Idioma: español
Valoración: recomendable
En esta ocasión el también periodista, además de escritor, Vidal-Folch, que ya había arremetido contra el filisteo -y tópico- papanatismo del mundo del arte en La cabeza de plástico, dirigió los dardos de su sátira contra tanto trasnochados progres, intelectualoides, demagogos y buenistas que, según parece denunciar el autor, se han apalancado en la izquierda occidental en general y española en particular. La narración se articula en torno, aunque no sólo, al acto multitudinario que la guerrilla del centroamericano y convulso país de Tierras Calientes efectúa en la capital, con su líder, el enigmático y romántico Capitán como estrella principal, y al que acuden, como moscas a la miel, izquierdistas de todo el mundo y de todo pelaje, esos "turistas del ideal" que tratan de vivir sus utopías revolucionarias... por persona interpuesta.
Lo más divertido de la novela, claro, es poder identificar a sus personajes con personas reales... a veces no demasiado disimuladas. Así tenemos, en papeles principales:
-Vigil: novelista de origen proletario, que ha conseguido el éxito gracias a su serie de libros del detective Cóndor, un tipo duro como el pedernal y rojo como una amapola del trigal de un koljós soviético.
-Matilde: su poderosa e imaginativa agente (de la agencia MAL). Asistida por un misterioso lector que le proporciona despiadados pero desternillantes informes.
-Augusto: veterano y plúmbeo escritor portugués, ganador del prestigioso premio internacional Toisón de Oro, pero que sigue fiel a sus ideales progresistas.
-Colores: rockero drogota y acanallado, tendente a todo tipo de excesos y a componer exitosos ripios en forma de canción.
Y además toda una colección de peculiares personajes -el cantautor Fortún, el alto funcionario de la ONU Mermel, el cocinero Tronchon- que coadyuvan a una acerada sátira de lo que hace diez o quince años suponían los movimientos revolucionarios, antiglobalización o ecologistas... o incluso la "gauche caviar 2.0 " y a los que el autor da leña sin miramiento alguno y con gran maestría.
Cierto es que ahí está el mayor problema de la novela: aunque su trama y desarrollo sigan guardando momentos desopilantes, la sátira resulta más eficaz en la medida en que reconocemos a los protagonistas. Y me temo que muchos miembros de la "desnortada progresía" actual, sobre todo los jóvenes "perroflautas" -dicho sea con ánimo jocoso- puede que no sepan bien de quienes se ríe exactamente la novela. Aunque también es cierto que, puesto que varios de sus personajes -me refiero a los reales- ya no están entre nosotros, hoy se puede leer con el aliciente de cierto placer culpable...
Tampoco pasa nada: de todos modos hoy en día tal vez no podría publicarse esta novela; no en vano, algunos de sus momentos más -y muy- descacharrantes tienen como actores a miembros de ETA, auténticos o figurados, así como de otras organizaciones del mismo pelo: GRAPO, IRA... Sin duda, don Ignacio se arriesgaría -y tal vez se arriesgue aún- a acabar en el trullo por enaltecimiento del terrorismo. Aunque la libertad de opinión y de denuncia bien valen el riesgo, qué caramba... Y sin duda, la judicatura española sabría tenerlo en cuenta.
Otras obras de Ignacio Vidal-Folch en Un Libro Al Día: La cabeza de plástico
1 comentario:
Excelente reseña, de las mejores. Tomo nota del libro.
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