Idioma original: alemán
Fecha de publicación: 1947, 1953/8, 1965, 1946
Valoración: muy recomendable
El 10 de mayo de 1933, miles de libros de autores cuya ideología no casaba con la del régimen nazi fueron quemados en numerosas ciudades alemanas, para actuar "contra el espíritu no alemán". Sólo en Berlín, en la Opernplatz, se reunieron alrededor de 70.000 personas, dispuestas a presenciar la quema de un total de 20.000 libros. Entre las personas que ese día estuvieron en la Opernplatz y fueron testigos de la destrucción de obras de autores como Heinrich Mann, Erich Maria Remarque o Heinrich Heine (entre otros muchos) se encontraba Erich Kästner, cuyos libros también ardieron en esa pira y quien años después denunciaría ese crimen en su artículo Kann man Bücher verbrennen? (¿Se pueden quemar los libros?).
En Sobre la quema de libros se reúnen cuatro artículos (incluido el que acabo de nombrar) que Kästner escribió a lo largo de tres décadas y públicó en diversos medios. En ellos recoge su experiencia como testigo (y como afectado) de aquella primera quema, denuncia otra llevaba a cabo en Düsseldorf en 1965 por un grupo de estudiantes (teniendo como testigos a la policía y la prensa) y reflexiona acerca de estos intentos de destruir la libertad de expresión y de pensamiento.
Kästner no se extiende demasiado en sus reflexiones. Habla claro y va al grano, ofreciendo a los lectores una inteligente y argumentada reflexión acerca de estos sucesos (que, recuerda, no sólo han ocurrido en la Alemania nazi), al tiempo que apunta que no hay sociedad o país alguno que esté a salvo de ellos y que advierte de lo que inevitablemente ocurre cuando se decide terminar con las palabras de aquellos que piensan de forma diferente. Como dijo Heinrich Heine, "Das war ein Vorspiel nur, dort wo man Bücher verbrennt, verbrennt man
am Ende auch Menschen." (Eso sólo fue un preludio, ahí donde se
queman libros, se terminan quemando también personas.)
También de Erich Kästner: Cuando era pequeño.
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