver si la próxima vez acierto (me conformo con que me guste casi tanto como Carver)

Gabriel Diz dijo...

Eran compañeros de borrachera con Carver! Grandes amigos

Unknown dijo...

Estoy leyendo la colección de sus relatos, bajo el título Cuentos y son de una calidad excepcional.

Unknown dijo...

Gracias koldo por la crítica literaria estoy dudando en adquirirlo no soy de novelas pero siendo pocas páginas. Mayor Thompson

Koldo CF dijo...

Pues la verdad es que yo no me gastaría el dinero en este libro en concreto. De hecho, mi próximo Cheever, al igual que el reseñado, saldrá de la biblioteca.