Año de publicación: 2018
Traducción: Xavier González Rovira
Valoración: entre recomendable y está bien
Uno busca (porque tengo esa debilidad y además, para reseñar libros gafapásticos más intelectuales ya están mis compañeros, que lo hacen de maravilla) thrillers policíacos contemporáneos, más o menos originales, a ser posible europeos; uno busca con la esperanza de revivir esa pulsión, ese encandilamiento que suscitaron, cuando empezó a leerlos, los libros de Henning Mankell o Fred Vargas... Uno busca , a veces encuentra y otras muchas no, o encuentra novelas que suenan a déjà-vu, a simple copy-paste o, casi peor, a novella escrita con plantilla, cambiando únicamente (y no siempre), la víctima del crimen, el carácter del investigador, es escenario de los hechos y poco más...
Uno busca y a veces encuentra cosas que noe stán mal; por ejemplo esta novela de debut de la italiana Ilaria Tuti, que se desarrolla en las montañas de su Friuli natal, junto a la frontera con Austria, donde en un pequeño pueblo sucede el consabido crímenes truculentos y desconcertante y tal y cual... Podéis hasta adivinar lo demás: presencia misteriosa en el bosque, investigadores que se encuentran con el hermetismo de una comunidad cerrada, secretos del pasado que acaban por salir a relucir... elementos, en fin, que aparecen juntos o diseminados en diversos libros de este mismo género noir-montaraz, tanto italianos -novelas de Manzini, D'Andrea-, como incluso de lo que ahora hay quien llama novela negra "euskandinava" (ay, ama!). Lo mismo ocurre con películas o series de televisión (se me ocurre la francesa Zone blanche, por ejemplo).
Ahora bien, algo hay en Flores sobre el infierno que la distingue de otras novelas, etc... del mismo estilo y la dota, como mínimo, de un punto de interés adicional: se trata de la investigadora en jefe del caso, la comisaria Teresa Battaglia, que no es una joven policía llena de dinamismo, ni siquiera de una sagz profesional de mediana edad, sino de una sexagenaria con ciertos problemas de salud -es diabética, además de otros que se hacen presenten en este libro-; extremadamente competente en su trabajo, eso sí -parece saberse de memoria los estudios de Bill Tench y Holden Ford sobre asesinos en serie... quiero decir de Douglas y Ressler- y disfruta de la veneración de sus subordinados, todos hombres. Como contrapunto aparece uno de ellos, el joven inspector Massimo Marini, recién llegado a la unidad y que choca a menudo con la hosquedad y la sorna de la veterana comisaria.
Una mujer débil y fuerte al mismo tiempo, rigurosa pero empática, que le da un plus de verracidad y humanidad a la historia. Un hallazgo, sin duda, de Ilaria Tuti que, por suerte, la escritora parece que ha mantenido en su última novela, Ninfa dormiente (aún no publicada en castellano).
Ahora bien, algo hay en Flores sobre el infierno que la distingue de otras novelas, etc... del mismo estilo y la dota, como mínimo, de un punto de interés adicional: se trata de la investigadora en jefe del caso, la comisaria Teresa Battaglia, que no es una joven policía llena de dinamismo, ni siquiera de una sagz profesional de mediana edad, sino de una sexagenaria con ciertos problemas de salud -es diabética, además de otros que se hacen presenten en este libro-; extremadamente competente en su trabajo, eso sí -parece saberse de memoria los estudios de Bill Tench y Holden Ford sobre asesinos en serie... quiero decir de Douglas y Ressler- y disfruta de la veneración de sus subordinados, todos hombres. Como contrapunto aparece uno de ellos, el joven inspector Massimo Marini, recién llegado a la unidad y que choca a menudo con la hosquedad y la sorna de la veterana comisaria.
Una mujer débil y fuerte al mismo tiempo, rigurosa pero empática, que le da un plus de verracidad y humanidad a la historia. Un hallazgo, sin duda, de Ilaria Tuti que, por suerte, la escritora parece que ha mantenido en su última novela, Ninfa dormiente (aún no publicada en castellano).
2 comentarios:
No se porqué, al leer tu reseña, Juan, me acordé de una autora escandinava, Assa Larsson, de quien leí un par de olvidables novelas. Ambas protagonizadas por la abogada Rebecca Martinsson, pero en una de ellas (Aurora boreal) con una policiía embarazada, Anna-Maria Mella, más parecida a la policía que personificaba Frances McDormand en Fargo que a tu comisaria sexagenaria. Las trampas de la mente!
Dudo que lea esta novela, pero aprovecho para destacar el esfuerzo que haces en ULAD para no omitir por completo el género de la novela policial o negra. Ambos sabemos que autores como Camilleri o Henning Mankell han utilizado a sus héroes Montalbano y Wallander para hacer agudos analisis de las sociedades sicilianas y suecas contemporáneas, más allá de habernos divertido inmensamente.
Vaya entonces mi agradecimiento!
Hola, Puma:
Pues justamente mientras leía la novela de Tuti me rstaba acordando de "Aurora boreal" (es la únicaque he leído de Assa Larson) porque de esa novela lo que más me gustó fue el personaje de la abogada Rebecca Martinsson, quien, aubque no tenga mucho que ver con la abogada Battaglia, es una protagonista diferente a lo que se suele uno encontrar en novelas o películas de este género.
Por lo demás, seguiremos insistiendo con el thriller criminal o noir o cómo se le quiera llamar; hay mucha "castaña", pero también cosas bien interesantes...
¡Un saludo, Puma y gracias por tu visita!
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