Título original: Under the udala trees
Traducción: Iballa López Hernández
Año de publicación: 2017
Valoración: Bastante recomendable
Es triste comprobar la escasa presencia de literatura africana en nuestras librerías. No sé si tendrá que ver con la distancia cultural y geográfica o con motivos crematísticos, pero resulta complicado encontrar libros de autores que no sean los ya consagrados Ngugi wa Thiong'o, Chinua Achebe o Chimananda Ngozi Adichie y los "no tan africanos" Coetzee o Gordimer. Y es una pena porque así pasan desapercibidos libros tan interesantes como este "Bajo las ramas de los udalas" de la nigeriana (residente en Estados Unidos) Chinelo Okparanta.
"Bajo las ramas de los udalas" es, casi a partes iguales, una novela de formación y novela de denuncia en la que se narra la infancia, adolescencia y juventud de Ijeoma, joven de la etnia igbo cuya vida está marcada por dos hechos: la guerra y su orientación sexual.
La historia comienza allá por 1968, año en el que la provincia de Biafra se enfrentó con el gobierno federal nigeriano en una cruenta guerra civil. Ijeoma es testigo de la guerra y, con la inocencia de sus escasos diez años, nos ofrece una visión casi "infantil" del conflicto. Poco dura esta visión ya que un hecho trágico marca una ruptura total en la vida de Ijeoma y su madre. El dolor y la devastación provocados por la violencia suponen un cambio radical en el desarrollo de la novela, la cual pasa a ser la historia de una permanente huida, ya sea voluntaria o forzada por las circunstancias.
Lo que hasta ese momento parecía la narración de los terribles efectos de la guerra desde la óptica de una niña se convierte en novela de formación y denuncia. Lo que hemos dado en llamar "novela de formación" abarcaría desde el despertar sexual de Ijeoma hasta su toma de conciencia adulta, pasando por sentimientos contradictorios o complementarios (según se mire) como el amor, el deseo, el remordimiento y la culpa. Estas dos palabras son clave en la novela: remordimiento y culpa. Ambos derivan del ambiente de violencia y extremada religiosidad mal entendida en el que viven Ijeoma, Amina, Ndidi y compañía, asfixiadas todas ellas por tradiciones y supersticiones que suponen una pesada losa capaz de aplastar bajo su peso a quien se "atreva a desafiarlas". Ante un entorno así, ante el miedo, cada uno actúa según sus posibilidades e Ijeoma trata de llevar una vida "normal", cosa de lo más complicada.
Es en ese momento en el que Ijeoma alcanza la edad adulta cuando la novela se convierte en denuncia, ya sea de la situación de la mujer, de la del colectivo LGTB, del machismo, la violencia o de la intolerancia religiosa. Esta parte me ha recordado (y mucho) al recientemente reseñado "Formas de estar lejos" de nuestra querida Edurne Portela.
Por otro lado, y a la hora de valorar la obra, quisiera dividirla en dos partes: la ambientada en la infancia y adolescencia de Ijeoma y la de su "edad adulta". Me parece más conseguida la primera de ellas. Okparanta configura el personaje de Ijeoma lentamente, en base a una serie de sucesos clave que determinan su vida y su conducta. Toda esa pausada construcción psicológica del personaje se acelera en la edad adulta y momentos determinantes en la historia son cerrados a través de elipsis, no sé si buscadas intencionadamente o no, que dejan con la sensación de cierre un tanto "apresurado".
Pese a este último apunte, lo positivo de "Bajo las ramas de los udalas" supera ampliamente a lo negativo. Es, por encima de todo, una buena novela, bien narrada y bien construida, que nos pone frente a frente con una realidad que no por lejana en el tiempo y en el espacio podemos dejar de ignorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario