sábado, 22 de junio de 2019

Reseña + entrevista: Lago negro de tus ojos, de Guillem López


Idioma: español
Año de publicación: 2019
Valoración: de lo más recomendable

Hermoso título el de la última novela -corta, no llega a las 130 páginas- de Guillem López, uno de los más destacados autores que hay por estos lares del género de la ciencia-ficci... un momento, creo que no no voy bien así. Reseteo...

Hermoso título el de la última novela de Guillem López, uno de los más destacados autores por estos lares de los géneros fantástico y de terro... No, no, tampoco lo acabo de ver... perdón. Con permiso, vuelvo a empezar,,,,

Hermoso título el de la última novela de Guillem López, un escritor contemporáneo que no duda en emplear los recursos metafóricos y metaliterarios necesarios para... Uf... mirad, lo siento, pero esto no funciona. Mejor comienzo de nuevo, de cero.

Lago negro de tus ojos, novela de hermoso título -eso es innegable- es todo lo que he comentado (o tratado de) anteriormente: una novela de género fantástico que utiliza el trampolín del ci-fi para lanzarse de cabeza hacia el terror -de "horror cósmico", la ha definido en alguna ocasión su autor, seguramente con algo de sorna, pese a que sí, lo es...- y que utiliza los recursos metaficcionales convenientes con excelente soltura, dado que no entorpecen la narración ni sirven como un reclamo exhibicionista que acabe eclipsando la historia en sí, sino todo lo contrario.

Historia compleja, por cierto, pero contada tendiendo a cierto "minimalismo", con los medios justos: un puñado de personajes localizados en un pequeño pueblo y a los largo de unos pocos días. el pueblo es valenciano -podría ser cualquiera cercano a la Albufera- y es al que vuelve Carla Babiloni, una periodista que se ha criado allí y debe escribir un reportaje sobre su situación tras el llamado Incidente: la aparición en el lugar de una laguna oval de aguas negras -no es la única que ha surgido en el mundo, pero sí la más grande- que parece ser un portal de algún tipo a otros universos u otras dimensiones y que atrae tanto a rebaños incesantes de turistas como a miríadas de insectos que infectan la localidad, magnetizados por la cercanía de la laguna. Insectos, fuerzas militares internacionales, sectas milenaristas... todos estos elementos se van trenzando en la novela junto con el pasado de carla, con las razones por las que no había vuelto a su pueblo hasta entonces, para construir una trama cada vez más inquietante en medio de un ambiente ya de por sí opresivo, casi pútrido...

El narrador del relato es Bernat, un antiguo novio de Carla que ha permanecido en el pueblo y trabaja en la fructífera actividad de exterminar plagas. Además, Bernat se dedica a dibujar todo lo que sucede, ya lo vea por sí mismo o lo intuya, en viñetas... Aunque quizás lo que ocurre sea que sucede sólo lo que Bernat dibuja. O no ha sucedido nada de lo que cuenta y todo está, tan sólo, en sus dibujos, quién sabe...

No quiero comentar más del argumento porque precisamente una cualidad de esta novela, sin duda gracias a su escueta extensión -aunque sólo en parte, porque también podría padecer una prosa anestesiante y no es el caso- es su carácter inmediato, casi esencial, que no deja espacio para la divagación... ni para la distracción del lector. De hecho, en verdad tampoco hubiera sufrido mucho menoscabo esta inmediatez si la novela se alargase un poco más; no porque a la trama le falten elementos -bien al contrario-, sino para dotarle de algo de "esponjamiento" a la narración. Pero no era esa la intención del autor, que ha optado -con un buen resultado, ya digo- por ese "esencialismo", donde además no todo se explica y tampoco hace falta... Quizás podríamos preguntarle al propio Guillem López a qué se debe esta elección...

-A diferencia de tu anterior novela, El último sueño, que se desarrollaba en un mundo fantástico completamente desarrollado (lo que los escritores llamáis worldbuilding), Lago negro de tus ojos transcurre en un entorno mucho más cercano, un pequeño pueblo valenciano, y con apenas un puñado de personajes. También es una novela bastante más corta. ¿Este cambio a un cierto "minimalismo" es consciente y buscado o el resultado de una escritura más rápida, menos controlada?

-Bueno, worldbuilding siempre ha habido. Antes se llamaba crear escenarios. La primera diferencia entre localizar un relato en un mundo fantástico y el nuestro es que el nuestro ya es plausible de partida, mientras que en un mundo fantástico hay que trabajar absolutamente todos los aspectos.En mi caso, el escenario, pese a que no es real, es realista. los poblados al sur de valencia.La aparición de lagunas que son portales a otra parte del Sistema Solar es el elemento fantástico que irrumpe en el escenario.
Respecto a la longitud del libro, quería escribir una novela corta, probar si podía manejarme en esas distancias. y ha sido más complicado de lo que parece, porque una novela corta requiere unos tiempos muy diferentes a lo que estaba acostumbrado. El minimalismo en el estilo es sólo una fase más en mi eterno aprendizaje. lo que estoy escribiendo ahora mismo también explora otras posibilidades. Escribir es un juego, un descubrirse, y en eso estoy.

-Se puede decir que Lago negro... tiene un aire a lo Stephen King, al menos en el planteamiento inicial, pero también hay elementos narrativos que recuerdan a Lo que más me gusta son los monstruos y referencias a Poe y Lovecraft. Tu anterior novela se podría encuadrar en el New Weird, con el aporte vintage de los Gangs de N.Y. de Herbert Ashbury, mientras que Arañas de Marte, en cambio, denota una impronta "philipkadickiana" (si existe ese adjetivo). ¿Toda esa variedad de referencias es también el resultado de una exploración consciente y planificada, o más bien a dejar aflorar toda una serie de lecturas y de autores de forma espontánea?

-Ah, sí. Hay mucho King y Lovecraft, pero también los hermanos Cohen y David Lynch. Hace algún tiempo que le doy vueltas a eso: los campos de arroz de Valencia , la costa y la huerta, son mi Maine , mi pequeño Providence lleno de luces y sombras. utilizar mi escenario cercano era una necesidad. respecto a las referencias, como dije, me gusta cambiar. Entre un libro y otro pasa aproximadamente uno o dos años. yo he cambiado, el mundo a cambiado. ¿Por que´no deberían cambiar mis libros? Creo que es un poco lo que esperan mis lectores, cosas diferentes, algo nuevo. nos pasa a todos, a mí también. Somos adictos a las emociones fuertes y al placer inmediato. Queremos estímulos, queremos sorprendernos. Lo nuevo envejece muy rápido. encadenamos hype tras hype, como un Trazán yonki que atraviesa la jungla de bits y tuits. Yo sólo soy el que toca el tam-tam en este rollo tan esquizofrénico que nos hemos montado.

-Tanto esta novela como El último sueño tienen un trasfondo político importante; en este caso, sobre la opacidad de la información y las medidas al margen de la ciudadanía que toman los gobiernos y los organismos supranacionales. ¿Consideras, como es habitual oír últimamente, que toda literatura debe ser política y que incluso la ausencia de la misma en la literatura denota un posicionamiento político, de alguna manera?

-Toda expresión artística es política porque lo personal es político. el que diga que en sus libros no hay política es idiota o, simplemente, malvado.La obra proviene del autor, con sus prejuicios, sesgos, concepción del mundo y moral. No es tan difícil de comprender. Hay gente que me ataca porque incluyo política en mis libros o porque tengo una postura política en redes.Son los mismos que luego se meten entre pecho y espalda un grimdark que, básicamente, perpetua un sistema social basado en la violencia. O solo conciben el futuro como una distopía, que es la expresión más fatalista del liberalismo y cuyo mensaje básicamente se reduce a que la sociedad está condenada, el nosotros ha fracasado y sólo queda el yo. No sé si es que nos hemos vuelto todos gilipollas, pero me parece alucinante que nadie, ya no denuncie, sino por lo menos sea consciente de que el mensaje predominante que transmite la mayor parte de ficción contemporánea es, básicamente, propaganda.

-Hoy en día existe una compartimentación muy acentuada en literatura, no solamente entre los diferentes géneros (y dentro de cada género), sino incluso con respecto a niveles de lectura (o de lectores), edades, ideologías, etc... Pocos géneros han conseguido convertirse en transversales en toda esta compartimentación del público y el mercado, quizás tan sólo el género negro, policiaco, noir... ¿Podría ocurrir lo mismo con el género fantástico o la ciencia-ficción? ¿Sería deseable que ocurriese?

-Me parece mucho más interesante conseguir lectores transversales que un género transversal. Quiero decir, lectores que puedan moverse entre géneros. yo soy un lector transversal porque me muevo entre géneros, pero sé que pertenezco a una minoría y que la tendencia es contraria: mayor segmentación del mercado, especialización editorial, un producto para cada tipo de lector. las normas del juego nos lo ponen cada vez más fácil, parece que somos libres para elegir y que eso nos hará más felices, pero en realidad estamos encerrados en una cárcel de algoritmos, con un horizonte demasiado cercano. Es una mala copia de la sociedad contemporánea: unos pocos libros que venden millones y millones de libros que venden un centenar de ejemplares.

