Título original: The Untouchable
Año de publicación: 1997
Traducción: José Antonio Molina Foix
Valoración: muy recomendable
He de decir que a punto he estado de etiquetar este libro como "biografía", en vez de como "novela", porque el "intocable" del título, el personaje alrededor de la cual gira la historia, está basado, sin apenas algún disimulo, en el espía británico Anthony Blunt, ex-caballero de la Corona Real británica, crítico e historiador del arte experto en Poussin, profesor universitario, conservador de la colección real inglesa de pinturas -y asesor de la reina-, espía a favor de los servicios secretos soviéticos desde los años 30, formando parte de los llamados "cinco de Cambridge", y desenmascarado públicamente como tal por Margaret Thatcher en 1979 (aunque ya había sido descubierto quince años antes). Aparecen también, con otros nombres, personajes célebres de la época -o basados en ellos- como el también espía Guy Burgess, el novelista Graham Greene o el "padre" de la inteligencia artificial, Alan Turing... entre otros cuya auténtica identidad sin duda se me escapa.
En realidad, no sé hasta qué punto este libro es lo que llaman un roman à clef; más que nada, porque no he leído las verdaderas memorias de Blunt, que fueron editadas unos años más tarde, en 2001, y cuya autora, Miranda Carter, también aparece en la novela de Banville (de hecho, cabe la sospecha de que éste, al enterarse de que Carter estaba escribiendo también la biografía de Blunt, y con su colaboración, decidiera incorporarla como personaje en su novela). Para empezar, el autor irlandés se lo lleva a su terreno y convierte al espía, aquí llamado Victor Maskell en oriundo del Ulster, aunque hijo de un pastor protestante y emparentado con la reina (me refiero a la madre de Isabel II, no a ésta), lo que le da acceso, junto con su esmerada educación en Malborough y Cambridge a los círculos de la "buena sociedad" británica. Es en esta ciudad universitaria donde, a partir de su preferencia al selecto -y casi secreto- grupo de "Los apóstoles" donde se convierte al marxismo y es reclutado por el espionaje soviético (igual que sucedió con Blunt, en este caso). Tampoco es que Maskell se nos presente como un comunista convencido y mucho menos de las posibles virtudes de la Unión Soviética -de hecho, se confiesa "marxista monárquico"-; eso sí, una vez tomada la resolución de espiar para ésta, es absolutamente leal a su decisión.
Que tampoco espere nadie una trepidante novela de espías, ni siquiera a lo John Le Carré; El intocable es casi una novela intimista, en la que tienen más peso las remembranzas, las sensaciones, las revelaciones... el paso del tiempo (tanto el cronológico como, de forma sorprendente, aunque en absoluto incongruente, el atmosférico). En realidad, no es una novela -sólo- sobre el espionaje y sus dobleces; ni sobre la homosexualidad y también sus dobleces -sobre todo en la época de la que se habla-; ni sobre la familia y sus... cómo no, dobleces. Ni sobre las relaciones humanas. Ni sobre el amor... Es ante todo, una novela sobre la memoria y sus ingobernables recuerdos; cómo la engañamos o nos engañamos con ella, como la falsificamos hasta no poder discernir lo que ha sido verdad de lo que no, como un cuadro que atribuimos a una mano maestra, aunque esa certeza sólo la tengamos nosotros... o ni siquiera.
He dejado para el final el aspecto más destacable de la novela, tan obvio para quien conozca la obra de Banville que tal vez no debería ni mencionarlo: lo magníficamente que está escrita; de hecho, no creo que se pueda escribir mejor. Quizás sí con más brío, más tripas o más ingenio. Se podrá escribir de manera más "sincera" -espinoso asunto, si hablamos de ficción- o más artificiosa, más cruda o más elíptica; lo que sea que prefiera cada cual. Pero mejor que lo que escribe Banville, no: es imposible.
Otros libros de John Banville/ Benjamin Black reseñados en Un Libro Al Día: El otro nombre de Laura, El mar, El lémur, El libro de las pruebas, Antigua luz, En busca de April, La guitarra azul, Regreso a Birchwood
En realidad, no sé hasta qué punto este libro es lo que llaman un roman à clef; más que nada, porque no he leído las verdaderas memorias de Blunt, que fueron editadas unos años más tarde, en 2001, y cuya autora, Miranda Carter, también aparece en la novela de Banville (de hecho, cabe la sospecha de que éste, al enterarse de que Carter estaba escribiendo también la biografía de Blunt, y con su colaboración, decidiera incorporarla como personaje en su novela). Para empezar, el autor irlandés se lo lleva a su terreno y convierte al espía, aquí llamado Victor Maskell en oriundo del Ulster, aunque hijo de un pastor protestante y emparentado con la reina (me refiero a la madre de Isabel II, no a ésta), lo que le da acceso, junto con su esmerada educación en Malborough y Cambridge a los círculos de la "buena sociedad" británica. Es en esta ciudad universitaria donde, a partir de su preferencia al selecto -y casi secreto- grupo de "Los apóstoles" donde se convierte al marxismo y es reclutado por el espionaje soviético (igual que sucedió con Blunt, en este caso). Tampoco es que Maskell se nos presente como un comunista convencido y mucho menos de las posibles virtudes de la Unión Soviética -de hecho, se confiesa "marxista monárquico"-; eso sí, una vez tomada la resolución de espiar para ésta, es absolutamente leal a su decisión.
