martes, 14 de enero de 2014

Colaboración: Limónov de Emmanuel Carrère

Idioma original: francés
Título original: Limónov
Año de publicación: 2011
Traducción: Jaime Zulaika
Valoración: Muy recomendable
Esta biografía novelada del escritor ruso Eduard Limónov ha sido uno de los acontecimientos literarios en España en el 2013, así como lo fue (o quizás porque lo fue) en Francia en el 2011, donde además recibió una buena ración de premios, entre ellos nada menos que el “Prix des prix”, el premio al mejor de los libros premiados ese año (¿se imaginan algo parecido aquí? Habría que elegir entre el Planeta, el Nadal, el Biblioteca Breve, el Primavera…. En fin, mejor no demos ideas).

El autor, Emmanuel Carrère, tras reencontrar a Eduard Limónov como opositor a Putin, habiéndolo conocido años atrás como escritor trasgresor en Paris, interesó por su azarosa trayectoria y decidió contárnosla. Una buena idea, sin duda; primero, porque la vida de escritor-delincuente-guerrillero-político-agitador de Limónov da no sólo para una estupenda biografía, sino que ésta prácticamente se escribe sola (más aún cuanto que, al parecer, el propio Limónov ya se había dedicado a contar en sus libros todos sus avatares, con profusión de detalles escabrosos, pues se trata de uno de esos autores que escriben básicamente sobre sí mismos). En segundo lugar, fue una buena idea porque a Carrére le ha salido un libro absorbente, vibrante, que se lee de una sentada y se echa de menos cuando termina. Y no sólo por lo insólito o aventurero del protagonista, sino por el mundo que retrata: una Unión Soviética más gris, cutre y doméstica que opresiva, pero también vital, orgullosa de sí misma… (¿quizá esa vitalidad  fuera consecuencia de la juventud, no del entorno que envolvía al personaje?). Una Rusia en permanente “zápoi” (se explica muy bien lo que es en el libro), estupefacta tras su penúltima debacle. Y un Occidente veleidoso y cruel, bajo su opulencia decadente…

La única pega a esta biografía, por ponerle alguna, es la excesiva injerencia, a mi juicio, de la figura del autor y sus circunstancias (en la línea de otros escritores franceses, como Houellebecq o Beigbeder, pero  también Laurent Binet en “HHhH”). Tal vez lo haya hecho para resaltar así el origen proletario de Limónov y su férrea voluntad de convertirse en alguien, en un héroe o una estrella (aunque sea del fracaso), a costa de todo tipo de aventuras y peripecias, frente a su propia y aburrida vida de hijo de la burguesía intelectual, él mismo escritor de gran éxito, además… (casi llega a dar pena, el pobre). Aunque, ciertamente, esta presencia un poco chapucera del propio Carrère nos sirve para encontrar dónde está el intríngulis de la historia, que aen mi opinión, trata de la oposición (o complementariedad) entre la creación de una obra literaria (que es lo que hace Carrère) frente a la creación  (o autocreación) de un personaje literario ,que es lo que hace Limónov, ya desde un principio, desde que es un jovenzuelo que decide ser no ya un bandido, sino el rey de los bandidos, no sólo un poeta, sino el más grande de los poetas, no sólo político, sino el salvador de todo un país... (y eso, para acabar pasando a la Historia, tal vez, como el protagonista de un libro… escrito por otro).

Y si bien su figura nos puede parecer incluso irrisoria o infantil (sobre todo en sus escarceos bélicos), ególatra, fanfarrona, oportunista… seguramente reflejo de una personalidad acomplejada, no deja de poseer también cierta grandeza de espíritu (incluso mucha, en ocasiones, según nos trasmite su biógrafo); y aunque le intuyamos más bien vacuo y algo gilipollas, no deja de caernos bien, el tipo, pese a que por momentos nos parezca un trasunto mal fotocopiado de Johnny Rotten o Boris Vian, de Trotsky o incluso el Brad Pitt de “El club de la lucha”. O un místico de tres al cuarto, futuro gurú en la meseta de Altai. La biografía, si ésta era su intención, resulta eficaz: al final del libro, uno le ha cogido cariño al tal Limónov, se promete no perderle de vista y siente curiosidad por leer alguno de sus libros. A ver si, encima va a resultar no ser un mal escritor, y todo.

En resumen, una lectura muy recomendable. Y ante todo, muy adictiva.

También de Emmanuel Carrère en ULAD: Aquí

Firmado: Juan G. B.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buenas. me encanta vuestro blog y procuro particiar todo lo posible. Me gustaria saber si podria enviaros un pequeno texto de apenas una pagina, para que me.comenteis que os parece.con toda la.crueldad posible. muchas gracias de.todas formas. un saludo.

Dominique dijo...

Por favor, esta muy bien de leer el Limonov de CArrère, pero lean sobre todo a Edouard Limonov, que es un grandisimo escritor (por el momento solo lo saben en Rusia). Y un hombre diferente y aun mas extraordinario de lo que cuenta Carrère (que dicho de paso, ha copiado los libros de Limonov)
En este site mucha informacion inedita sobre el verdadero Edouard Limonov ( en francès y espanol)
http://www.tout-sur-limonov.fr/222318806
http://www.tout-sur-limonov.fr/

Juan G. B. dijo...

Gracias, Dominique: he podido conocer este site precisamente buscando textos de Eduard Limónov; lo que he podido leer me parece muy interesante, pero aún no me convence del todo, quizás por culpa de la traducción... de todas formas, a ver si algún editor español es tan espabilado como para publicar algo suyo, ahora que se ha despertado cierto interés por este autor. Este site también es de lo más recomendable por las fotos que nos permiten ilustrar la biografía de Limónov (por cierto, para preferir a los negrazos, menudos pibones que se ha ido ligando a lo largo de su vida...). Con lo que no estoy tan de acuerdo es con esa opinión, que también aparece en tout-sur-limonov.fr de que Carrére lo único que hace copiar los libros del susodicho. Es decir, sí que estoy de acuerdo, es obvio... pero también lo es que si lo ha hecho, ha sido con el beneplácito del propio Limónov, ¿no te parece?, que parece que lo ha permitido e incluso alentado (y bien que le ha venido... porque eso sí, el tal Limónov de tonto no tiene un pelo, y sabe pillar al vuelo las oportunidades).
Por lo demás, gracias por comentar la reseña.

Juan G. B. dijo...

Anónimo de las 14:08: Hola. Yo solo soy un colaborador de este blog, que además me estreno con mi primera reseña, así que no sé decirte. Creo que lo mejor será que envíes la pregunta a unlibroaldia@gmail.com y preguntes a los responsables del blog.
Suerte

Anónimo dijo...

Le tengo muchas ganas a este libro, lo tengo hace un tiempo en el montón de pendientes. Hace poco leí otra novela de Carrère, El adversario, y me gustó bastante. Buena reseña, Juan, buen estreno.

grumosky dijo...

Como el comentario anterior...uff, qué ganas tengo de leer este libro, en breve cae. :)

Dragan Dabic dijo...

Pues Limónov no es un mal escritor, no. Es como un Celine ruso pasado por el tamiz del realismo sucio. Yo después de este libro de Carrére me interesé por leer al personaje y conseguí una edición de 1984 de ediciones del oriente y del mediterráneo de Historia de un servidor, que alguién, aprovechando el tirón de esta biografía, había tenido la feliz ocurrencia de rescatar de algún almacén polvoriento. Y me pareció bastante divertido.

Campera dijo...

Voy por la mitad del libro y considero la reseña acertadísima.

Juan G. B. dijo...

Gracias, Campera. La acertadísima/o eres tú... por leer el libro ;)