-En este libro hay un componente metaficcional, por medio de las viñetas que dibuja Bernat, que incluso puede hacernos plantearnos la interpretación final de la novela. Algo parecido ocurría en Arañas de Marte, con la novela pulp que leía la protagonista... ¿Este interés por la metaficción te convierte, en cierto modo, en un escritor postmoderno? Y lo que es más importante: ¿vas a demandar al blog por haber insinuado que lo seas?

-No me ofendo, en serio, no imports. Es el tiempo que nos ha tocado sufrir. Lo seremos durante mucho tiempo, todo lo que dure esta lenta muerte del postmodernismo. Es como decir que todos somos cristianos. Lo somos. Llevará generaciones deshacernos de la cosmovisión cristiana. Está bien que alguien se proclame ateo. Otra cosa es que pretenda hacernos creer que el mundo que ha puesto frente a él el cristianismo durante quince siglos y su posición en él ha cambiado de la noche a la mañana. El capitalismo tsmbién nos perseguirá durante mucho tiempo. Está condenado. Tarde o temprano desaparecerá, pero nosotros ya estaremos muertos.
Respecto a la metaficción, es una constante en mis libros. Todos juegan de alguna forma con el concepto de realidad y ficción, verdad y mentira. Es algo que me interesa, una especie de retruécano, porque expongo esa débil frontera entre realidad y ficción desde una mentira. Básicamente, toda la literatura es ficción. En Challenger, esa trampa se exponía desde el principio, con una nota en que se advertía que algunos personajes y sittuaciones habían eistido realmente. Y eso es un punto de partida que define nuestra sociedad actual. Es una mentira, pero puedes creer en ella si quieres. Más omenos como las paparruchas y bulos de la extrema derecha, sabes que son mentira, pero es tu mentira, tuya y de nadie más. Y si mucha gente cree en una mentira, ¿quién va a llevarles la contraria? ¿La realidad? ¿La ciencia? Todo eso hace tiempo que dejó de tener interés. Ya no importan los hechos, sólo importa el dinero y todo lo que puedas comprar con él. Es la decadencia final de un pensamiento y una cosmovisión que agoniza.

-Tanto Lago negro... como Arañas de Marte se desarrollan en entornos qye te son cercanos, pueblos de los alrededores de Valencia, la costa alicantina, etc... Aparte de lo interesante y hasta loable de esta decisión, ¿está entonces en tu ánimo convertir a la Comunidad Valenciana en un nuevo Maine (literariamente hablando, se entiende)? ¿Qué escenarios te parecerían adecuados para, por ejemplo, una distopía apocalíptica: la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el aeropuerto de Castellón, la plaza del Ayuntamiento de Valencia un día de mascletà...?

-Ah, sí. Como dije antes, voy a darle más importancia a los escenarios cercanos en mi obra. Quiero hacer algo Cyberpunk en València y también en el universo lovecraftiano de Lago negro de tus ojos. Así que mis próximos trabajos irán en esa línea. Ni de coña voy a hacer una distopía apocalíptica, por principios y porque no se acerca ni de lejos a la prospectiva que tengo en mente. Me interesan más las posibilidades y los cambios a nivel estructural que se producirán en la sociedad las próximas décadas, en parte debidos a los avances tecnológicos, pero también al agitamiento del sistema financiero global.

Pues estaremos atentos a las próximas propuestas de Guillem López (al menos quien firma esta reseña). Sin olvidar agradecerle antes, por supuesto, la amabilidad y paciencia que ha tenido a la hora de responder a estas preguntas: mil gracias y hasta pronto.

Otros títulos de este autor reseñados en Un Libro Al Día: El último sueño

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los dientes se me vienen alargando desde hace tiempo y no veo el momento de hincarselos definitivamente a cualquiera de los libros de este hombre.

Juan G. B. dijo...

Hola anónimo:
Yo espero ponerme en breve, si San Tsundoku me lo permite, con "Challenger" y "La polilla en la casa del humo"...
Un saludo y gracias por visitarnos.

Marc Peig dijo...

Muy buena reseña, Juan, y genial entrevista.
El libro tiene muy muy buena pinta.
Saludos
Marc

Isabel dijo...

Hola, Juan.

Muchas gracias por la recomendación; me ha gustado bastante, si bien creo que me he dejado cosas en el tintero porque, como apuntas, no es una historia sencilla. Creo que necesito una relectura en un tiempito.

Y la verdad que me ha dado ganas de conocerlo más, y eso que no estoy yo muy ducha en el campo de la ciencia ficción (me decidí por este por el hermoso título). Buscaré El último sueño, que también recomiendas. Además, según te he leído, puede ser interesante también para jóvenes, a los que trato de contagiar de lecturas.

Como siempre, mil gracias.

Juan G. B. dijo...

De nada, Isabel. Espero que te guste y lea guste...