Que tampoco espere nadie una trepidante novela de espías, ni siquiera a lo John Le Carré; El intocable es casi una novela intimista, en la que tienen más peso las remembranzas, las sensaciones, las revelaciones... el paso del tiempo (tanto el cronológico como, de forma sorprendente, aunque en absoluto incongruente, el atmosférico). En realidad, no es una novela -sólo- sobre el espionaje y sus dobleces; ni sobre la homosexualidad y también sus dobleces -sobre todo en la época de la que se habla-; ni sobre la familia y sus... cómo no, dobleces. Ni sobre las relaciones humanas. Ni sobre el amor... Es ante todo, una novela sobre la memoria y sus ingobernables recuerdos; cómo la engañamos o nos engañamos con ella, como la falsificamos hasta no poder discernir lo que ha sido verdad de lo que no, como un cuadro que atribuimos a una mano maestra, aunque esa certeza sólo la tengamos nosotros... o ni siquiera.
He dejado para el final el aspecto más destacable de la novela, tan obvio para quien conozca la obra de Banville que tal vez no debería ni mencionarlo: lo magníficamente que está escrita; de hecho, no creo que se pueda escribir mejor. Quizás sí con más brío, más tripas o más ingenio. Se podrá escribir de manera más "sincera" -espinoso asunto, si hablamos de ficción- o más artificiosa, más cruda o más elíptica; lo que sea que prefiera cada cual. Pero mejor que lo que escribe Banville, no: es imposible.
Otros libros de John Banville/ Benjamin Black reseñados en Un Libro Al Día: El otro nombre de Laura, El mar, El lémur, El libro de las pruebas, Antigua luz, En busca de April, La guitarra azul, Regreso a Birchwood
7 comentarios:
Muchas gracias por el blog. Me pueden decir que tal esta Kaputt de Malaparte? Gracias
Hola:
No, lo siento, no he leído "Kaputt"...
Gracias por el comentario.
De Banville leí Antigua luz y Los infinitos. Y, una vez más, coincido contigo, Juan: difícil escribir una prosa más rica, más fluída.
Estuvo el año pasado en Buenos Aires, asistiendo a la feria del Libro, y brindó varios reportajes. Un personaje singular.
Hola, Puma:
La verdad, cuando uno oye mencionar con insistencia a cierto escritor japonés -cuyo nombre no debe ser pronunciado- como perenne candidato al premio Nobel y , en cambio, mucho menos a otros como Banville, Roth o Barnes, pues... da bastante que pensar, por decirlo de alguna manera...
Un saludo y gracias por seguirnos, como siempre ;)
Me pareció un libro buenísimo y sin embargo sé de gente a la que no le complació tanto... y creo saber el motivo: el argumento, que son hechos reales, es apasionante, cómo unas personas pertenecientes a la élite británica traicionaron a su país y se pusieron a las órdenes de Moscú. Creo que el motivo de que el libro no cumpla expectativas para algunos lectores es que quizás esperen un relato de estos hechos tan apasionantes y, sin embargo, como dices, es principalmente un libro de sensaciones íntimas. El truco para disfrutar del libro puede ser acercarse conociendo los hechos en que estuvo implicado este espía junto a sus compañeros. Conocí la trama en 'El fin de la inocencia' de Stephen Koch, un poco árido pero interesante. Otro acercamiento buenísimo es 'Un espía entre amigos. La gran traición de Kim Philby' de Ben Macintyre. Y finalmente totalmente recomendable la serie 'Cambridge spies'. Creo que fue todo ello lo que hizo que la lectura de Banville me pareciese maravillosa.
Hola Ealberto:
Tienes mucha razón en lo que comentas o al menos es exactamente lo que me ocurrió a mí; en el primer tercio del libro estuve un poco ansioso por ver cuando se metía "en harina" con el espionaje, hasta que me di cuenta de que la novela no i a por ahí... luwgo ya me relajé y disfruté sobremanera gracias a la magnífica prosa de Banville (aunque con la ventaja de conocer algo de lo que trataba la historia y la inestimable ayuda de Google).
En cuanto a los libros que recomiendas, te diré que el de MacIntyre lo tengo en la lista de espera, por así decirlo...
Un saludo y muchas gracias por tu comentario
Publicar un comentario